Ácidos Nucleicos
Enviado por meryscp21 • 25 de Noviembre de 2014 • Práctica o problema • 3.674 Palabras (15 Páginas) • 267 Visitas
1.
2. Descubrimiento de los Ácidos Nucleicos
3. ¿Dónde se Encuentran los Genes?
4. Trabajos que Dilucidaron la Naturaleza del Material Hereditario
5. Composición Química de los Ácidos Nucleicos
6. Experimentos de Franklin y Wilkins
7. El Modelo de Watson y Crick
8. Características del Modelo de Watson y Crick
9. El Ácido Ribonucleico (ARN)
10. Tipos de ARN
11. ADN no Nuclear
12. El ADN de las Mitocondrias y de los Cloroplastos
13. Los Plásmidos
14. Los Virus
15. Conclusión
Introducción
Para comprender la herencia como un fenómeno de la vida, necesitamos saber como actúan los genes determinando las características que ellos regulan y como forman replicas de sí mismos para permitir la transmisión durante un número indefinido de generaciones celulares o de generaciones de organismos, este conocimiento debe basarse en primer lugar, en el conocimiento de sus bases químicas y físicas.
A priori, se puede deducir que los genes deben ser entidades químicas complejas; un compuesto sencillo no podría determinar de manera tan precisa las numerosas propiedades hereditarias de un organismo sabiendo que los cromosomas son los portadores de los genes ¿se puede averiguar algo de la naturaleza química de los genes a través de la naturaleza química de los cromosomas?
En los cromosomas de los organismos superiores se encuentra dos tipos de compuestos químicos que son los ácidos nucleicos y proteínas (histonas y/o protominas) pero puesto que ambos están presentes en el citoplasma lo mismo que en el núcleo, no podemos identificar la sustancia génica localizando simplemente el complejo material químico. Sin embargo datos experimentales establecen ya de manera definitiva la identidad del material hereditario como los ácidos nucleicos, los primeros años de la década de 1.950 se considera que las experiencias de transformación bacteriana de Avery, M. R. MacLeon y M. McCardy realizadas en 1.944 constituyen el nacimiento de la genética.
En líneas generales el estudio del material hereditario implica el conocimiento de la composición, estructura y propiedades químicas de los ácidos nucleicos, así como las características especiales que debe tener en cuanto a su capacidad de replicación, de mutación, recombinación y como portador de información genética, es decir, (del código genético propiamente dicho), la transcripción del mensaje genético y su traducción final a productos de acción génica primaria.
Descubrimiento de los Ácidos Nucleicos
El descubrimiento de los ácidos nucleicos se debe a Meischer (1869), el cual trabajando con leucocitos y espermatozoides de salmón, obtuvo una sustancia rica en carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y un porcentaje elevado de fósforo. A esta sustancia se le llamó en un principio nucleína, por encontrarse en el núcleo.
Años más tarde, se fragmentó esta nucleína, y se separó un componente proteico y un grupo prostético, este último, por ser ácido, se le llamó ácido nucleico.
En los años 30, Kossel comprobó que tenían una estructura bastante compleja.
En 1953, James Watson y Francis Crick, descubrieron la estructura tridimensional de uno de estos ácidos, concretamente del ácido desoxirribonucleico (ADN).
¿Dónde se Encuentran los Genes?
En el ADN (ácido desoxirribonucleico) se encuentran los genes que portan toda la información genética de un organismo completo, es decir, tienen el control de la herencia. El ADN es una molécula bastante compleja, que está compuesta por cuatro tipos de bases llamadas nucleótidos, que, a su vez, están formados por tres partes: una base nitrogenada, un azúcar denominado desoxirribosa y un grupo fosfato.
Trabajos que Dilucidaron la Naturaleza del Material Hereditario
Experimentos de Griffith
El experimento de Griffith, llevado a cabo en 1928 por Frederick Griffith, fue uno de los primeros experimentos que mostró que las bacterias eran capaces de transferir información genética mediante un proceso llamado transformación.
En 1928, el microbiólogo Fred Griffith, que investigaba varias cepas de neumococo (Streptococcus pneumoniae), inyectó en ratones la cepa S y la cepa R de la bacteria. La cepa S era dañina, mientras que la rugosa (R), no lo era ya que la cepa S se cubre a si misma con una cápsula de polisacárido que la protege del sistema inmune del ser que ha sido infectado, resultando en la muerte de este, mientras que la cepa R no contiene esa cápsula protectora es derrotada por el sistema inmunológico. Cuando, inactiva por calor, la cepa S era inyectada, no había secuelas y el ratón vivía. Sorprendentemente, al combinar cepa R (no letal), con cepa S inactivada por calor (no letal), el ratón murió. Además, Griffith encontró células de cepa S vivas. En apariencia la cepa R se convirtió en cepa S. Este hallazgo no se pudo explicar, hasta que en 1944 Avery, Mc Leod, y Mc Carty, cultivaron cepa S y:
• Produjeron extracto de lisado de células (extracto libre de células).
• Luego que los lípidos, proteínas y polisacaridos se removieron, el estreptococo aún conservó su capacidad de replicar su ADN e introducirlo en neumococo R.
La inactivación por calor de Griffith habría dejado intacto el ADN de los cromosomas de las bacterias, que era el causante de la formación del gen S, y podía ser liberado por las células destruidas e implantarse en cultivos sucesivos de cepa R.
Experimentos de Avery, MacLeod y McCarty
Avery, MacLeod y McCarty, quienes repitieron los experimentos de transformación de Griffith y caracterizaron químicamente el principìo transformante.
Avery, MacLeod, y McCarty demostraron que el DNA procedente de una cepa virulenta lisa de neumococo pudo transformar una cepa rugosa en la variedad lisa. Éste es el primer experimento que concluye que el DNA es el material genético.
Experimentos de Chargaff
Esta idea fue desechada en 1950 por el científico checo Erwin Chargaff del Instituto Rockefeller, quien analizó en detalle la composición de bases del ADN extraído de diferentes organismos. Llegó a la sorprendente conclusión de que las cuatro bases nitrogenadas no se encontraban en proporciones exactamente iguales en las distintas especies, lo cual sugirió que el ADN no debía ser tan monótono como se pensaba.
Chargaff demostró que, independientemente del origen del ADN, la proporción de purinas era igual a la de pirimidinas. Es decir, adenina (A) aparecía con tanta frecuencia como la timina (T) y la guanina (G), con tanta frecuencia como la citosina (C). Había dos juegos de equivalencias, A y T por un lado y G y C por otro.
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