Esponsales en España y Colombia

ESPONSALES EN ESPAÑA

En el Código Civil Español la promesa de matrimonio la podemos encontrar desde el artículo 42 que expresa: “La promesa de matrimonio no produce obligación de contraerlo ni de cumplir lo que se hubiere estipulado para el supuesto de su no celebración. No se admitirá a trámite la demanda en que se pretenda su cumplimiento”.

La obligación de su cumplimiento es más un deber moral o religioso que jurídico, pues al igual que en nuestro código en el artículo 110 “no podrá alegar esta promesa para pedir que se lleve a cabo (…)”.

No se exige formalidad alguna para su celebración, se puede hacer de forma verbal o por escrito, pero sería difícil demostrar que existe o existió dicha promesa si no se tiene prueba alguna de su celebración. Para su extinción no es necesario un acuerdo de voluntades, se puede dar por la sola voluntad de uno de los esposos “(…). La libertad para terminar el convenio surge de la no exigibilidad en juicio de la promesa; como consecuencia de lo anterior se tiene la ausencia de formalidades para deshacer el compromiso, (…)” (León, 1979, p.14).

Citando a Badosa Coll (1993). “la promesa de matrimonio no puede ser un acto jurídico vinculante” ya que el matrimonio tiene que ser fruto de una libre decisión, y no al cumplimiento de una obligación de hacer

No obstante, el artículo 43 del C.C español estipula la posibilidad de “resarcir a la otra parte de los gastos hechos y las obligaciones contraídas en consideración al matrimonio prometido…”, nuestro Código Civil no permite la indemnización de perjuicios (art. 110), ni el pago de multas estipuladas a favor del otro en caso de no cumplimiento (art. 111).

Siendo así los esponsales simplemente son un acto de la conciencia del individuo.

Belluscio (1974) estipula:

Configuran un simple hecho social que no alcanza siquiera la categoría de hecho jurídico por su carencia de consecuencias en el plano del derecho. No son ni un hecho ilícito, ni un acto jurídico, ni un simple acto lícito: se los ha calificado de una ‘nada jurídica’ o de una entidad negativa en el derecho matrimonial. (p.109)

Este articulo 43 C.C. Esp. Indica que debe resarcirse a favor de la persona afectada los gastos hechos y las obligaciones contraídas en consideración del matrimonio prometido (Quesada, 2011). Pues de no haberse celebrado o efectuado la promesa de matrimonio no se hubiera incurrido en dichos gastos y estos deben ser proporcionales a la promesa.

De acuerdo con la sentencia de la Audiencia Provincial de Cantabria de 7 de junio de 2005 se cumple el requisito de que la promesa sea cierta cuando:

1. Existe una base relacional mínima, entendiéndose por tal que: se trate de dos personas que, por tener un imprescindible conocimiento, pueda sostenerse seriamente que entre ellas ha podido surgir un interés, una atracción, que explique esa promesa de matrimonio o si se quiere de convivencia análoga. Por ello, se considera que no existirá promesa de matrimonio cuando las personas no se conozcan ni siquiera físicamente.
2. Que haya existido un tiempo de relación, con cierta publicidad, y en un contexto que permita aflorar la seriedad de la promesa, y sus posibilidades reales.
3. Por último, teniendo en cuenta que no cabe exigir el cumplimiento del compromiso de matrimonio a quien prometió casarse, sino únicamente los gastos que se pudieran haber hecho en consideración a ese pretendido matrimonio, se observará si existen tales gastos

PROMESA DE MATRIMONIO EN COLOMBIA

En el territorio colombiano las normas que rigen en materia de esponsales, desposarios o también llamado promesa de matrimonio mutuamente aceptada se regulan en el Código Civil colombiano en los Artículos 110, 111 y 112.

ARTICULO 110. Los esponsales son un hecho sometido al honor y conciencia de las personas, por lo tanto, se convierte en una obligación natural que no produce efectos civiles.

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