¿Todos Los Abogados Son Corruptos?

Todos los abogados son corruptos, ¿verdad?

Es casi natural, percibir en la atmosfera social, la frase vulnerante de que “Los abogados son corruptos”, frase que es tomada por muchos como totalmente cierta, como un dogma comprobado, como un axioma irremediable, lógicamente un criterio alejado de actitudes diligentes y racionales.

La vocación por el derecho no nace de una norma, de algún resentimiento, o de un vestir elegante. Para los que entendemos a la interpretación normativa y social como una tarea fundamental para el desarrollo y bienestar colectivo, se nos hace muy sencillo el explicar el porqué de la concepción que titula este escrito, básicamente, ausencia de conocimiento.

En algunas jóvenes universidades de nuestra ciudad, la carrera de “Derecho y Ciencias Políticas”, es llevada a realización, con una formación que expulsa los cursos de Filosofía y ningunea la ciencia Política, reduciendo los años de preparación académica, ¿es acaso correcto?, que una persona que vivirá emitiendo juicios, opiniones, consejos, instrucciones, no tenga una direccionalidad ideológica nacida de la filosofía y la política. Con esta medida lo único que se ha alcanzado es formar profesionales con el espíritu extirpado, con razones parias y mercantilistas, con la axiología cercenada. Básicamente la filosofía social se direcciona en tres corrientes, el Holismo, el Individualismo y el Sistemismo, siendo el primero de los nombrados, el que concibe a la sociedad como una totalidad, sin escatimar en un mínimo las diferencias individuales. Pues el Holismo es definido por la ciencia misma, como una corriente criticable, troglodita y desdeñable, concibiendo la totalidad de “sociedad de abogados”, no como una agrupación de abogados tan distintos unos de otros, sino como una unidad y punto. Es decir, si un abogados es corrupto, todos los son, si el presidente de la república, el ministro, el congresista, el defensor penalista, el tributarista, etc, que generalmente son abogados, y cualificando su labor pública, son corruptos, entonces todos los abogados los son. Si este nivel de direccionalidad del espíritu interpretativo y juicioso de algunos estudiantes de la carrera jurídica, es tal, ¿qué podemos esperar de aquellas personas que estudian otras carreras, desempeñan otros oficios, o ejercen labores alejadas a estos preceptos? , simplemente, mas ausencia de conocimiento, mas Holismo.

“El carácter público de una profesión u oficio genera lo que algunas llaman efecto masificador, es decir, un conjunto de ideas y juicios generalizados. Es el caso de los cargos antelados, que sin duda alguna se definen como cargos públicos“.

En ningún sentido, el presente texto, pretende justificar, actitudes cleptómanas y corruptas, deleznables en todas sus formas, sancionables justificadamente, si alguien, fuera quien fuera, comete una ilegalidad,

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