Estudios culturales
Enviado por Juligar07 • 8 de Mayo de 2023 • Ensayo • 1.408 Palabras (6 Páginas) • 125 Visitas
Estudios Culturales
Aproximaciones sobre sus campos, objetos y categorías teóricas.
(…) Los estudios culturales son una formación discursiva, en el sentido de Foucault. No tienen orígenes simples aunque algunos de nosotros estuvimos presentes en algún punto cuando fueron inicialmente nombrados de esa manera. Mucho del trabajo del que nacieron, en mi propia experiencia, ya estaba presente en el trabajo de otra gente. Raymond William ha señalado lo mismo, mapeando las raíces de los estudios culturales en el movimiento de educación adulta temprana en su ensayo sobre “El futuro de los estudios culturales” (1989b). “La relación entre un proyecto y una formación siempre es decisiva” dice, porque son “diferentes maneras de materializar. Entonces, de describir una disposición común de energía y dirección”. E.C. tiene múltiples discursos; tiene un número de historias diferentes. Es un conjunto completo de formaciones; tiene sus propias coyunturas y momentos en el pasado. Incluía muchas clases diferentes de trabajo. Quiero debatir sobre eso!. Siempre fue un conjunto de formaciones inestables. Estaba “centrado” solo en citaciones, en una forma particular que quiero definir en un momento. Tenía muchas trayectorias; mucha gente tenía y tiene diferentes trayectorias a través de E.C, fue construido por un número de metodologías y posiciones teóricas distintas, toda en disputa.
De: Hall, Stuart. 1992. “Cultural Studies and Its Theoretical Legacies” En: Lawrence Grossberg, Cary Nelson y Paula Treichler (eds.), pp.277–294. Cultural Studies. Routledge
“Los estudios culturales son el nombre en que ha decantado, plasmada en ensayos, la actividad interpretativa y crítica de los intelectuales. Los estudios culturales se han es- tandarizado como una alternativa a (o una subsunción de) las disciplinas académicas de la sociología, la antropología, las ciencias de la comunicación y la crítica literaria, en el marco general de la condición posmoderna. El ámbito preferencial de los estudios es la cultura popular.”
De: Reynoso, Carlos, “Apogeo y decadencia de los Estudios Culturales - Una visión antropológica”. México, Gedisa, 2000. En: carlosreynoso.com.ar/apogeo-y-decadencia-de-los-estudios-culturales
“Es extraño: el ethos posmoderno de los estudios culturales podrá ser nihilista, crítico y escéptico, pero no por ello deja de ser feliz. Su propio triunfo lo pone de ese humor.
Mientras posan de alternativos y marginales, sus ideólogos se saben dominantes y reinan ahora en la academia. Aunque no dejan de arrojar aguijonazos contra las ciencias sociales convencionales, académicas o propias del orden establecido, lo concreto es que se han librado del aprendizaje fastidioso de los métodos científicos, de la exigencia de imaginar definiciones operativas o técnicas analíticas innovadoras, de la responsabilidad de exponer elaboraciones replicables, y hasta del examen libresco de lo que hace las veces del estado actual de la cuestión en un ámbito disciplinar cualquiera. Todo es más fácil en los tiempos que corren, según lo prueba una plétora de estudios que parece no tener fin”.
De: Reynoso, Carlos, “Apogeo y decadencia de los Estudios Culturales - Una visión antropológica”. México, Gedisa, 2000. En: carlosreynoso.com.ar/apogeo-y-decadencia-de-los-estudios-culturales
“Los militantes que se consideran progresistas ratifican a su manera la nueva lengua americana al fundar sus análisis en términos como “exclusión”, “minorias”, “identidad”, “multiculturalismo”. Y por supuesto, la “mundialización”. En los países desarrollados, patronos y altos funcionarios internacionales, intelectuales de los medios y periodistas de alto vuelo, se han puesto de acuerdo para hablar con una lengua extraña cuyo vocabulario, aparentemente sin origen, está en boca de todos: “mundialización” y “flexibilidad”; ”gobernabilidad” y “empleabilidad”; “underclass” y “exclusión” ; “nueva economía” y “cero tolerancia”; “comunitarismo” y “multiculturalismo”, y sus primos “posmodernos”, “etnicidad”, “identidad”, “fragmentación”, etc. La difusión de esta nueva Vulgata planetaria —es notable la ausencia de capitalismo, clase, explotación, dominación, desigualdad, y tantos otros vocablos revocados perentoriamente, so pretexto de obsolescencia o de una presunta impertinencia— es producto de un imperialismo estrictamente simbólico. Los efectos son más poderosos y dañinos debido a que se trata de un imperialismo guiado, de un lado, por los partidarios de la revolución neoliberal, para quienes la imagen de la modernización permite rehacer el mundo, y dejar a un lado las conquistas sociales y económicas que nos costaron cerca de cien años de luchas sociales, y sin embargo, innecesarias como tantos arcaísmos y obstáculos ante el nuevo orden naciente; y de otro lado, por los productores culturales (investigadores, escritores, artistas) y militantes de izquierda que, casi siempre, se consideran progresistas.”
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