¿Vivimos en un multiuniverso?
Enviado por Erika_L • 5 de Julio de 2021 • Resumen • 1.814 Palabras (8 Páginas) • 294 Visitas
¿Vivimos en un multiuniverso?
- Daniel Martín Reina
- 18 de Junio del 2021
- Articulo científico.
- Los textos científicos se caracterizan por ser expositivos y objetivos, no hay lugar para otra cosa que no sea exponer y sucintamente los resultados obtenidos y aquello que podrían significaren su campo. Su brevedad o extensión depende del tipo de texto: un artículo, una tesis, una ponencia o un libro. Generalmente poseen un autor principal y varios autores colaboradores, involucrados en la investigación. Exponen los resultados de un conjunto de investigaciones experimentales, de campo o de cualquier otra índole, haciendo hincapié en lo formal, en la metodología seguida y en los resultados. Poseen un lenguaje técnico, que exige generalmente un nivel de conocimiento previo de parte del lector.
- Ideas principales.
1.-Nuestro universo observable tiene un límite que se llama horizonte cósmico. Los objetos situados en ese horizonte son los más lejanos que alcanzamos a ver. Su luz partió hacia nosotros poco después del nacimiento del universo, hace unos 13 800 millones de años. Desde nuestra posición, el horizonte cósmico delimita una enorme esfera que encierra el universo observable. Es lo que se conoce como burbuja de Hubble.
2.-La teoría de cuerdas es la candidata más prometedora —si no la única— para la teoría de todo. Según la teoría de cuerdas, todo lo que hay en el universo está compuesto por unos diminutos hilos de energía. Estas cuerdas vibran de diferentes maneras, como las de un violín, para formar las partículas elementales. Esta elegante teoría tiene, sin embargo, un requisito sorprendente: necesita siete dimensiones espaciales más de las que vemos.
3.-En los multiversos que hemos considerado, las leyes fundamentales de la naturaleza siguen siendo las mismas. En todos podríamos seguir usando las leyes del movimiento de Newton.
- RESUMEN.
La extraña iniciativa de un mundo múltiple no lo es tanto en ciertas ramas de la física. La exclusiva diferencia es que este doble tuyo viviría en otro cosmos, una copia precisa del nuestro y estaría tan lejos que nunca podríamos estar comunicados con él de ni una forma. Por extraño que parezca, esta iniciativa ha encandilado a un óptimo número de físicos teóricos y cosmólogos a lo largo de la última década: la probabilidad de que nuestro cosmos no sea el exclusivo existente, sino uno entre una muchedumbre. No habría puesto que un solo cosmos, sino un cosmos múltiple o “multiverso”. Ciertos mundos tendrían las mismas leyes de la física que conocemos y podrían ser, esencialmente, bastante parecidos al nuestro.
Nuestro cosmos observable tiene un límite que se denomina horizonte cósmico. Su luz partió hacia nosotros mismos al poco tiempo del origen del mundo, hace unos 13 800 millones de años. A partir de nuestra postura, el horizonte cósmico delimita una gran esfera que engloba el cosmos observable. En un cosmos estático podría ser bastante sencillo calcular la distancia a la que está el horizonte. Como la luz ha tenido 13 800 millones de años para viajar, los objetos más lejanos visibles estarían a 13 800 millones de años luz. Según los cálculos, los objetos más lejanos que tenemos la posibilidad de ver en la actualidad permanecen a unos 42 000 millones de años luz.
La burbuja de Hubble marca, por consiguiente, la frontera de nuestro mundo observable, sin embargo aquello no supone que todo culmine allí. Los datos secundan la iniciativa de que el espacio continúa más allá de las fronteras de nuestro cosmos observable. Consideremos nuestra burbuja de Hubble, con cada una de las partículas de materia. Según las estimaciones, nuestro mundo observable tiene lugar para 10118 partículas. Tegmark ha preciado que habrá un cosmos gemelo al nuestro a una distancia de 10 alto a la potencia de 10118 metros de nosotros mismos (un 1 seguido de 10118 ceros).
Exactamente 10-36 segundos desde el origen del cosmos ocurrió algo extraordinario: a lo largo de apenas un momento, el mundo se expandió exponencialmente, incrementando de tamaño 1030 veces. Esto involucra que una zona del espacio del tamaño de un frijol se estiraría hasta conseguir un tamaño más grande que nuestro cosmos observable. Este hecho es lo cual se sabe cómo inflación cósmica. Ha sido iniciativa por el físico de Estados Unidos Alan Guth en 1981 para describir varias propiedades de nuestro cosmos. Y en cuanto al asunto que nos ocupa, el cosmos inflacionario es la semilla de la que nace el denominado “multiverso de grado II”.
En muchas variantes de la teoría inflacionaria, la inmediata extensión espacial que impulsó a nuestro país del cosmos no podría ser un evento exclusivo, sino que se podría repetir constantemente. Como un infante que hace burbujas de jabón, la inflación cósmica produciría de manera aleatoria nuevos universos burbuja. Cada uno estaría aislado de los otros, sin probabilidad de conectarse de ni una forma, y sus propiedades serían bastante diversas. Los profesionales consideran que las características de las partículas necesarias y los valores de las constantes primordiales de la física surgieron a lo largo de la inflación.
Otra rama de la física donde nace de manera natural la idea de multiverso es la teoría de cuerdas. A partir de su aparición, a mediados de los años 80, la teoría de cuerdas es la candidata más prometedora —si no la única— para la teoría de todo (véase ¿Cómo ves? Conforme con la teoría de cuerdas, todo lo cual hay en el mundo está formado por unos diminutos hilos de energía.
La teoría de cuerdas no solamente incluye cuerdas, sino otros objetos mayores, unas especies de membranas. Ciertos teóricos proponen que nuestro mundo podría estar en una membrana tridimensional. La contestación de la teoría de cuerdas es que los fotones, las partículas de la luz, estarían atrapados en la membrana; podrían desplazarse libremente por ella, empero no podrían salir. Todos dichos probables mundos, que además conformarían un multiverso de grado II, podrían estar allí mismo, a nuestro lado, muchísimo más alrededor de lo cual sospechamos.
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