Gatotas el Gato
Enviado por Matias Rodriguez Sebastián • 23 de Mayo de 2023 • Tarea • 960 Palabras (4 Páginas) • 38 Visitas
Garrotas, el gato obeso. [pic 1][pic 2]
“¡Guau! ¡Un gatito, me encanta mamá!” decía el rechoncho Augusto en su cumpleaños 12 con la boca llena y el cuerpo bañado en grasa Hans del almuerzo, agitando al felino bebé en el aire de un lado a otro.
Y es que Augusto era el consentido de la excéntrica y voluptuosa familia Pezzados, elite en el extraño país de Norgland, no podrían negarle al gato que pidió ayer. No lo castigarían si decidiera matar al gato y comérselo ahí mismo pues, los magnates Glotón y Pan’zita, habían dado la vuelta a su mundo para que girase alrededor de los caprichos de Augusto, la estrella más grande que hacía explotar sus polos nuevos.
Por Augusto, además, se habían afiliado hace años con la compañía Hans, una proveedora de alimentos grasosos, cuyo dueño se había vuelto muy amigo suyo y ellos vuelto en sus mejores clientes.
Se puede decir que Garrotas, el nombre que le puso al gato, se convirtió en el Augusto de Augusto, quien repetiría su crianza en él. Garrotas se convirtió en un gato gordo, tonto, vago y feliz como su dueño. También siguiendo la dieta del veterinario y pediatra Doctor Hans. La dieta consistía en que el gato podría comer todos los productos Hans que desee. Por esto alcanzó 30 kilos a sus cortos 8 meses de vida.
Hasta que llegó un día que empalideció a Augusto, y por ende a toda su familia. Garrotas no se movía. Permanecía estático en el piso. Masticar era el único ejercicio que había practicado y no hacía ni eso.
Hans se encontraba de viaje, por lo que no pudo ayudar. Así que los padres tuvieron que buscar un veterinario real. El doctor que llegó, veterinario Saul, le dio a la familia buenas y malas noticias. La buena es que Garrotas no estaba muerto, ni en coma. La mala noticia, es que Garrotas no se podía mover porque estaba tan gordo que la grasa en sus articulaciones se lo impedía. Advirtió el veterinario que, si esto seguía, todas sus articulaciones podían quedar inútiles y el gato se convertiría en un peluche.
A los padres de Augusto no les pareció mal, su hijo también quería peluches. Pero Augusto se escandalizó y empezó a preguntarle al doctor Saul que podría hacer para que su gato mejore. La respuesta dejó helada a toda la familia Pezzados, por un momento se lo tomaron como ofensa. “Ejercicio y dieta”
Los siguientes días fueron duros para Augusto, hacer que el gato hiciera ejercicio no era trabajo sencillo. Augusto debía correr con él, saltar con él, jugar con él, cosas a las que ninguno de los dos animales estaba acostumbrado. También dejaron de comprar productos Hans, pues Augusto lo consideraba una tentación para él y para Garrotas. Se mantenía determinado a pesar que ahora parecía que Garrotas lo odie.
En otro lugar, Hans disfrutaba su estadía en una Miami, se endeudó pagando vacaciones que sabría que podría pagar. Poco tardó en darse cuenta que sus números desaparecían. Una llamada al señor Glotón le aclaró todo. Su rostro asiático enrojeció de ira, pero planeó algo… Iba a recuperar a sus clientes.
Hans espío a la familia por una semana entera. Tras 2 meses desde que Garrotas y Augusto empezaron la dieta, toda la familia se veía saludable. Eso le asqueaba. Notó a Garrotas muy infeliz, cada vez que pasaba veía en los ojos del gato que espera que le entregue un nocivo alimento alto en grasas saturadas.
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