Ambulantaje Ayuntamiento

2016 Ambulantaje Ayuntamiento

De esta manera, el comercio llamado formal o legalmente establecido y el comercio informal o no establecido conforme a las normas y leyes aplicables, proveen de bienes y servicios a la población, quien los adquiere indistintamente del comercio formal y del comercio informal, en muchos de los casos.

Lo anterior implica un fenómeno de crecimiento del comercio informal o ambulante, ya que, desde los inicios históricos del desarrollo de comercio en las grandes ciudades, siempre existieron comerciantes ambulantes, debido a que la población adquiría desde entonces sus productos con el ambulantaje, desarrollándose este tipo de comercio a la par con el comercio formal, invadiendo ambos, las zonas más populosas de las ciudades y extendiéndose poco a poco a otras zonas de dichas ciudades.

El comercio informal o ambulantaje ha crecido así, entre otras causas, por las razones ya expresadas y por otras más, como la falta de empleos formales, el crecimiento de la población, la migración de personas del campo a las grandes ciudades, etc., y se debe decir además, que dicho comercio informal representa, aunque suene paradójico, una serie de ventajas para quienes lo ejercen y para quienes consumen de ellos, por ejemplo: para quienes lo ejercen representa una oportunidad de empleo o autoempleo y los consecuentes ingresos, sin necesidad de pagar permisos, impuestos, rentas, personal, prestaciones laborales, etc.; y por el otro lado, para quienes consumen del comercio informal, representa precios más bajos, mayor facilidad para adquirir los productos, mayor cercanía, etc.

Por todo lo anterior, es menester abordar el tema del llamado Comercio Informal o ambulantaje, entendido este como la actividad desarrollada por las habitantes de una determinada zona o ciudad, considerada finalmente, bajo algunos aspectos y requisitos determinado por la propia normatividad aplicable, como lícita, pero que no se encuentra regida por leyes o normas que regulen tales actividades en el sentido de que las propias autoridades las reconozcan o legitimen como actividades licitas, sino que dichas normas lo que llegan a hacer, en algunos de los casos, es únicamente controlar, registrar dichas actividades y de alguna forma vigilarlas y coordinarlas, como en el caso del Municipio de Puebla se realiza a través del COREMUN, el que exige requisitos como registro y permisos para ambulantes de determinadas categorías.

El territorio del Municipio de Puebla, es uno de los cuatro municipios más poblados de nuestro país, tanto por la concentración de población, como por su influencia regional en el desarrollo económico y social; la ciudad de Puebla históricamente ha sido considerada como una zona estratégica tanto por los atractivos turísticos, históricos y culturales, como por las posibilidades de inversión y desarrollo económico y posee una fuerte presencia de actividades industriales y comerciales, con un Centro Histórico declarado Patrimonio cultural de la Humanidad y como capital del estado, es el principal espacio estatal y metropolitano de concentración y provisión de bienes y servicios, tal y como lo señala el Plan Municipal de Desarrollo.

En el entregable que corresponda, el presente trabajo se referirá a un análisis de lo que son las políticas públicas como parte del quehacer gubernamental y su relación con la actividad del comercio informal en la vía pública a nivel general y enfocado al municipio de Puebla, como aquellas que se encuentran contempladas en particular en el Eje 5 denominado "Buen Gobierno, Innovador y de Resultados" del Plan Municipal de Desarrollo 2014-2018, en el que se considera como objetivo del Programa 34 "Fortalecimiento de la gobernabilidad y gobernanza" Línea de Acción punto 6 "Efectuar acciones de coordinación y colaboración con los comerciantes, establecidos y no establecidos, para el correcto ordenamiento."

Ambulantaje CDMX

Esta situación favoreció la transformación del Centro Histórico en un gran centro de abasto comercial, orientado principalmente al consumo popular, que combinaba una amplia gama de actividades formales e informales en distintas modalidades de apropiación del espacio urbano. A los tradicionales locales comerciales formales se sumaban los viejos mercados, una compleja red de bodegas y los comerciantes ambulantes en puestos fijos, semifijos y toreros.' En general, la conjunción de un modo de habitar popular en vecindades, articulado con la posibilidad de trabajo tanto formal como informal y la presencia de una población flotante cercana a 1.2 millones de personas al día, crearon un espacio urbano específico, designado como el espacio de la degradación y de la crisis urbana.

Paradójicamente, ha conservado las funciones propias de la centralidad concentrando actividades comerciales para el conjunto de la metrópoli e incluso como centro de abasto en el nivel nacional, a pesar del desarrollo de otras centralidades que concentran funciones financieras, de servicios y de comercio en la ciudad (Melé, 1998; Monnet, 1990). En efecto, el retiro de los ambulantes es uno de los primeros pasos en la "revitalización de los centros históricos, el cual es visto como una precondición para incrementar la inversión privada, el turismo internacional y recrear una idea de unidad nacional que diluye los conflictos presentes en la sociedad (Caprón y Monnet, 2003; García Canclini, 1993).

Demanda del comercio informal

Por otro lado, debemos tomar en cuenta que, si bien, los efectos negativos del crecimiento desmesurado del comercio informal son severos, éste es una consecuencia de un desequilibrio económico y político de países como el nuestro. El comercio informal ha servido como una válvula de escape a los graves problemas que padecen los millones de mexicanos que no tienen empleo o que buscan allegarse de mejores ingresos, que el sector formal no les ofrece. Tendremos que reconocer el crecimiento de esta actividad como una respuesta natural y positiva a la crisis económica, porque ha permitido generar empleos y porque, su práctica, permite incrementar los ingresos en forma significativa, en comparación con los que ofrecen los sectores público y privado, a personas con determinado nivel de preparación.

A continuación, se presentan algunas características generales, inherentes al fenómeno de la informalidad, que fueron utilizadas por primera vez en un informe de la OIT al gobierno de Kenya en 1972 y que hoy se mantienen vigentes:

a) Facilidad de entrada al sector,

b) Basado en recursos tradicionales,

c) Propiedad familiar de las empresas,

d) Escala de operaciones reducida,

e) Tecnología adaptada y trabajo intensivo,

f) Destrezas adquiridas fuera del sistema educativo formal y,

g) Mercados no regulados y competitivos.

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