Ensaye sobre el color rojo
Enviado por Lucio Olivieri • 21 de Abril de 2024 • Ensayo • 1.422 Palabras (6 Páginas) • 28 Visitas
LENGUAJE VISUAL II CÁTEDRA: Ara Monti ALUMNO: Olivieri, Lucio Nicolás
EL ROJO Los colores primarios son necesarios a la hora de encarar una obra pictórica, sin embargo, no muchas veces los artistas conocen la esencia de los mismos en los materiales con los que trabajan. Continuando con esta serie de artículos sobre los colores, hoy nos centraremos en el rojo. Para iniciar esta disquisición, hablaremos del origen etimológico de la palabra, la cual deriva de los vocablos rŭssum o rŭsseŭs, del latín, y ἐρυθρό (eritro), del griego, que siempre hicieron referencia al color rojo. Sin embargo, existen muchas tonalidades de este color que reciben distintas denominaciones de acuerdo a sus componentes esenciales, tales como: rojo almagre, bermejo, bermellón, carmesí, escarlata, coral, Ferrari, vino y muchos otros. ¿De dónde provienen estas denominaciones y a qué se deben? Desde los inicios de la civilización, el hombre se valió de pigmentos que hallaba en la naturaleza para plasmar sus obras, es así que, a medida que la humanidad fue avanzando y realizando nuevas conquistas, fue descubriendo elementos que podían servirle para sus creaciones pictóricas que habían estado vedados a sus antepasados. El bermellón, del francés vermillon, debe su composición al cinabro o sulfuro de mercurio y fue utilizado por diferentes culturas, desde los griegos y romanos hasta los chinos; incluso se han encontrado manuscritos medievales iluminados con bermellón. Evidentemente, el rojo es un color imprescindible, al que los hombres de todos los tiempos han otorgado distintas valoraciones. La cultura árabe, por ejemplo, utilizó un rojo particular, el almagre o tierra roja, no solo en pintura artística sino también en alfarería. El almagre está compuesto principalmente por silicatos, aluminio y cuarzo y el color propiamente dicho es aportado por el óxido de hierro; se halla en su forma natural principalmente en laderas y montes. En tanto muchas tonalidades de rojo fueron aplicadas especialmente al arte, el caso del bermejo es particular, pues fue usado especialmente para teñir telas, su designación proviene del nombre de un gusano (kermes vermilio) del cual se extraía la preciada tonalidad. No se lo encuentra habitualmente en composiciones pictóricas pues fue reemplazado por el carmesí, que, si bien se obtenía de forma similar, las cantidades de materia resultante marcaron la diferencia entre ambos pigmentos. Este último fue ampliamente utilizado por los pintores renacentistas y artistas posteriores. El escarlata es una tonalidad intermedia entre el bermellón y el carmesí, pues se mezclaba con alumbre y daba una coloración “viva”; en un principio se daba esta denominación a un paño fino muy costoso y, con posterioridad, se comenzó a mencionar así a un cierto tinte para telas muy oneroso de color rojo, de donde se derivó el nombre de este tono. Un elemento siempre a la mano de las civilizaciones antiguas, especialmente de las mediterráneas, fue el vino. Ya Homero, en Odisea, nos cuenta cómo Ulises pudo embriagar al Cíclope Polifemo con el fuerte vino que los griegos producían 1200 años a.C. No es de extrañar que recurrieran a él para obtener no solo el placer de sus delicias sino los taninos para fabricar el tono tan particular que identifica a los vinos tintos. Se evaporaba el alcohol y se extraía el pigmento del concho del vino que luego se utilizaba para colorear pinturas o telas, de allí que, en muchos países, el rojo vino se denomina conchevino. Más actuales son, decididamente, el rojo coral y el rojo Ferrari. El primero se utiliza principalmente en la industria del maquillaje y se obtiene del coral rojo, del cual se desprende su nombre, en tanto que el segundo, utilizado por la escudería que le dio su designación, es un sello de la marca de automóviles y se desconoce su composición.
Sin lugar a dudas, el color rojo no puede pasar inadvertido en nuestras vidas, se lo asocia con la coloración de la sangre, con el fuego y con el peligro. Muchos sentimientos se tiñen de rojo, el amor, el deseo, la vergüenza, la fuerza, la pasión; e infinidad de elementos cotidianos lo tienen incorporado, desde el semáforo hasta la señalética en general, los botones que tienen una función importante, los carteles que indican prohibición, las tarjetas que expulsan a los jugadores de fútbol de un partido, los indicadores de “batería
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