Habla solo si es mejor que el silencio

"Habla solo si es mejor que el silencio"

TEXTO ARGUMENTATIVO

Yolinda Vara Alvarado

El otro día presencié una escena en la Plaza de Armas de Huánuco, que me conmovió profundamente. Estuve a punto de intervenir, pero dudé de si sería una buena idea y no lo hice. En un banco, estaban una madre y un hijo de unos 10 años. El niño tropezó en la vereda, cayéndose y lastimándose las rodillas. De repente, con la cara invadida por la ira, la madre le empezó a gritar: “qué torpe eres; mira que eres inútil, cómo se puede ser tan idiota…”. No soy quién para juzgar a esa madre, pero sí puedo afirmar que esa comunicación no fue adecuada, que ese no es un buen mensaje para un hijo (y menos en público). La cara del niño lo decía todo… una mezcla de vergüenza, resignación y, sobre todo, dolor… Qué fácil es herir a alguien y de seguro será difícil repararlo, pero muy difícil.  

Habla solo si es mejor que el silencio, es una de muchas frases célebres que nos ha dejado Mahatma Gandhi (1869-1948). La sabiduría y la vida de este personaje fueron únicos; ojalá se volvieran el saber y la vida de la humanidad entera, para que la fraternidad y la justicia se hicieran realidad en nuestro mundo.

Alejandro Jodorowsky (1929) artista, cineasta y escritor chileno, en varias de sus entrevistas decía: “Procura que tus palabras sean tan bellas como tus silencios” equivalente a la frase de Mahatma Gandhi. A veces sencillamente no hablar, puede ser mucho más conveniente que decir las palabras incorrectas.

Muchas veces, hablamos por hablar, como una forma de llenar espacios, con comentarios banales o charlas insustanciales, otras veces decimos cosas de las cuales luego tenemos que arrepentirnos, hablamos sin pensar y sin medir el alcance de nuestras palabras y sus consecuencias. No somos conscientes de que las palabras lastiman. Hablar sin pensar puede herir, ofender y llevar a cometer injusticias.

De la misma manera que siempre hay un “para qué hablar”, también puede haber “por qué no hablar”, no hablar porque no hay nada bueno mejor que el silencio. Hablar es barato, pero las palabras incorrectas pueden hacer que lo pagues caro.

Termino estos pensamientos con el título de una trova mexicana, del compositor, Cervera Rosado (1915-2001): “El silencio es mejor”.

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