Uso del etanol en el covid

Introducción

El SARS-CoV-2 es el tercer HCoV patógeno con una mortalidad significativa que se propaga en la población humana en los últimos 20 años. Después de su aparición, se extendió rápidamente por todo el mundo. Si bien existe la posibilidad de otros mecanismos de transmisión, la aerosolización y los fómites se consideran los medios más probables. Algunos de los síntomas más comunes de COVID-19 están asociados con la formación de aerosoles. Las personas infectadas pero que muestran solo síntomas leves o nulos pueden propagar fácilmente el virus por aerosoles. Los aerosoles contaminan directa e indirectamente las superficies en todos los lugares públicos, en los que el virus puede permanecer infeccioso durante días. Esto dio lugar a que las personas responsables de la seguridad de muchos lugares públicos, incluidos los institutos de salud, las empresas y los hogares, trataran de encontrar soluciones a su necesidad de desinfectar las superficies con mucha más frecuencia. Esto llevó a una rápida tensión en la cadena de suministro para proporcionar cantidades suficientes de composiciones desinfectantes de uso normal. Una respuesta fue el uso de agentes fácilmente disponibles, como alcoholes comunes.

Desarrollo

Con la rápida propagación del coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2) en todo el mundo, ha habido un rápido aumento concomitante en la necesidad de desinfectantes / desinfectantes efectivos. Dado que el principal método de transmisión es a través de gotitas respiratorias en aerosol y el virus que permanece viable en las superficies durante horas o incluso días, existe una necesidad constante de desinfectar las superficies adecuadamente. Los institutos de salud, las empresas y los hogares se encontraron rápidamente en la necesidad de reactivos para desinfectar las superficies, y la necesidad de desinfectar las superficies con mayor frecuencia resultó en escasez de productos.

ALCOHOL ETILICO De acuerdo a la de Farmacopea VII Ed. se define según sinonimia como Alcohol etílico. Etanol. El alcohol contiene no menos de 92,3 por ciento, P/P de C2H5OH, correspondiendo a no menos de 94,9 por ciento, V/V, a 15°, de C2H5O. Líquido incoloro, transparente, volátil, inflamable, higroscópico de sabor ardiente y olor característico. Miscible con agua y con todos los solventes orgánicos (2). La acción antimicrobiana del alcohol es la desnaturalización de las proteínas. Este mecanismo está dado por el alcohol etílico absoluto, un agente deshidratante, es menos bactericida que las mezclas de alcohol y agua porque las proteínas se desnaturalizan más rápidamente en presencia de agua. Cuanta más agua contiene la fórmula, mayor efecto bactericida presenta.

La adecuada antisepsia y desinfección de manos, ropa y objetos es fundamental para prevenir la propagación de las enfermedades infectocontagiosas y tiene como objetivo principal la inactivación de los microorganismos presentes en el área de contacto. En la actualidad, el método más consolidado para inactivar de manera rápida y efectiva una amplia gama de microorganismos potencialmente dañinos, que están presentes en las manos o superficies inanimadas, es el uso de formulaciones evaporativas, sin enjuague, compuestas por alcohol etílico o isopropílico (etanol o isopropanol, respectivamente). En nuestro país es ampliamente utilizado con estos propósitos el etanol al 70% v/v (equivalente a 70°). Sin embargo, las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reducir la infectividad y la propagación de agentes patógenos sugieren 2 formulaciones con mayores concentraciones de alcohol, la formulación OMS-1 que contiene 80% v/v de etanol y la formulación OMS-2 que contiene isopropanol 75% v/v (5) .

 El etanol en concentraciones que van desde el 62% al 80% son altamente efectivos para inactivar el virus en superficies de baldosas, incluso con tiempos de contacto tan bajos como 15 s. Es probable que se requiera una concentración mínima de agua para catalizar la penetración microbiana, lo que permite a estos agentes realizar sus efectos destructivos de manera óptima. Las concentraciones más altas de alcohol pueden deshidratar el virus. El adagio de que "más es mejor" no es necesariamente cierto para los alcoholes.

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