La criminología y la medicina forense
Enviado por Jorg3M4rtin • 22 de Septiembre de 2023 • Apuntes • 1.115 Palabras (5 Páginas) • 45 Visitas
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CRIMINOLOGIA
La criminología y la medicina forense son dos disciplinas inseparables que aportan información valiosa en casos de muerte violenta y así pueden esclarecer el caso por completo. Las principales tareas de la criminología son la lucha directa contra la delincuencia mediante el examen científico de los delitos y los delincuentes. Por tanto, su historia está estrecha e indisolublemente ligada a la medicina forense y la criminología.
Es importante señalar que a medida que la ciencia se desarrolla y sus hallazgos se incorporan al sistema legal, la prueba pericial se vuelve aún más importante. Pietro Ellero afirmó que los peritajes "son una ayuda para el entendimiento del juez, del mismo modo que las gafas ayudan a la visión". Ahora, al investigar las violaciones, los investigadores del Ministerio de Seguridad Pública, la policía judicial y los peritos deben formar un grupo de trabajo sólido bajo el liderazgo de los los agentes investigadores del Ministerio Público. Cada miembro del equipo tiene una función específica que los demás miembros deben seguir para evitar interferencias, que a menudo pueden conducir a errores vergonzosos que conducen a la impunidad o, lo que es más grave en casos penales, a errores judiciales que acarrean graves consecuencias por orden, la persona que no realiza un acto es castigada como delincuente. Al respecto, el catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona, Octavio Pérez-Victoria Moreno, expresó con precisión la siguiente opinión: ‘‘No afecta a la seguridad jurídica el crimen impune, más sí la vulnera en su esencia misma el castigo del inocente”. A propósito de las funciones de los peritos en criminalística de campo, sobre todo para la investigación del delito más grave, me refiero, claro está, al homicidio, los criminalistas hemos formulado una especie de ‘‘catecismo’’ aplicable muy especialmente en los casos de mayor complejidad, conocido como ‘‘Las siete preguntas de oro’’, consistente en dar respuesta correcta a siete preguntas que pueden conducir al esclarecimiento de todo crimen.
Se menciona el siguiente ejemplo que se encuentra a un hombre muerto, aparentemente asesinado:
- ¿Qué sucedió?
- ¿Quién es la víctima y quién es el victimario?
- ¿Cuándo ocurrieron los hechos?
- ¿Dónde ocurrieron?
- ¿Cómo?
- ¿Con qué y por qué se cometió?
Si se consigue contestarlas, el crimen queda completamente esclarecido. Para contestar las ‘‘siete preguntas clave o de oro de la investigación criminalística’’, los ‘‘indicios’’ juegan un papel importante, también son conocidos como ‘‘testigos mudos de los hechos’’, definidos por el criminalista alemán Eirch Anuschat, de la siguiente manera: ‘‘todo lo que el criminalista puede observar y utilizar’’, o bien, en palabras de Su-san M. Hunt: ‘‘cualquier objeto que permita esclarecer que un crimen ha sido cometido, o bien que establezca una relación entre el criminal y su víctima o un sospechoso”. Son fuentes de indicios la propia escena del crimen, la víctima o los sospechosos. Entre los indicios más frecuentes se tienen la sangre, el semen, la saliva, las fibras, las armas, los proyectiles, los casquillos, las impresiones dactilares, las pinturas y los cabellos. Los expertos en criminología deben ser responsables de detallar la escena del incidente, así como de recolectar y empaquetar las pruebas para su entrega al laboratorio.
Es importante señalar que debe haber una comunicación constante entre los expertos en criminología y la policía judicial, sin olvidar a los investigadores del Ministerio Publico quienes serán en última instancia los encargados de "evaluar" la información proporcionada por los dos asistentes.
LA CRIMINOLOGÍA EN AUXILIO DE LA JUSTICIA
En la justicia penal existe un protagonista que centra todos los intereses del proceso en sí mismo. El crimen es una expresión de su personalidad criminal. La eficacia del castigo o de las medidas debe estar relacionada con él, su personalidad biosocial general, su grado de antisocialidad, su capacidad de rehabilitación y su capacidad de reintegrarse a la vida. Sólo la criminología clínica permite a la justicia estudiar al delincuente, conocer las causas de su delito, el grado de su debilidad social, su peligrosidad y potencial de resocialización y, a partir de este conocimiento, determinar la pena o medida más adecuada para satisfacer su ajuste. En el caso de sujetos no adaptables, se seleccionó el sujeto con mayor efecto asegurador. Para lograr esto, las instituciones penitenciarias deben contar con un organismo técnico criminológico responsable de verificar rigurosamente los antecedentes de los reclusos. Queda pues, así establecido, que el conocimiento de la personalidad del indiciado debe iniciarse desde la averiguación previa y continuarse, claro está, durante la fase de instrucción. Además, es competencia de las autoridades valorar el estudio que al respecto se emita.
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