Efectividad de un programa educativo nutricional para mejorar el conocimiento y prácticas de buenos hábitos alimentarios en estudiantes del nivel secundario

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN

FACULTAD DE CIENCIAS BIOLOGICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIAS DE LA NUTRICIÓN

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EFECTIVIDAD DE UN PROGRAMA EDUCATIVO NUTRICIONAL PARA MEJORAR EL CONOCIMIENTO Y PRÁCTICAS DE BUENOS HÁBITOS ALIMENTARIOS EN ESTUDIANTES DEL NIVEL SECUNDARIO EN LA I.E MARIANO LINO URQUIETA PUQUINA- MOQUEGUA

PRESENTADA POR:

CHURA ARENAS, CARMEN MILADY

AREQUIPA – PERÚ

2018

TITULO: Efectividad de un programa educativo nutricional para mejorar el conocimiento y prácticas de buenos hábitos alimentarios en estudiantes del nivel secundario en la I.E Mariano Lino Urquieta Puquina- Moquegua

I.ANTECEDENTES

Ponce G. Et al (2016) realizaron un estudio titulado “Impacto de un programa de promoción de alimentación saludable en el IMC y en los hábitos de alimentación en alumnos de educación secundaria”, donde se trabajó con dos grupos uno experimental y otro de control con un total de 418 estudiantes de educación secundaria en la Ciudad de Mexicali, donde se concluyó que el programa tuvo un efecto positivo sobre el IMC y generó un cambio de hábitos en la alimentación de acuerdo al grado de conocimiento sobre los nutrientes y alimentos(1).

Mondalgo J. (2015) en su investigación titulada “Efectividad de un programa educativo en el nivel de conocimiento sobre alimentación saludable en los adolescentes de una Institución Educativa. Lima – 2015”, donde su población estuvo conformada por estudiantes de 4° y 5° grado de secundaria, trabajando con una muestra conformada por 59 estudiantes para el grupo experimental y 20 estudiantes para el grupo control. Obtuvo como resultados respecto al grupo experimental, del 100% adolescentes encuestados, antes de la ejecución del programa educativo, el 96.6% presentaron un nivel de conocimiento bajo. Después de la aplicación del programa educativo el 91.5%  estudiantes presentaron un nivel de conocimiento alto en cuanto a alimentación saludable. Respecto al grupo control, del 100% adolescentes, el 100% obtuvo un nivel de conocimiento bajo, posterior a la aplicación del programa educativo, el nivel de conocimiento bajo se mantuvo en un 95%. Concluyendo que El programa educativo sobre alimentación saludable fue efectivo en el incremento del nivel de conocimientos de los adolescentes(2).

Altamirano M. Carranza W. (2014) realizaron la investigación titulada “Hábitos Alimenticios y Estado Nutricional en Adolescentes de los Colegios Secundarios. Chuyabamba y Chota, 2013", donde se trabajó con una muestra de 233 adolescentes entre 12 y 19 años. Se mostró como resultado que los hábitos alimenticios adecuados se practican mayormente en ambos colegio, los adolescentes presentan en su mayoría un diagnóstico nutricional normal, una minoría presentó sobrepeso, y obesidad. Los hábitos alimenticios de los adolescentes de los colegios de Chota se relacionan con el estado nutricional(3).

Rodríguez R. Et al (2013) realizaron la investigación titulada “Impacto de una intervención educativa breve a escolares sobre nutrición y hábitos saludables impartida por un profesional sanitario”, donde determinarían si una intervención educativa aporta un beneficio adicional en la adquisición de conocimientos en materia de nutricion. Trabajaron con una muestra de 107 alumnos de entre 9 y 15 años, conformada por dos grupos uno de control y otro de investigación; donde obtuvieron como resultado que después de la intervención educativa los alumnos del grupo de intervención poseen más conocimientos relativos a alimentación y hábitos de vida saludables que los alumnos del grupo control, y esta diferencia es estadísticamente significativa. Concluyendo que las actividades educativas pueden suponer un beneficio(4).

Borja A. (2013) Murcia - España. En su investigación titulada “Proyecto de Educación Nutricional para el fomento de un desayuno saludable en estudiantes de secundaria”, donde se buscó realizar un diagnóstico de hábitos alimentarios actuales en los alumnos y formular y desarrollar un programa educativo. Trabajando con 59 alumnos. Donde obtuvieron como resultado que no tienen buenos hábitos alimentarios bajo consumo de frutas, y en su media mañana cualquier bocadillo, bajo consumo de verduras, etc. Después de realizar la intervención se observó una mejora en consumo de alimentos y fraccionamiento de comidas. Concluyendo que el programa de educación nutricional puede resultar relativamente efectivo en el aumento de consumo diaria de frutas y en la mejora de otros hábitos alimentarios(5).

Martínez M. Et al (2009) en la investigación titulada “Desarrollo de un programa de educación nutricional y valoración del cambio de hábitos alimentarios saludables en una población de estudiantes de Enseñanza Secundaria Obligatoria”, donde evaluaron el estado nutricional de los adolescentes y determinaron la proporción con sobrepeso u obesidad, estableciendo un programa de Intervención Nutricional analizando la mejora en el patrón de hábitos alimentarios en los adolescentes. Trabajaron con una población de 372 alumnos, donde obtuvieron como resultado que los alumnos mejoran en cuanto a la calidad de dieta, consumen una dieta de buena calidad y descendió el porcentaje de alumnos que acuden a centros de comida rápida(6).

II.JUSTIFICACION

La alimentación es uno de los principales determinantes del estado de salud de las personas, esta es esencial a lo largo de toda la vida. El hombre es en gran medida el resultado de lo que come, de aquí la gran importancia de una buena práctica en hábitos alimentarios. La nutrición es uno de los aspectos fundamentales que contribuyen a conservar la salud, la cual se ha visto alterada por los nuevos hábitos y estilos de vida de la sociedad, deteriorando así la calidad de vida de las personas. Krause indica que “Los alimentos proporcionan la energía y los materiales básicos para incontables sustancias que son esenciales para el crecimiento y supervivencia del ser humano”(7).

Los hábitos alimentarios forman parte de un grupo de costumbres que condicionan la forma de como las personas consumen y preparan los alimentos, influidas por la disponibilidad y accesibilidad a estos. Si bien es cierto la niñez es la etapa indicada para inculcar buenos hábitos alimentarios, sin embargo la adolescencia puede ser la última oportunidad de preparar nutricionalmente al joven para una vida adulta más sana.

La adolescencia es una etapa de cambios y poca estabilidad psicosocial y emocional, la alimentación de los adolescentes depende más de la “moda” que de decisiones saludables, adoptando estilos de vida poco o nada saludables(8). Actualmente, las personas no consumen las calorías que necesitan, se están dejando de lado los productos frescos por aquellos alimentos procesados, bebidas con gas e incluso bebidas alcohólicas, que sustituyen a las bebidas naturales y saludables.

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