Trabajo sobre Situación crítica y Psicodrama
Enviado por Viviana Andrea Guzman • 29 de Agosto de 2018 • Ensayo • 1.823 Palabras (8 Páginas) • 97 Visitas
Trabajo sobre Situación crítica y Psicodrama
William Areiza, Jhon Zárate, Manuel Ortega y Jorge Campo
Códigos: 19300289, 19300291, 19300290 y 19300285
Universidad Militar Nueva Granada
Notas del Autor
William Areiza, Jhon Zárate, Manuel Ortega y Jorge Campo, T.A.P.H, UMNG
Agradecimientos a la Docente Psicóloga Diana Torres por la formación en Salud Mental
La correspondencia en relación con esta investigación debe dirigirse a William Areiza T.A.P.H, Universidad Militar Nueva Granada, Campus Cajicà, Año 2018
Correo: u19300289@unimilitar.edu.co
Trabajo de Salud Mental
- Título : Trabajo Situación crítica y Psicodrama en Salud Mental
- Autores : William Areiza Acero, Código: 19300289
Jhon Zárate, Código: 19300291
Manuel Ortega, Código: 19300290
Jorge Campo, Código: 19300285
- Fecha de entrega : 28 de Agosto de 2018
- Actividad:
- Realizar una Narración de la historia vivía por William:
Los hechos sobre los cuales se llevó a cabo el Psicodrama y la comprensión sobre la situación crítica, fueron basados en la historia real vivida y contada por nuestro compañero de clases William Areiza.
Lo anterior ocurrió en octubre de 2010 aproximadamente a las 15:30 horas en la inspección de la unión peneya – Caquetá, William es de profesión militar (suboficial del ejército) y para la época tenía el grado de Cabo Segundo.
El Cabo segundo Areiza se encontraba realizando una patrulla (registro) de esta inspección por orden de su comandante, consigo llevaba su armamento habitual y estaba acompañado por 7 soldados para conformar el dispositivo de seguridad correspondiente, su función era verificar que todo estuviera en orden en cuanto a la seguridad de los militares y de la población, su desplazamiento debía ser por las calles, y en una de ellas mientras patrullaban, de una de las casas salió una señora gritando y llorando desconsoladamente ¡mi bebé no puede respirar! ¡Ayúdenme! Tenía entre sus brazos a un bebé de 2 años aproximadamente al cual movía enérgicamente para ver quien la podía auxiliar, claramente ella no sabía qué hacer.
Areiza observó a esta señora con su bebé que salieron justo al frente en la dirección que iba su patrulla como a unos 50 metros de distancia, si instinto de ayudar le indicó que acelerara su paso mientras al tiempo se terciaba su fusil a la espalda para tener movimiento libre en sus brazos con el fin de auxiliar a la señora, se acercó a ella y sin mediar palabra cargó al bebé entre sus brazos de tal manera que su pecho entraba en contacto con la espalda del infante. Con la mirada indicó a los soldados que lo acompañaban que se iba a iniciar un marcha a los cuales les dijo en voz alta ¡vamos para el puesto de salud, ojo! Él comenzó un trote, el cual era muy marcado debido al peso que sumaba el armamento y el bebé, la gente se quedaba mirándolos por la reacción que tuvieron y a mitad del camino de su destino William sintió en su antebrazo y muñeca algo caliente, volteando su cabeza dirigió su mirada a la cara del bebé y se diò cuenta que éste había vomitado, pero él no pensó en nada más sino en seguir adelante protegido por los soldados de su patrulla.
Al aproximarse al puesto de salud ya uno de sus soldados había alertado en voz alta a la enfermera que se encontraba de turno, cuando William llegó hasta la entrada ella lo estaba esperando y le preguntó: ¿qué pasó con el bebé? y él le respondió que el ¡bebé no puede respirar!, y se lo entregó en sus brazos. Como coincidencia afortunada el médico disponible se encontraba caminando en dirección al puesto de salud por la calle paralela en la que venía la patrulla, por lo que la enfermera lo identificó y lo llamó a gritos ¡doctor un bebé que no puede respirar!, inmediatamente ella ingresó al puesto de salud y le dijo al cabo Areiza “esperen afuera”.
El médico ingresó acelerado, al cabo de unos 10 minutos el médico salió y se dirigió a donde estaba Areiza y la mamá del bebé que acababa de llegar, diciendo ¡cabo usted le salvó la vida a este bebé, él tenía una obstrucción en la vía aérea y seguramente por el vómito debido el agite del movimiento cuando usted lo traía en brazos, expulsó el objeto extraño! ¡Señora agradézcale al cabo!, y la señora le dijo: ¡muchas gracias, dios lo bendiga! Con lágrimas de felicidad.
Areiza quedó sorprendido, con una gran satisfacción de un deber cumplido, pues no se imaginaba que pudiera salvar la vida de un bebé sin tener conocimiento de nada en primeros auxilios y sólo con la reacción de llevar al bebé al puesto de salud, se despidió de la señora y del médico para continuar con su patrulla.
Más tarde la señora quien es la mamá del bebé, lo abordo cerca a la calle mientras Areiza y sus soldados continuaban en su labor para invitarlo a almorzar al día siguiente como agradecimiento y por parte de la abuela del bebé al cual él respondió positivamente, siempre y cuando fuera autorizado por su comandante. Al día siguiente Areiza y sus soldados en horas del mediodía se dirigieron a la casa de la mamá del bebé, que era bien recordada por él, en la entrada lo estaban esperando la madre y la abuela del bebé, Areiza diò algunas indicaciones de seguridad a los soldados de la patrulla, ellas lo recibieron amablemente y lo invitaron a seguir a la mesa, en la cual ya estaba sentado el abuelo, pero éste no le dirigió ni una sola palabra, ya que en esa zona la población es más afecta a la guerrilla que a las instituciones del gobierno.
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