Comprender los fundamentos y ética del derecho penal

COMPRENDER LOS FUNDAMENTOS Y LA ETICA DEL DERECHO PROCESAL PENAL.

La importancia de los fundamentos en el derecho penal es:

Protección de los derechos de las víctimas del delito: El derecho penal y sus principios penales fundamentales se enfocan en proteger los derechos y la seguridad de las víctimas del delito. Esto se logra a través de leyes y normas que garantizan la justicia y la reparación para las víctimas.

Preservación del orden social: Los principios penales fundamentales establecen los límites y normas que rigen la conducta de las personas en una sociedad. Esto ayuda a mantener el orden y la estabilidad en la sociedad, ya que el incumplimiento de estas normas puede resultar en sanciones y castigos.

Protección de los derechos humanos: Los principios penales fundamentales se basan en la protección de los derechos humanos y la libertad indivisible. Estos principios protegen a los individuos de la opresión y la tiranía, y garantizan que cualquier sanción o castigo se aplicará únicamente en caso de que los derechos fundamentales de la persona no hayan sido violados.

PRINCIPIOS ETICOS

Principio de legalidad: Uno de los cimientos fundamentales radica en la premisa de que solamente aquellas acciones que estén concretamente definidas como delitos en la legislación pueden ser objeto de sanciones. Esta restricción se acompaña de la exigencia de que la ley penal sea no sólo clara, sino también de fácil comprensión y acceso.
Principio de culpabilidad: Asociado a la esencia misma de la justicia, este principio establece que para que alguien pueda ser condenado por un delito, es esencial que haya actuado con intención deliberada o negligencia significativa para evitar la comisión del delito. De manera más sencilla, la persona debe haber tenido pleno conocimiento y voluntad en su comportamiento ilícito.
Principio de presunción de inocencia: En la construcción de un proceso judicial equitativo, surge el pilar que sostiene que toda persona es considerada inocente hasta que se pruebe lo contrario. Esta máxima salvaguardia garantiza que cualquier individuo tenga la oportunidad de defenderse de manera adecuada y justa antes de ser declarado culpable.
Principio de proporcionalidad: La imposición de sanciones se rige por el imperativo de que la pena esté directamente vinculada a la gravedad del delito cometido y a las circunstancias particulares de cada caso. Este principio apunta a asegurar que las consecuencias legales sean proporcionales y equitativas, evitando excesos punitivos o sanciones insuficientes.
Principio de contradicción: En la búsqueda constante de la imparcialidad y la justicia, surge la garantía de que todas las partes involucradas en un proceso penal tengan el derecho y la oportunidad de expresarse y presentar pruebas en su defensa. 

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