Trabajo psicosociales ucam

Podemos apreciar que las lesiones deportivas, y por tanto su recuperación mediante un fisioterapeuta están muy unidas. Ya que una lesión conlleva cambios,tanto físicos (por la lesión) como psicológicos.

Cuando se produce una lesión, vienen acompañadas de un declive de la motivación, elevados niveles de frustración, imposibilidad para autocontrolarse. Según el modelo de Kubler-Ross podemos encontrar las siguientes fases psicológicas:

1. Negación de la lesión o de su alcance: en esta fase el deportista quiere seguir entrenando a pesar del malestar, le quita total importancia al hecho en sí.
2. Enojo por la lesión ocurrida
3. Ambivalencia emocional
4. Negociación: el deportista empieza a desesperarse, e intenta negociar con su entrenador y preparador físico una vuelta próxima al terreno de juego.
5. Depresión: La persona puede caer en un estado de ánimo depresivo en el que se produce una desesperanza y la idea irracional de que ya no podrá volver a estar al máximo de su rendimiento.
6. Aceptación: se produce en el momento en el cual el deportista acepta su lesión, y facilita el proceso de recuperación.

Como hemos dicho antes a las molestias físicas se une el bajón psicológico, es por tanto labor de la psicología deportiva no solamente es completar una recuperación psicológica, sino también hacer entender al deportista y su equipo de la importancia de ser pacientes y completar su tratamiento.

A la hora de recuperar se entran en juego las variables psicológicas. La más importantes son: la motivación, el estrés, la tolerancia a la frustración y la autoconfianza, todas ellas se pueden potenciar para dar un plus de calidad a la recuperación. Está comprobado que las personas más positivas son aquellas que llegan antes al éxito en cualquier ámbito, por lo tanto también se recuperarán antes.

Podemos confirmar que no sólo el psicólogo puede colaborar con este trabajo sino que el fisioterapeuta, el preparador físico y el entrenador pueden aportar a mejorar la percepción de la situación.

Por ejemplo a partir de desarrollar la motivación y la autoconfianza ampliando el reconocimiento respecto a su lesión, dar a conocer costos y beneficios del tratamiento a corto, mediano y largo plazo, que el deportista tenga claro los objetivos propios de la rehabilitación y el plan de trabajo para cumplir las metas, entre otras medidas.

Lograr la confianza y el compromiso de deportistas jóvenes no siempre es fácil, de ahí que es importante construir sobre la base de una comunicación verbal y sobre todo no verbal esta confianza para finalmente lograr la cooperación en el proceso. Anticiparnos a las posibles dificultades, a las prisas por querer terminar pronto el tratamiento propiciando el autocontrol en la recuperación proporcionando feedback de calidad en torno a todo el proceso terapéutico y si es posible utilizar algunas técnicas de la psicología aplicada al deporte como las técnicas de relajación que tienen como objetivo según Heyman (1991)

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