Teoría Sobre el Hombre que llego a la Luna
Enviado por douglasivan • 11 de Julio de 2017 • Apuntes • 1.747 Palabras (7 Páginas) • 313 Visitas
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UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTIAGO DE GUAYAQUIL
FACULTAD DE EDUCACIÓN TÉCNICA PARA EL DESARROLLO
CARRERA:
Ingeniería en Control y Automatismo
TÍTULO:
Teoría Sobre el Hombre que llego a la Luna
MATERIA:
Fisica I
PROFESOR:
Ing. Orlando Philco
Alumno:
Antonella Suarez
Teoría Sobre EL Hombre Que Llego a La Luna
Han transcurrido 45 años desde el momento en el que el hombre pisó la Luna por primera vez. Sin embargo el viaje espacial de los astronautas estadounidenses sigue siendo puesto en duda. Ya se ha hablado mucho de la bandera que no debía ondearse y de los rastros de polvo en los pies del módulo Eagle. Pero hay otros objetos que causan escepticismo a ciertas personas. El portal terra.com.pe reunió los argumentos a favor y en contra de que el alunizaje del Apollo 11 fue falso. Durante años hemos escuchado cosas como que nunca se llegó a la Luna. Que la película del aterrizaje lunar se rodó en Nevada. Que no hay más que ver cómo ondea la bandera estadounidense. O que la calidad de las fotografías se ven increíblemente bien, con el logo de la NASA tan brillante. Además, si se llegó, ¿por qué no hemos vuelto? ¿Por qué no hay una base espacial allí arriba? se preguntan una y otra vez los conspiranoicos. Desde que la misión Apolo 11 puso a Neil Armstrong y a Buzz Aldrin en suelo lunar, cientos de artículos, libros, documentales y programas de televisión se han empeñado en negarlo. La negación del alunizaje es una de las teorías conspiratorias más difundidas en la Red.Si bien las teorías de la conspiración nunca desaparecerán, hay pruebas suficientes como para aceptar que Armstrong y Aldrin sí caminaron por la Luna el 21 de julio de 1969[pic 2]
1. El reflector
No solo la bandera quedó en la Luna tras la marcha de Armstrong y Aldin. También dejaron tras de sí un sismógrafo y un reflector láser. Este último es, de hecho, una de las pruebas más contundentes del alunizaje del Apolo 11. El LR-3, que así se llama, se utiliza aun hoy en día para medir la distancia exacta de la Tierra a la Luna. El reflector fue diseñado por la NASA de tal manera que reflejase la luz en la misma dirección de la que procede. Basta, por tanto, con lanzar un rayo láser desde un telescopio y contar el tiempo que tarda en regresar a la fuente para calcular la distancia entre los dos cuerpos celestes. El sistema es muy simple, su margen de error es de solo 3 centímetros (y estamos hablando de una distancia de unos 385.000 kilómetros).Si decides comprarte un supertelescopio y quieres buscar el espejo por tus medios solo tienes que apuntar a las siguientes coordenadas lunares: 0,67337º N, - 23,47293º E.[pic 3]
2. Las rocas
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Los astronautas del Apolo 11 volvieron a la Tierra con rocas. Un montón. 22 kilos en total.¿Pero acaso esas rocas no pudieron ser recogidas en un monte terrestre cualquiera? Pues no, porque resulta que son mucho más antiguas que ese monte. De hecho, la roca lunar más reciente es más antigua que la roca terrestre más antigua que hayamos encontrado jamás. Algunas de ellas tienen 4.600 millones de años, que es más o menos la edad del Sistema Solar.Si visitas la NASA, quizá puedas ver un fragmento de armalcolita, un mineral lunar cuyo nombre es el apócope de los astronautas que lo encontraron: Armstrong, Aldrin y Collins.
3. La gente y el dinero
El Programa Apolo costó 110 mil millones de dólares a las arcas públicas estadounidenses, y se calcula que unas 400.000 personas trabajaron en él de manera directa o indirecta.Solo la Estación Espacial Internacional(ISS) puede costear esa cantidad de dinero. Su presupuesto, calculado hasta el 2015, es de 150 mil millones. La comparación, sin embargo, es injusta, ya que el proyecto de la ISS está financiado por Estados Unidos, Rusia, Japón, Canadá, Brasil y casi todos los países europeos.Parece evidente, por tanto, que un proyecto que supuso la colaboración 400.000 personas durante casi una década difícilmente pudo ser una farsa.[pic 5]
4La URSS
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Si todo fue una gran farsa, si existía la más mínima posibilidad de que los Estados Unidos no hubiesen llegado a la Luna ¿por qué la Unión Soviética no lo dijo? ¿Por qué no expresó ni tan siquiera una leve sospecha?Es fundamental recordar que eso que hoy vemos como uno de los mayores hitos de la Humanidad no era más que una competición, una metonimia política por la cual quien controlase el cielo controlaría el mundo entero. Desde que Kennedy dijo aquello de "we choose to go to the Moon" ("elegimos ir a la Luna"), nuestro satélite se convirtió en la meta. La fotografía de Neil Armstrong haciendo el saludo castrense frente a la bandera estrellada en el Mar de la Tranquilidad supuso, en cierto modo, el final de la carrera espacial.
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