Las FARC, de la guerra a la impunidad, breve análisis para neófitos

LAS FARC, DE LA GUERRA A LA IMPUNIDAD, BREVE ANÁLISIS PARA NEÓFITOS

Las FARC han sido durante décadas, un factor determinante de violencia en Colombia, particularmente en vulneraciones a los Derechos Humanos que han sido hechos notorios y al Derecho Internacional Humanitario, para quienes sostienen la existencia de un conflicto armado interno (Otros sectores opinan que son una manifestación de delincuencia común organizada con anhelos de poder político y especialmente económico, producto del secuestro extorsivo, el tráfico de drogas, la minería ilegal y el lavado de activos).

Surgieron en 1964, eran reducto de las “Guerrillas Liberales” que nacieron a mediados del Siglo XX producto de la violencia bipartidista que había imperado en el Estado Colombiano desde el Siglo XIX.

Tales episodios de violencia fueron inicialmente superados, tras un gobierno militar desde 1953 hasta 1957 y la firma de un acuerdo entre representantes de las fuerzas políticas conservadoras y liberales en 1956, denominada “Frente Nacional”, que buscaba alternar el poder, cada cuatro años entre dichas fuerzas políticas desde 1958. Con dicho acuerdo se proyectaba que la violencia de raigambre político desaparecería, sin embargo, reductos liberales bajo influjo comunista externo no se sumaron a la gesta de la paz y concentrándose en varios lugares del país, como una serie de “Repúblicas independientes” principalmente de campesinos y bandoleros amnistiados durante el gobierno militar, de raigambre Liberal-comunista, donde el Estado había perdido jurisdicción por su inoperancia.

Con el tiempo esa “Ideología” se acompañó de lo que toda corriente comunista o similar busca, detentar el poder político ad intra de un estado, mediante la ya conocida estratagema de la denominada “Combinación de todas las formas de lucha”, bajo “La bandera de la Justicia Social”, dejaron tras de sí incontables víctimas y poniendo en evidencia a un grupo criminal de extrema izquierda, considerado como el Tercer Grupo Criminal más rico del mundo.

Sin embargo, luego de décadas de los peores crímenes contra el DIH que se han visto en Colombia, como volar con explosivos no convencionales iglesias con feligreses dentro, utilizar niños o animales de pastoreo como artefactos explosivos, asesinar a integrantes de las fuerzas armadas y la población civil secuestrados o en ataques inmisericordes y cobardes; se pasó entonces a una fase de exploración de paz, entre 2012 y 2016, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, adelantó una serie de diálogos de paz con dicho grupo narcoterrorista, donde la paz era bienvenida, pero sin la impunidad que se proyectaba.

Lastimosamente, como muchos temían, se firmó un acuerdo de paz que fue sometido a escrutinio nacional y fue rechazado, pues no se llegaba a una paz real y se dejaba en la impunidad graves crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad, con un agravante, se promovió participación política sn ejercicio democrático, para los altos mandos de esa organización criminal que hoy se ven en el Congreso de la República de Colombia.

Actualmente, luego de casi ocho años de suscrito el acuerdo que se rechazó en urnas y que luego de modificaciones (Leve maquillaje, la esencia no cambio) se impuso, vemos que los cultivos ilícitos y en consecuencia el tráfico de drogas se ha incrementado, la violencia no ha cesado, el conflicto armado interno se ha incrementado y con la llegada (Fraudulenta) a la presidencia de Gustavo Petro, otro bandido en impunidad, miembro de la narcoguerrilla del M-19, beneficiarios de un insulto en 1989 y de un “Reindulto en 1992”, ambos ilegales, pues dicha figura no tiene aplicación frente a delitos atroces, el panorama se ve poco alentador, al contrario, la violencia se ha incrementado y con las políticas socialistas del sujeto mencionado, la economía nacional va en declive.

...