Ensayo sobre la elocuencia
Enviado por Erick Figueroa • 17 de Abril de 2023 • Ensayo • 2.823 Palabras (12 Páginas) • 122 Visitas
ENSAYO SOBRE LA ELOCUENCIA
NOMBRE: Thania Samara Figueroa Bejarano
GRADO: Décimo
Gimnasio Británico Brighton
23/03/2023
RESUMEN:
La elocuencia, si, es fundamental para el día a día de una persona, esta define el éxito en una carrera, estudio e incluso el éxito en la vida personal, abre puertas y ventanas, de cierta forma da conocimiento, pero la elocuencia aparte de todo esto ES ARTE; Que más bello que esa sensación de sentirse extasiado; De sentarte alado de una ventana con música de ambiente y solo disponerse escribir una carta para alguien o nadie, hablando con el corazón y hacerte entender de manera asertiva y de una forma cautivadora influyendo en el lector, siendo elocuente, o sentarte en tu cama a hacer un ensayo de filosofía como “castigo” por aplaudirle a Mónica en formación ,y es que si, “ni que fuera modelo”.
-Que mamera despertarme tan temprano y sin alarma.
-¿Debería levantarme ya?
-Me hare un café
Bueno, así empieza mi día; Levantándome a las 7:30 de la mañana un sábado. Todo lo contrario, a mis planes pre planificados para día de hoy, pero al parecer mi reloj interno tenia otros planes, en fin, no estoy tan cansada realmente, descansé, es lo que cuenta, ¿no?
Me hare un café…
Me levanto y me dirijo hacia la cocina haciendo pequeños estiramientos de espalda, saludo a mis dos gatos, les brindo agua fresca y comida. Pongo música de ambiente para la mañana y para un café; Blues, que más le podría pedir a la vida, cuando ya es perfecta con un café caliente y blues por la mañana.
Preparo un café con mucha leche, me encanta de esa forma, ¡y bien dulce carajo!, que miedo a la diabetes ni que ocho cuartos.
Me pongo de espaldas a la cocina apoyando mi espalda baja en la barra, sosteniendo mi taza de café con ambas manos, me encanta sentir el calor del vapor que emana el café en mi cara…
Sonrío inconscientemente al ver como mi gato trata de cazar un ave que vuela tras la ventana, ¡y… AGH!, ¡EL ENSAYO!, no sé por qué mi mente se empeña en acordarme de todo a última hora, debería poner alarma de hoy en adelante para todo. Dejo mi taza como puedo sin regar el café en la barra de la cocina y salgo corriendo a ver mi horario -HMMM, ah, no bre, eso es pa´ mañana. Siento como mi alma y cuerpo descansa al enterarse de que el bendito ensayo no era para hoy, así que vuelvo a la cocina, cojo mi taza de café, mi deliciosa taza de café, y… empiezo a pensar: parce, ¿de qué hago el ensayo? Al instante se me vienen muchísimas ideas simultáneamente a la cabeza, -Nada común Samara.
No sé cómo, ni el por qué, pero recuerdo que mis amigos y personas cercanas me dicen que me complico para hablar, dicen que no tengo que embellecer las palabras para sonar interesante o intelectual, que no tengo por qué llamar la atención, dicen que me complico bastante. Y es que, no lo hago por eso, simplemente es léxico y nada más, es mi forma de expresarme, no tengo por que sonar como ellos quieren, ¿no? Es decir, no tengo que ser lo que para ellos es común si para mí lo común es lo opuesto a ellos o su ideal de léxico tal vez, o mejor dicho su “léxico común”. Para mí lo común en ese aspecto es ser y hablar como soy, simplemente así, nada más. Tal vez se deba al que me gusta leer y comprender el significado de esas palabras extrañas que no sabia que existían, e inconscientemente las eh usado en mi día a día, ese es mi “común”, y/o tal vez otra razón sea porque soy educada, y la educación, y la buena información te cambia tu forma de ser, tu forma de pensar y hasta te cambia la forma de hablar.
Y dije, de todas formas, mi manera de hablar les atrae de una forma u otra, les deja en que pensar, les cautiva a unos que otros, a otros solo les causa aversión, pero hago nacer de ellos sentimientos, influyo en ellos por mi forma de hablar, por mi manera de expresarme… Dicen que soy profunda y madura, que no me van las conversaciones superfluas, que soy perspicaz, elocuente. Tal vez lo sea, o tal vez no veo las cosas como los demás lo ven, bueno, estoy siendo redundante, básicamente si… ¿Soy profunda?
- ¿Elocuente?
Bueno, el caso de todo esto, es que ese pensamiento random, me ayudo a decidir sobre que quería hacer mi ensayo, -ELOCUENCIA…
Elocuencia, la elocuencia, ser elocuente, es la facultad de leer, hablar o escribir de modo eficaz para, deleitar, conmover, cautivar o persuadir. Esto no solo en palabras ya bien escritas o habladas, si no, también en la forma de expresión corporal que tienes. Es arte, si bien me lo preguntaran.
Me dirijo hacia el comedor, y allí me siento aun con mi taza de café a medio llenar. Me acomodo el cabello azabache un poco despeinado, para luego disponerme a ver por la ventana: Hay cuatro niños jugando futbol, hay una señora, aquella señora, con su hermoso perro (un lobo siberiano cachorro), a punto de salir del conjunto, (-lo llevará a mear de seguro, y traerá con ella una bolsa de pan como siempre lo hace), una chica cabizbaja que al parecer cuenta el dinero que tiene en sus manos, un man sentado al frente de la torre 20 con una poker en su mano derecha, y otro fumando a su lado. Cierro los ojos… Me encuentro ensimismada contemplando las ultimas tristes notas de “cold cold feeling” de Albert Collins, para luego enfocarme en el hermoso y melancólico Riff de “The sky is crying” de Gary B.B. Coleman, suspiro con aire despreocupado para luego abrir los ojos y fijarme en los niños que jugaban futbol, ya no lo hacen, en vez de eso, están sentados formando un círculo hablando unos con otros. El hombre con la poker y el que fumaba, ahora hablan entre ellos entretenidos, ah, y la señora, aquella señora se detuvo para hablar con la chica cabizbaja. –¿de que hablaran?, ¿será interesante?, todo este curioso acto, me llevó a revaluar lo que seria de mi ensayo… ¿Para que una conversación sea interesante tiene que ser elocuente?
Realmente creo que basta con que se pongan las cartas en la mesa con distintas opiniones para que una conversación sea interesante, bueno, claro, obvio, es relativo, ¿relativo a qué?, relativo al tema de conversación, y si eso te interesa, claro, es relativo también a los gustos de la persona, es relativo a la persona en sí, pero hablemos de forma general por favor.
Aquí en esta mesa, todos sentados, en una reunión cuyo propósito es hablar de cierto tema. Todos ponen sus cartas en la mesa, aquí se encuentran las opiniones positivas, las negativas, las dubitativas, las que se responden solas, etc. Así mismo esta diferencia de opiniones las dan distintas personas con distintas opiniones, valga la redundancia. Empiezan a hablar respecto a las cartas que están en la mesa, frente al tema, claro. Aquí, como bien lo dije antes, existen diferentes personas totalmente distintas: Unas serán ignorantes y dirán puras estupideces o irracionalidades, otras solo escucharan, otras solo vomitarán lo primero que se le venga a la mente, otro tendrá un léxico muy refinado, otro tendrá un léxico más coloquial, otra persona tendrá una excelente elocuencia, otra no la tendrá tanto, pero se sabrá expresar y así sucesivamente. Lo importante aquí, es hablar, conversar, en mi opinión digo que lo fundamental para que una conversación sea interesante son las opiniones distintas, la buena disposición para hablar de aquel tema. La elocuencia por otro lado, es algo aparte, va más a una aptitud de cada quien, lo cual también es importante para la vida, es más como un don, es una ayuda, una ayuda para la vida en general, el ser elocuente trae muchísimas ventajas, es como saber usar la psicología con los demás, al menos yo lo veo de esa forma.
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