Una medida de curación, clonación terapéutica

Una medida de curación, clonación terapéutica.

La clonación ha sido un tema debatible desde el hecho de que se plantearon la creación de otro ser semejante al primero, uno de estos grandes ejemplos es el de la oveja Dolly, este descubrimiento se publicó en la revista inglesa Nature (1997 en Barahona, M. L. ,2000), los cuales afirmaban la “creación de un mamífero superior a los demás”. En el mismo año la Declaración Universal sobre el genoma y los derechos humanos, aprobada por la conferencia general de la UNESCO en Álvarez-Díaz, J. A. (2002) “establece en su artículo II que no debe permitirse las prácticas contrarias a la dignidad humana, como la clonación con fines de reproducción de seres humanos”.

La necesidad de especificar que no se usara con fines reproductivos dio inicio a otra experimentación de dichos embriones, no iba a ser para crear un ser parecido, sino más bien para tratar enfermedades, así nace la investigación para hacer uso de la clonación terapéutica. Y es que, según Yunta, E. R. (2016) “las células del embrión humano tienen el potencial de desarrollarse para formar los diferentes tejidos del cuerpo, como ocurre con otros organismos”.

Para entenderla mejor es necesario separa los conceptos, la clonación sería según Álvarez-Díaz, J. A. (2002) “una forma de reproducción asexual que tiene como resultado la réplica genética del individuo clonado”, la RAE define a terapéutica como un “conjunto de prácticas y conocimientos encaminados al tratamiento de dolencias” entonces podemos decir que la clonación terapéutica es generar otro individuo clonado para tratar alguna dolencia o enfermedad.

Lo que plante esta clonación seria el uso de células madre que pueden cultivarse en un laboratorio y después transformarse en cualquier tejido, de esta manera se tendría una esperanza para los enfermos de cáncer, Parkinson, Alzheimer o diabetes, así como para lesiones medulares y las quemaduras. (Guerra, C. 2001).

El planteo de uso de este se da ya que, en ciertos lugares, como en Inglaterra, las células madre al cabo de un período de cinco años son destruidas; en otros, como en España, la ley prescribe su congelación durante diez años, pero no se pronuncia que hacer cuando se cumple dicho plazo. (Pardo, A. 2017)

La información sobre los nuevos resultados no ha sido tan llamativa como la primera vez que salió a la luz, pero según Yunta, E. R. (2016) investigaciones recientes demuestran que tanto las células madre adultas como las embrionarias son capaces de reemplazar células dañadas de los tejidos musculares del corazón y de establecer nuevos vasos sanguíneos para suministrar sangre al corazón de manera que podría restaurarse la función que ejerce

La nueva información para la ciencia es positiva, ya que los estudios que precedían han dado resultado, otros se cuestionan si este estudio es moralmente correcto y es que, según Yunta, E. R. (2016) la pregunta es si sería ético destruir unos pocos embriones para ayudar a millones de personas que sufren de enfermedades, pero no se puede sacrificar una clase de seres humanos para beneficiar a otra.

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