La música como recurso para una calidad educativa

LA MÚSICA COMO RECURSO PARA UNA CALIDAD EDUCATIVA

Por. Cristóbal Colón Benítez*

“No podemos hablar de una educación integral, si el componente artístico no hace parte de ella”

La educación que reciben hoy nuestros niños y jóvenes y su correspondencia con la dimensión del arte en la escuela es un tema del cual se ha venido hablando bastante y de pronto despierta menos trascendencia cuando en la afanosa carrera de la informática se desestima el elemento más importante de la educación: Lo humano.

A pesar de los postulados de los distintos modelos pedagógicos, la escuela en la praxis, pareciera alejarse paulatinamente del carácter humanístico de la educación, privando a los educandos de la oportunidad de explorar su sensibilidad a través del acto sublime de la creatividad y por consiguiente del sentido socio crítico ante el mundo que les rodea.

Resulta paradójico, por decir lo menos, que en los modelos educativos de la antigüedad el arte fuera un elemento fundamental en la formación de los alumnos, principio este, retomado por los pedagogos modernos que han visto en la danza, la música, la pintura, etc. un recurso esencial para la transmisión de conocimiento. Entonces es poco comprensible que en nuestras escuelas este componente se deje en un plano de menor valía siendo incluso que se haga mayor énfasis en la aprehensión de un conocimiento meramente academicista de manera memorística o simple repetición.

Pero más sombrío es el panorama, si en los programas de formación docente, encontramos futuros formadores de niños con pocos elementos de juicio estético y falta de sensibilidad artística que difícilmente pueden usarlas como recurso pedagógico; de igual manera, existen otros elementos que afectan el normal desarrollo de la actividad artística, desde el punto de vista pedagógico, dentro de la escuela. Por un lado, está la carencia de personal preparado para esta tarea y por otro la percepción de los directivos docentes para abrir los espacios necesarios para que los sueños sean posibles, para que la fantasía y utopía libere tanto a los entes en formación como a los docentes mismos, de lo rutinario.

Nada resultaría más fácil para un niño que aprender el concepto de las cosas a través de un juego coreográfico, un canto o una ronda. Es que los conceptos que quedan mejor grabados en la memoria son aquellos que son dados en consonancia con una actividad artística.

Veamos un poco la descripción del aporte de actividades artística desde el punto de vista pedagógico:

La música como actividad pedagógica permite fijar en los niños posibilidades de desarrollo de la atención, la memoria, respiración, concentración, psicomotricidad; además que al joven que asiste a la educación básica y media le permite reconocer la música de su entorno como valor de identidad cultural mediante el estudio del folclor y en la universalidad ofrece la posibilidad de distinguir los diferentes períodos y movimientos musicales de la historia a través de la apreciación musical; al mismo tiempo que habilita al estudiante en el desarrollo de destrezas en la práctica instrumental y la educación de su propia voz.

La música como lenguaje universal ofrece la oportunidad de comprender y asimilar diferentes sonidos como inmensa posibilidad de desarrollo de la percepción auditiva. Es sorprendente, por decir lo menos, la gran influencia que ejerce la música en el desarrollo del ser.

A partir del estudio de los estímulos sonoros algunos pedagogos han encontrado en la música un elemento fundamental en las actividades escolares, sobre todo en el trabajo con niños, y a partir de sus métodos han querido contribuir a la formación de un nuevo ser pensante, al aumento de la capacidad lectora, al desarrollo de la inteligencia, el desarrollo sensorial y el desarrollo motriz, entre otros.

Cuando se habla de música en el contexto de la escuela, como una herramienta pedagógica que deben tener en cuenta los educadores, no es un simple cuento sin fundamento alguno, ya que a lo largo de la historia en el desarrollo de la humanidad ésta ha jugado un papel de mucha importancia. En la antigua Grecia, por ejemplo, la música tenía el mismo grado de importancia en la educación que las matemáticas y la filosofía. En las siete artes liberales, que en educación eran los temas del currículo antiguo y medieval, comprendían, la gramática, la lógica, la retórica, la geometría, la aritmética, la astronomía y la música.

“La actividad académica medieval se dividía en el elemental trívium y el más avanzado quadrivium. El trívium comprendía gramática (que englobaba también el estudio de la literatura), retórica (que también cubría el estudio del derecho) y lógica o dialéctica. Completar el trívium daba al estudiante el grado de diplomado. El quadrivium comprendía aritmética, geometría (que englobaba geografía e historia natural), astronomía (a la que se solía añadir astrología) y música, principalmente la referida a la eclesiástica. Una vez terminado el quadrivium, el estudiante era recompensado con el título de licenciado en artes”.

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Pero también las investigaciones realizadas desde mediados del siglo XX han encontrado en la música de los grandes compositores como Mozart, virtudes terapéuticas a través de las composiciones musicales, (el efecto Mozart), y se ha llegado a establecer una nueva disciplina: la musicoterapia.

Algunos estudios científicos acerca del tema han llegado a la conclusión que escuchar música clásica puede aumentar la memoria y la concentración, puede mejorar la habilidad para resolver problemas relacionados con la matemática de razonamiento complejo y que estudiar un instrumento musical fomenta el razonamiento espacial. Un niño de 3 años, por ejemplo, puede aprender conceptos básicos de matemáticas mediante el ritmo.

Hoy en día, en lo referente a la educación musical, se han creado muchos métodos de enseñanza los cuales han dado muy buenos resultados y son materia de aplicación en escuelas de diferentes países; entre ellos tenemos: El método Dalcroze, Orff, Kodaly, Suzuki, Williems, que son entre otros, los más apetecidos por los maestros de educación musical.

Es en Europa donde con mayor énfasis se da la aplicación de la música como elemento esencial de la formación de los niños, los principales estudios y experimentos se han realizado en las escuelas europeas y luego transmitidas al resto del universo por sus altos resultados en el desarrollo integral y de la creatividad de los educandos. En Latinoamérica cabe destacar las experiencias de México, Cuba, Argentina y Chile y es precisamente de este último que tomamos una referencia expuesta en un trabajo realizado por Patricia Castillo Guerrero denominado INCIDENCIA DE LA MÚSICA EN EL DESARROLLO DE HABILIDADES LECTORAS que nos comenta lo siguiente:

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