Yo y mi familia

Aún recuerdo ese día, el día en el que mi padre fue a buscar comida para mi madre y yo, recuerdo que esperaba ansioso su llegada, me senté a observar en ese caluroso día soleado el hermoso horizonte donde el mar se confundía con la nieve, veía a mis amigos pingüinos entrar y salir del agua, bailar y jugar entre ellos, yo me sentía solo porque las otras familias de osos habían dejado el lugar hace meses, en cambio mi padre decidió quedarse porque pensaba que ese era nuestro lugar, el lugar de nuestros ancestros, donde las mas increíbles leyendas acerca de mi familia habían tenido su origen, cada vez que le preguntaba a mi padre porqué todos se habían ido? El me respondía- esa pregunta no te la puedo responder- pero estoy seguro que muchas cosas han cambiado durante estos años- Claro esta era una respuesta ambigua y difícil de entender. El único oso que se quedo con nosotros era el viejo Bear, el perdió a su familia porque unos raros animales que caminaban con dos patas los mataron y se los llevaron en un extraño objeto que flotaba a lo largo del océano y se perdieron en el horizonte, el quedo tan deprimido por esa tragedia que sucedió hace años, que se aisló en el iceberg vecino y nunca mas compartió con la familia.

Bueno, yo estaba observando a esos graciosos pingüinos, cuando de pronto en aquel horizonte una blanca figura se perfilaba, era mi padre, pude ver que llevaba en su boca un pescado grandote, yo emocionado, corrí hacia el grietándole papá, papá, de repente sentí un temblor en mis piernas, todo empezaba a moverse, cuando vire mi mirada al frente, mi padre se había ido, ya no estaba frente mío, con lágrimas y gritos lo veía alejarse de mí. Él a lo lejos me decía que me quería mucho y estaba orgulloso de mí, me quedé petrificado ví como la persona que más amaba en el planeta se alejaba de mí hasta que se perdió en el mar confundido entre tantos trozos de hielo que cada vez se desprendían de mi casa. Cuando en contre a mi madre le dije lo sucedido, ambos no podíamos entender lo que estaba pasando, ella decidió irse y alcanzar a los otros.

Al caminar junto a mi madre, recordaba las palabras del viejo Bear y me preguntaba ¿Cómo estos animales podrían tener que ver con la muerte de mi padre?

Mientras tanto a miles de kilómetros, en la selva tropical de Brasil y Bolivia, Jonás el mono, observaba impotente y temeroso cómo unos animales de dos patas derribaban los árboles, los cargaban y se los llevaban en objetos con ruedas. No era la primera vez que el veía su nuevo hogar desvanecerse frente a estos feroces animales, triste y derrotado cogía a su familia y les decía- bueno es hora de migrar nuevamente a otro lugar-. Con él no solo se iban los de su especie, sino también los pájaros, aves e insectos. El se sentía triste porque no había visto a muchos de su especie hace días, pero a su vez, trataba de mantener

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