VITRUVIO Y LOS DIEZ LIBROS DE ARQUITECTURA

            VITRUVIO

        Y

LOS DIEZ LIBROS DE ARQUITECTURA

Por:

José Mª, MANZANO RUIZ (A-2)

INTRODUCCIÓN

"Los diez libros de arquitectura" es un tratado sobre la “arquitectura clásica” entendiendo por “clásica” la arquitectura que se hacía en Grecia y Roma hasta la caída del Imperio romano.

Éste libro, que no debió tener mucha influencia en su época^[1], ya que solo Plinio el Viejo lo cita en su “Historia natural”, parece que fue escrito en épocas distintas. Los libros I al VI entre el 45 y el 32 a.C, y los VI al X sobre el 20 a.C.^[2] 

Se sabe que los “Diez libros”, eran conocidos en la Edad Media, porque muchas construcciones siguen las premisas que expone Vitruvio en su libro, pero que es en 1414, cuando el humanista florentino Poggio Bracciolini encontró un manuscrito completo de los “Diez libros de arquitectura”, en la Abadía de Sant Gall, y es entonces cuando éstos toman una gran reputación, y hará que en el Renacimiento se tomen como manual para la construcción y formación del arquitecto. Su principal valedor, en el Renacimiento, será Leon Battista Alberti, que escribirá otro tratado sobre arquitectura (De re aedificatoria, en 1452) basándose en los 10 libros de Vitruvio, pero eliminando de ellos todo lo que no es arquitectura, propiamente dicha.

En los “Diez libros” de Vitruvio se analizan todos los aspectos de una construcción: desde el lugar más adecuado para la construcción de un edificio^[3], los materiales que hay usar, tipos de edificios^[4], los órdenes arquitectónicos^[5], ornamentos, máquinas variadas, y recoge, asimismo, otras muchas consideraciones astronómicas y matemáticas.

También habla del arquitecto^[6] quien es, para él, uno de los ciudadanos más importante. Da un arquetipo de la personalidad del arquitecto, bajo el punto de vista social y del aprendizaje. El arquitecto tiene que tener una serie de facultades artesanales, que él llama fábrica, y que surgen de la práctica, que ha de hacerse con las manos (algo de lo que discrepaba Alberti, ya que para él “el arquitecto debe planificar la obra, y el jefe de obra llevarla a cabo”), y otros conocimientos científicos que comprenden:

• Saber escribir, y conocer la literatura para ejercitar la memoria. N tiene que ser un gramático pero tampoco un ignorante.
• Saber dibujar, para pasar a papel las ideas que tenga en mente.
• Saber geometría y el uso de la regla y el compás.
• Saber de óptica, que es la base de la perspectiva, y le ayudará con la iluminación adecuada.
• Saber aritmética para calcular los costes, las proporciones,... Ya que si no sabe, no puede saber el costo de sus obras, y tendrá que responder con sus bienes en lo que se pase de pecio de la obra (si ésta era contratada a precio cerrado).
• Ha de conocer historia del arte para conocer el significado de la ornamentación que  coloca en las obras.
• Ha de saber legislación para no enzarzarse en pleitos.
• Ha de conocer la astrología para hacer relojes y saber los puntos cardinales.

Es decir que el arquitecto, según Vitruvio, necesita una gran preparación. No parece fácil llegar dominar todo lo que él pide, pero cuanto más se sepa mejor.

ESTRUCTURA DE “LOS DIEZ LIBROS DE ARQUITECTURA” ^[7]

Antes de hablar de la “Estructura”, hay que decir que aunque en lo básico (numero de libros), todos los autores coinciden, en los capítulos, no. Por lo que difieren de un autor a otros. Aquí se ha tomado, para ver la “Estructura” la edición de Francisco, MANZANERO. Vitruvio .ARQUIETCTURA. Editorial GREDOS. Madrid, 2008

LIBRO I

Dedicatorio o  Proemio^[8]: “En ocasión, o Cesar, que tu numen y mente divina tenía el imperio del orbe de la tierra y desechos con invicto valor sus enemigos…”“cuando tu inteligencia y tu genio, divino Emperador Cesar…”^[9]

Capítulo I: Que es Arquitectura y que cosas deben saber los arquitectos (Define la arquitectura como una ciencia que conlleva muchos conocimientos, y que se adquiere con la práctica y la teoría)

Capítulo II: De qué elementos consta la arquitectura (La arquitectura se compone de orden (taxis), disposición (diátesis) de euritmia o proporción (simetría y decoro) que en griego se dice oikonomia^[10] [que no traduce al latín porque no sabe que es])

Capítulo III: Partes de la arquitectura (Construcción, Gnómica [que tratata de cómo dividir el arco solar] y Mecánica)

Capítulo IV: La salubridad de los emplazamientos (“…habrá de escogerse un lugar de aires sanísimos”^[11])

Capítulo V: Construcción de murallas y torres (después de escoger un sitio fértil para alimentar a la población se levantarán las murallas, y explica como hacerlo)

Capítulo VI: División de las obras en el interior de las murallas (una vez hecho el recinto amurallado, se han de hacer las calles dentro de él, de forma que tengan la mayor luz solar posible)^[12]

Capítulo VII: Lugares para edificios de uso común (una vez hechas las plazas y las calles, hay que escoger un sitio para “el uso común de la ciudad, como son Templos sagrados, foros y demás lugares públicos”^[13]

LIBRO II

Proemio: De cómo Dinócrates, arquitecto, se presenta ante Alejandro Magno, y consigue que este le encargue la construcción de Alejandría^[14].

Capítulo I: Las comunidades primitivas y el origen de los edificios (de la creación del fuego por un choque entre árboles, y como éste los unió en una asamblea^[15]. ”Por tanto, con ocasión del fuego surgieron entre los hombres las reuniones, las asambleas y la vida en común, que cada vez se fueron viendo más concurridas en un mismo lugar; y como, a diferencia de los demás animales, los hombres han recibido de la Naturaleza primeramente el privilegio de andar erguidos y no inclinados hacia la tierra; y secundariamente la aptitud de hacer con gran facilidad con sus manos y los órganos de su cuerpo todo cuanto se proponen, comenzaron unos a procurarse techados utilizando ramas y otros a cavar grutas bajo los montes, y algunos a hacer, imitando los nidos de las golondrinas con barro y ramas, recintos donde poder guarecerse. Luego, otros, observando los techos de sus vecinos y añadiéndoles ideas nuevas, fueron de día en día mejorando los tipos de sus chozas. Y como los hombres son por naturaleza imitadores y dóciles, haciendo alarde cada día de sus nuevas invenciones, se mostraban unos a otros las mejoras de sus edificaciones, y ejercitando así su ingenio fueron de grado en grado mejorando sus gustos. Al principio plantaron horcones, y entrelazándolos con ramas levantaron paredes que cubrieron con barro; otros edificaron, con terrones y céspedes secos, sobre los que colocaron maderos cruzados, cubriendo todo ello con cañas y ramas secas para resguardarse de las lluvias y del calor; pero para que semejantes techumbres pudieran resistir las lluvias invernales, las remataban en punta y las cubrían con barro para que, merced a los techos inclinados, resbalase el agua»^[16]

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