My water friend (inglés-español)

My water friend

El día de hoy es 16 de septiembre del 2020, día de la independencia en México, María y sus papás se están preparando para el gran evento, aunque apenas son las 8 am, así que aún hay tiempo. A propósito, María es un tanto especial, bastante inteligente si me lo preguntan, a pesar de tener 15 años aún no define su camino de vida, pero le gusta mucho dibujar, dibuja más animales, así que si, tiene un sentimiento de apego hacia ellos, respecto a su vida en general ha vivido toda su vida en la ciudad y le encanta la escuela, es una nerd de closet, pero no le digan que les dije.

Dan las 11:30 de la mañana, María ya está lista para la tradicional obra de teatro en conmemoración al grito de independencia que dará lugar exactamente a las 12 del mediodía, seguida de los bailes regionales de su comunidad, donde ella es la protagonista. Andrés, el papá de María puso música tradicional así que el ambiente se siente bastante cálido y alegre -riiiiiing- Suena el teléfono de casa, su papá Andrés recibe la llamada, en un abrir y cerrar de ojos su mirada se torna seria y preocupada, su mamá Valentina se acerca tratando de deducir que pasa –Nos están quitando el agua- informa por fin su padre, y efectivamente, al abrir el grifo no salía ni una sola gota, salimos corriendo de la casa a toda prisa para subirnos a la camioneta y acudir al punto de encuentro que nos dijo Adrián, mi hermano.

Llegamos por fin, -Quédate en la camioneta María- le dice su madre –Pero... yo quiero ir- Replica María –Por favor, aquí estas a salvo María- Insiste su madre. María decide atender indicaciones, al cabo de 3 horas sus papás no llegaron, así que María decide bajar a ver qué pasa, se encuentra a unos 500 mts. de la Innagua, la institución encargada del control del agua en México, sus papás junto con otros campesinos estaban protestando arduamente.

De camino a casa, sus papás no le dijeron ni una sola palabra –¿Podrían tenerme la confianza de decirme que pasó, por favor? - Pregunta inocentemente María –Perdón María, no te corresponde cargar con el peso de esto, no te preocupes, todo está en orden- María calla durante todo el camino de vuelta, haciendo una clase de berrinche que pienso yo, fue comprensible.

María no dice ni una palabra al llegar y se dirige directo a su habitación, sus papás se sientan en el comedor a platicar -Agh, ¡No es justo! ¡Ya tengo 15 años y piensan que no tengo suficiente madurez para este tipo de temas! - Grita María con la cabeza hundida en la almohada –Tranquila, ten pon seguro que te dirán cuando lo crean conveniente- Le digo, aunque no pueda escucharme. María enciende la tele y pone las noticias en busca de respuestas, les dije que es bastante inteligente, -Bingo- Dice María, y efectivamente las encontró.

- ¿Cómo? ¿Cómo puedo ayudar a mis papás a evitar este robo?- María comienza a dar muchas vueltas cuando de repente se sienta en su cama, cierra los ojos con fuerza, y comienza a respirar, se toma 10 minutos haciendo esto, cuando de repente aprieta los puños, noto que comienza a enojarse, a sudar y yo empiezo a preocuparme... de tanta fuerza que ejerce le sale una lágrima, una lagrima que empieza a convertirse en llanto, aún tiene los ojos cerrados, la lágrima poco a poco comienza a convertirse en una corriente de agua, ahora definitivamente estoy preocupado,  se está formando una figura... es... ¿una vaca? Una vaca hecha de agua... María abre los ojos lentamente y le sonríe a su creación. –Desde hoy te llamarás Omega- Dice María. Ahora entiendo, es su nuevo amigo imaginario, su solución a esta situación, pero... ¿Cómo podría ser de ayuda una vaca hecha de agua?

-María, tenemos que salir, tendrás que quedarte sola en casa por unas horas, ¿Está bien? podrías repartir la composta al huerto de mientras si no es mucho pedir- Le pide amablemente su padre, aunque noto cierto grado de angustia en su voz- Si, está bien, ¿No me dirán a donde van, cierto? - Pregunta esperanzada María, su madre suspira -Bien, iremos al mismo lugar de ayer, no diremos más- Confiesa su madre –Gracias- Dice María.

Omega y yo acompañamos a María a repartir la composta, cuando Omega se acerca apuntando a su vez, a un grupo de cubetas con plantas en la superficie, si mis conocimientos no me fallan son lemna minor, mejor conocidas como “lentejas de agua” plantas poco estéticas para el lago en palabras de su padre, María las nota, después Omega apunta hacia el lago que está a 300 mts de distancia, María se queda pensando, y después se enfada, parece ser que recordó los acontecimientos de anoche, pues aventó con todas sus fuerzas las cubetas hacia el lago, que por cierto me atrevería a decir que es negro, todavía recuerdo cuando solía ser cristalino y habían peces nadando en él, era hermoso, solíamos ir a nadar con el papá de María cuando teníamos 10 años.

Dan las 12 de la medianoche y los padres de María aún no vuelven, por supuesto que ella decidió esperarlos y tratar de ganar la confianza de sus padres una vez más, lo sé porque estuvo practicando su discurso toda la tarde, que por cierto es bastante bueno, parecería ser que María fue a clases de oratoria, aunque no es así.

Sus padres jamás habían tardado tanto en llegar, evidentemente esto es preocupante para María, así que toma una decisión, talvez no sea la más prudente, pero decide salir a buscarlos, toma una mochila, mete en ella gas pimienta, dinero, agua, una soga, una navaja suiza y se dirige hacia la Innagua en taxi.

Llega a las instalaciones, es un edificio rodeado de bosque, si no fuera de noche sería más bonito, María ve sorprendida a sus padres de reojo, junto con más campesinos están dialogando con un señor importante, quien sabe quién sea. María se detiene y se esconde detrás de un árbol, -Ok, los encontré, pero todavía me falta encontrar mis propias respuestas- Le susurra a Omega quien por cierto lo noto más turbio respecto al color de su agua –Es imposible entrar por la entrada, y la entrada de los coches tiene guardias de seguridad ¿Por dónde podría ir? – se escucha un río cerca de aquí, al parecer es la peligrosa entrada que decide tomar María, aunque a la vez es la más segura, pues hay guardias en la puerta, protegiendo algo supuestamente importante.

Los 3 nos encontramos recostados a una distancia segura donde podemos observar sin problemas, María decidió ponerse lodo en la cara como camuflaje para hacerlo más emocionante, a lo lejos vemos un hombre vestido de traje dentro de una cabina del otro lado del río, el río por cierto va en sentido a Estados Unidos de América, y María lo sabe, el hombre de traje le entrega una maleta a un empleado y se sube a su carro con publicidad de “Happy meat”, no hay que ser muy inteligentes para saber que hay dentro de la maleta, pues el hombre de traje le enseñó un fajo de dinero al empleado en señal de muestra, María aprovechó para tomarles una foto.

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