Relato trabajo colaborativo. Caso Carlitos

RELATO TRABAJO COLABORATIVO

Carlitos, el niño con más suerte de la cuadra, tenía todo lo que un niño de 8 años podría desear. Sus padres le compraban los mejores juguetes, lo llevaban a los mejores parques de diversiones; sus vacaciones eran siempre en los sitios de moda, tenía todo en el mundo para sí mismo. Sin embargo, no tenía un hermano y al no tener con quien jugar, no aprendió a compartir sus juguetes. Un día vió que los niños del barrio jugaban en la calle frente a su casa. Esto le causó mucha curiosidad, así que decidió hablar con los chicos para que lo dejaran jugar con él. Luis y Daniel, dos de los niños del barrio, se sorprendieron al ver que el niño que tenía de todo para entretenerse en su casa quisiera que lo hicieran partícipe del juego; entonces le dijeron que sí, pero le advirtieron que el balón que tenían estaba muy viejo y gastado. Al ver el balón, Carlitos pensó que era buena idea sacar su pelota de fútbol nueva para que pudieran jugar mejor.

En medio del juego, uno de los niños pateó el balón tan alto que este quedó atrapado en el jardín de un vecino; quien tenía un perro muy bravo, porque no le gustaba que los niños jugaran cerca de su jardín. Carlitos se enfureció tanto al ver que había perdido su pelota, que decidió irse a su casa refunfuñando y jurando que jamás volvería a jugar con ellos.

Una vez que llegó a su casa, planeó la manera de recuperar su pelota para evitar que sus padres lo regañaran si llegaran a darse cuenta que la había perdido. Carlitos salió de su casa decidido a recuperar su pelota a como diera lugar; así que se voló la reja de la terraza del vecino, pero antes de caer al piso, el perro ya le estaba esperando. Carlitos corrió por su vida ya que el perro lo perseguía ladrando fuertemente y exponiendo sus fieros colmillos. Carlitos se sintió fracasado porque jamás encontraría una forma de recuperar su pelota antes que sus padres lo notaran. Luis y Daniel lo vieron volarse la reja y salir corriendo por todo el jardín hasta lograr escaparse del perro. Se acercaron a él y ofrecieron su ayuda, explicándole que tres cabezas piensan mejor que una. Planearon una nueva estrategia para lograr rescatar el balón. Trabajando conjuntamente, Luis distraía al perro del otro lado del jardín, Daniel vigilaba los movimientos del vecino mientras Carlitos traspasaba la reja y recuperaba su pelota. De este modo, los niños trabajando juntos lograron ayudar a Carlitos a recuperar su balón y este les dijo que lamentaba mucho haber dicho que no volvería a jugar con ellos. Carlitos no sólo evitó que sus padres lo regañaran, sino que también ganó nuevos amigos. Así queda demostrado que cuando se trabaja en equipo, la empatía es un factor preponderante; se debe pensar en el beneficio de todos, ya que todos tienen el mismo objetivo: una culminación feliz y un alcance de las metas y propósitos trazados.

...