Expresión Oral y Escrita ¨Historia de Vida¨
Enviado por slzrpdll • 19 de Mayo de 2023 • Informe • 1.609 Palabras (7 Páginas) • 63 Visitas
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Universidad de Guadalajara
Centro Universitario de Tonalá
Contaduría Pública
Expresión Oral y Escrita
¨Historia de Vida¨
Alumna Paola Carolina Salazar Padilla
Profesor Enrique Castillo Figueroa
Tonalá Jalisco a 01 de marzo de 2023
Introducción.
Ésta es la historia de vida de Julián Salazar Hernández, un hombre de 65 años que nos relata por medio de una entrevista, como fue su infancia, juventud y adultez, contándonos a detalle sus recuerdos más lejanos, lo que le gustaba hacer, sus primeros trabajos e incluso cuando fue que conoció a el amor de su vida, que hasta el día de hoy sigue siendo su esposa.
Historia de Vida.
El 11 de septiembre de 1957, en Guadalajara Jalisco, nació Julián Salazar Hernández, séptimo hijo de José Cruz Salazar Acosta y de Ma. Guadalupe Hernández Herrera, es el hijo más pequeño por parte de su padre, el cual, lastimosamente falleció por causa de una embolia en ese mismo año, cuando Julián tenía tan solo tres meses de vida. A lo largo de su infancia se mudó de casa en repetidas ocasiones, lo cual provocó que se viera envuelto en conflictos y peleas, pues los niños de la zona solían molestarlo por ser nuevo ahí; mientras era niño tenía la obligación de barrer y regar el patio de su vivienda y si en alguna ocasión no lo realizaba, recibía un “fajazo” por parte de su madre, esta pasaba la mayor parte del tiempo trabajando, torteando en fondas, pues era el único ingreso que tenían además de la pensión que les daban por parte de su papá.
Tenía un hermano que era de los más grandes que llego a castigarme, que por que no lo obedecí, no recuerdo en que no le hice caso pero hizo que me hincara bajo el sol sosteniendo dos ladrillos, uno en cada mano y si hacías lo que pedía te daba de premio una sema, lo cual era algo que mis hermanas y yo pues queríamos comer.
Mientras fue creciendo su madre concibió a tres hijos más, sin embargo, durante ese tiempo no llego a vivir con el padre de alguno.
La mayoría de sus recuerdos son cuando vivió en una vecindad en Tlaquepaque Jalisco, a un costado de la plaza de toros, la mayoría de las calles eran empedradas y terracería, las casas de adobe y la pequeña casa de Julián no era la excepción, contaba con dos habitaciones, en donde distribuían dos camas matrimoniales, las cuales, que compartía con siete de sus hermanos, dormían de manera separada, varones con varones y mujeres con mujeres, las pocas ocasiones que llegó a compartir la cama con ellas, debía dormir del lado de los pies; contaban solamente con una estufa de petróleo que estaba sobrepuesta en algunas cajas de madera, y había un solo baño que tenía que compartirse con seis viviendas el cual solo contaba con una taza de barro y el desagüe, acarreaban agua de los pozos, para llenar las pilas que había y que usaban para bajarle al baño y bañarse.
Julián a pesar de tener muchas carencias económicas y alimentarias cuenta haber tenido una infancia feliz, pues solía jugar mucho con esos mismos niños que llegaron a pelearle y con sus hermanas que le llevaban dos y cuatro años, sus juegos favoritos eran changáis, balero, yoyo, canicas, dieciocho, cero bracero, encantados, escondidas que en ese tiempo le llamaban el bote, bebe leche, resorte con las niñas, futbol y beisbol en la calle.
Luego jugábamos con el zumbador, hacíamos uno con las tapas de las latas de fierro, les hacíamos dos agujeros, le metíamos una hilaza y le dábamos vuelta, “fii fii fii fii fiiu” y zumbaba “zuu zuu zuumm”, como tenía piquitos ahí andábamos cortando las hojas de los arbolitos. ¡Ah! y papalotes, yo hacia mis propios papalotes, me iba al cerro y juntaba ramitas secas, de las que las abres y tienen como hielo seco, unas bolsas de plástico, yo no estaba viendo si estaban cuadradas o no “jajajaja” y volaban ¡uf!, que si volaban, le hacíamos su colita y a correr “fiiuuuuffffff”.
Tuvo dos mascotas “muñeca y guante”, perros callejeros que lo esperaban fuera de su casa y lo seguían a cualquier parte, “jugaba y me revolcaba con ellos en las jardineras de la plaza”.
Recibió su nombre en recuerdo a Julio, un hermano de su padre, el cual era muy conocido en el parían de San pedro Tlaquepaque como “ la malagueña”, el cual cantaba muy bien y era muy solicitado para que llevara serenata, también falleció joven a causa del tuberculosis, enfermedad que se daba mucho en esos tiempos; Julián siempre tuvo curiosidad sobre cómo había sido su padre pues no tuvo la oportunidad de tener un solo recuerdo sobre él, la información que obtuvo sobre él, fue por lo que su madre y su hermana mayor llegaron a relatarle, pues así conoció que su padre era alfarero y que le apasionaba jugar beisbol, desempeñando el papel de umpire, llego a ver pocas fotos de él en casa de la única familiar directa de su padre “la tía pachita” la cual solo llego a ver cuatro ocasiones.
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