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Trabajo de enfermedades y salud


Enviado por   •  29 de Agosto de 2017  •  Trabajo  •  731 Palabras (3 Páginas)  •  118 Visitas

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11. Cuando un agente extraño ingresa en el organismo por primera vez se desencadena la respuesta inmune.
Los primeros glóbulos blancos que actúan son los
macrófagos. Estas células son fagocitos: envuelven y degradan cualquier agente extraño que reconocen como tal. Una vez digerido el agente extraño, los macrófagos exponen en la membrana plasmática, los antígenos unidos a un grupo de proteínas denominadas complejo mayor de histocompatibilidad (MHC). El paso siguiente es la activación de los linfocitos T4 (cooperadores) específicos. Es decir, aquellos que tienen un receptor que “encaje” exactamente con el complejo antígeno-MHC. Una vez hecho este reconocimiento, los linfocitos T4 específicos se multiplican y liberan una sustancia, las linfocinas, que activan los linfocitos B específicos, que tiene en la superficie celular receptores que encajan con los antígenos del agente extraño.
Los linfocitos B pueden reconocer los antígenos cuando el agente extraño está entero, y no necesita del complejo MHC. Entonces, los linfocitos B específicos se multiplican. Algunos linfocitos B, los
plasmocitos, liberan sus receptores en el plasma sanguíneo. Estos receptores, se llaman anticuerpos, viajan por la sangre y la linfa en busca de más agentes extraños. Cuando los anticuerpos se unen a los antígenos atrapan los agentes extraños (aglutinación) y estos complejos de células son fagocitados por otro macrófago. Cuando el agente extraño se ha eliminado, actúan los linfocitos T supresores que producen sustancias que anulan la actividad de los macrófagos, de los linfocitos B y T.
Los linfocitos B que no sueltan sus receptores se llaman
linfocitos B  de memoria y quedarán de esa forma circulando por la sangre durante años. Son los que proporcionan protección a largo plazo y los que intervienen en la respuesta inmune secundaria si el mismo cuerpo extraño vuelve a ingresar en el organismo.
Si las células extrañas fueran células de otro individuo, porque entraron a partir de una transfusión sanguínea, de un trasplante de órganos, o si fueran células propias infectadas o cancerígenas, la respuesta inmune sería similar. Pero los linfocitos T4 envían señales que activan los
linfocitos T8 (citotóxicos). Estos glóbulos blancos, al ser activados, se multiplican y eliminan específicamente células extrañas.

12. Cuando un agente extraño entra nuevamente en el cuerpo, es decir, que ya fue reconocido y eliminado en la respuesta inmune primaria, se pone en marcha la respuesta inmune secundaria.
Actúan directamente los linfocitos que quedaron activados de la vez anterior, circulando con sus receptores listos para unirse a los antígenos. Es decir, linfocitos B de memoria.

13. La vacuna es un preparado que contiene el agente causante de la enfermedad en estado debilitado, muerto, o antígenos. Es reconocido como extraño por el sistema inmune pero no es capaz de enfermar. El objetivo de la vacuna es “obligar” al sistema inmune a generar una respuesta inmune primaria y linfocitos B de memoria. Si, en un futuro, ese agente extraño en su estado natural entrara en el cuerpo se produciría la respuesta inmune secundaria, más veloz y eficiente. Este tipo de inmunidad es activa, ya que el propio sistema inmune actúa y artificial, porque el agente extraño se introduce intencionalmente. La inmunidad activa, natural o artificial, lleva unos días porque se debe desarrollar la respuesta inmune.

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