Aprendizaje centrado en el estudiante

APRENDIZAJE CENTRADO EN EL ESTUDIANTE

El aprendizaje centrado en el estudiante es un paradigma educativo donde el foco de la clase pasa de estar en el profesor al alumno. En las clases tradicionales, a las cual estamos acostumbrados, el centro del aprendizaje se sitúa en el profesor, siendo este el encargado de trasmitir conocimientos de forma expositiva, mientras que los alumnos toman apuntes, memorizan y plasman aquellos conocimientos supuestamente adquiridos en un examen. Es así como funciona un aula tradicional, los alumnos poseen un rol pasivo y el maestro un rol activo.

Por el contrario, en el aprendizaje centrado en el estudiante se busca que el propio alumno se haga responsable de su proceso de formación. Este enfoque reconoce que cada alumno es diferente al otro, cada uno tiene su propio ritmo, interés, necesidad y estilo de aprendizaje.

Este modelo de aprendizaje tiene los siguientes principios:

• Individualización
• Participación activa
• Autonomía
• Colaboración
• Aplicación practica

El alumno construye su propio aprendizaje, pero, ¿Cómo lo hace?, antes de iniciar la clase, el alumno debe llegar con conocimientos previos que despierten su curiosidad sobre el tema tratar, para esto, el docente debe enviar lecturas y videos con antelación. Se cree erróneamente que el docente pasa a tener un rol pasivo en esta forma de aprendizaje, sin embargo, se necesitan maestros despiertos y dispuestos a ayudar a sus alumnos. El rol del docente es guiar a sus alumnos, crear una atmosfera que permita la libre expresión y motivación, resolver sus dudas, plantearles problemas, escuchar sus opiniones y exponer conceptos que complementen lo que el alumno ya aprendió por sí solo. Además, el maestro debe conocer la realidad y las particularidades de cada uno de sus alumnos para comprender su aprendizaje y orientarlo de la mejor manera.

Si bien es cierto, como ya mencioné anteriormente, el aprendizaje es individualizado, más no solitario, se necesita de un espacio donde se promueva el debate y discusión para compartir nuestras opiniones, estar abiertos al debate, aprender a argumentar, comprender puntos de vista, juzgar la veracidad de la información que se consume y a la revisión de nuestras propias acciones, es así como se origina el pensamiento crítico-reflexivo, vinculándonos con otros.

El aprendizaje centrado en el estudiante no busca que el alumno acumule los créditos necesarios para culminar cierto grado de educación, el principal objetivo es que este sea capaz de aplicar todo lo enseñado en su vida cotidiana, y la posibilidad de estar en concordancia con las exigencias del competitivo mundo laboral.

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