Informe final campo de la práctica
Enviado por ivone di marco • 21 de Agosto de 2023 • Informe • 3.178 Palabras (13 Páginas) • 45 Visitas
INFORME FINAL CAMPO DE LA PRACTICA I[pic 1]
INDICE
INTRODUCCION
Este informe, es el resultado de lo transitado a lo largo de las clases de Campo de la Práctica I. Por medio de un enfoque teórico, logramos comprender que la educación no se limita únicamente al entorno escolar, sino que también se desarrolla en entornos no formales. Responde al eje transversal del primer año del profesorado que es abordar la Ciudad Educadora.
Para llegar a esta información, se llevó a cabo un mapeo de un sector en específico de la ciudad identificando espacios educativos formales y no formales (centrándonos en este último) en donde se realizaban actividades educativas. Además, tuvimos la oportunidad de sumergirnos en la experiencia social de uno de estos espacios, utilizando el método etnográfico de observación participante y registrando nuestras reflexiones en una bitácora.
A lo largo de este trabajo, analizaré el espacio y el entorno de mis prácticas, relacionándolo con los textos trabajados, problematizando los espacios “no formales” en diferentes barrios y hacia diferentes edades. Intentare plasmar y fundamentar las problemáticas surgidas, las cuales son: ¿Todos los espacios no formales son vistos de la misma manera? ¿Y los de adultos mayores? ¿De qué manera modifica el espacio el día a día de los abuelos?
Material teórico utilizado:
- Ciudades educadoras: bases conceptuales – Jaume Trilla Bernet
- La importancia del acto de leer – Paulo Freire
- La entrevista y la observación participante – Rosana Guber
- Introducción a América – Rodolfo Kush
- Lo que articula lo educativo en las practicas socioculturales – Jorge Huergo
- El sentido de la experiencia social – Jorge Huergo
- El mapa de los silencios – Rossana Reguillo
DESARROLLO
Durante el primer año del profesorado en educación primaria, se lleva a cabo una experiencia social que busca establecer una conexión entre los futuros docentes y el contexto sociocultural de la comunidad. El objetivo es que el docente tenga una visión amplia de su rol como educador, teniendo en cuenta el contexto social y cultural en el que se encuentra, y respondiendo a las necesidades de la comunidad y promoviendo una educación integral.
Referido a lo anterior, es por esto que en una de las clases de campo de la práctica se dividió el plano de la ciudad de Tres Arroyos en 8 cuadrantes y, en el caso de mi grupo, se nos designó el número cuatro, este sector comienza en la Av. Moreno desde su nacimiento hasta el cruce con la calle Gral. B. O’Higgins y desde la intersección de las Av. Alem y Aníbal Ponce trazando una diagonal hacia la Plaza San Martín. Personalmente, me atrevo a decir que es el que más conozco, porque crecí en los distintos barrios de esta zona (lo que me trajo recuerdos), allí aprendí lo que era la palabra mundo, como dice Paulo Freire, aprendiendo de qué manera vincularme con mi entorno, y hoy en día sigo recorriendo estos lugares a través de visitas a familia y/o amigos, sin mencionar que acudí a instituciones formales dentro de este.
El recorrido en total nos llevó 4 días, comenzando primero por el nuevo barrio abierto “Alem” (aún en construcción), siguiendo por los barrios “Solidaridad” y “La Constancia” y finalizando en el barrio “Las Palmeras”; en el segundo día se recorrieron los barrios “Escuela N° 18” y “Quilmes”, finalizando los últimos dos días con el barrio “Ranchos” y la parte céntrica designada. Se registraron un total de instituciones en el recorrido de la zona asignada, 11 formales (estructuras pedagógicas estables) y 14 no formales (Malla de equipamientos, recursos, medios e instituciones estables pero no específicamente educativos).
Durante el recorrido podíamos reconocer fácilmente las dimensiones de la ciudad educadora. Trilla Bernet, en su escrito Ciudades educadoras, bases conceptuales, hace mención a la existencia de tres dimensiones; por un lado aprender en la ciudad (la ciudad como contenedor educativo), la segunda dimensión aprender de la ciudad (la ciudad como agente de educación), y por ultimo aprender la ciudad (la ciudad como contenido educativo). Cada una de estas dimensiones nos permite ver la transversalidad que existe entre ciudad y educación.
Transité muchas veces estos barrios que nos tocaron, sin embargo nunca los vi como lo hice ahora, creía conocerlos, saber cómo se manejaban o al menos que instituciones se encontraban y para mi sorpresa, no sabía nada. Mientras recorríamos con mis compañeras sentí que era la primera vez que lo hacía, todo era nuevo, pero viejo a la vez. Estamos tan acostumbrados a formar parte de una parcela y solo recorrer ésta que no prestamos atención a todo lo que se encuentra fuera, a todo lo que nos brinda esta ciudad educadora.
Para analizar mi trayectoria me basare en la última dimensión en donde se aprende de la ciudad y simultáneamente se aprende la ciudad. Cuando uno no está acostumbrado a transitar por ciertos lugares, es mucho más difícil relacionarlo con la teoría, siendo algo que no conocemos, o lo hacemos poco. En un primer momento cuando empezamos a recorrer nuestro sector comenzamos a descubrir estos espacios que entraban en las diferentes dimensiones, dentro de la primera pudimos distinguir a qué “órdenes de medios, instituciones o situaciones con proyección formativa...” (Trilla Bernet, PP. 38) respondía cada espacio.
Al poner en práctica el debate y la observación minuciosa, tuve la posibilidad de superar la parcialidad y superficialidad de esos sectores de la ciudad, ya que, por nuestra rutina, el lugar de residencia, el trabajo, el estudio y/o el recorrido habitual, existía una concepción diferente del cuadrante, ya que no era un lugar de tránsito habitual, por lo que, me era totalmente desconocido. Este recorrido es una herramienta que produjo una ruptura a la parcialidad propia, de modo que me permitió conocer lugares que antes no lo hacía, viendo realidades totalmente diferentes a las que uno cree conocer, es así como esto me dio la posibilidad de acercarme un poco más, no solo al sector de manera más amplia, sino también a los espacios educativos que éste contiene y a los sujetos que concurren a éstos.
Dentro del recorrido del sector designado, pude observar una amplitud socio/cultural económica y política diversa, además se observa la evidente contraposición de realidades que conviven dentro de esta pequeña superficie de la ciudad.
Algo que llamo mucho mi atención durante el recorrido del sector N°4, es la diferencia social que existe de un lado de la avenida Güemes con respecto al otro; cuando caminaba por los barrios y cruzaba la avenida en dirección al barrio “Ranchos” se podía distinguir el abandono, por parte del municipio, de este sector. Se me vinieron a la memoria los conceptos de Rodolfo Kusch, como “Hedor” y “Pulcritud” siendo utilizadas, por el autor, como metáforas para describir dos formas opuestas de entender la realidad y la vida. La pulcritud puede manifestarse en la discriminación y exclusión de aquellos que no cumplen con las normas sociales preestablecidas; la pulcritud juega un papel fundamental en esta estigmatización, ya que se asocia la falta de pulcritud física o el vivir en condiciones precarias con la inferioridad y la marginación social.
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