ACTO JURIDICO 1

HISTORIA

 En la Cumbre de junio de 1997, en Denver, Colorado, la reunión de líderes fue bautizada como "Cumbre de los Ocho", pues Rusia asistía por primera vez en calidad de socio y no como observador, como venía haciendo hasta entonces. Pero tampoco fue miembro de pleno derecho.

Rusia, a pesar de pertenecer al Grupo, ha estado marginada en el debate de los temas económicos y financieros del G8, al no pertenecer aún a la Organización Mundial de Comercio (OMC) por sus discrepancias con Estados Unidos, único país con el que Rusia aún no ha concluido las negociaciones comerciales bilaterales para acceder a la organización multilateral.

Al principio, las cumbres estuvieron marcadas por la cooperación monetaria. En los años 80 destacó la cooperación internacional en materia de ambiente, política de seguridad y de asuntos exteriores. Desde finales de la década de los 90, se centran cada vez más en los desafíos económicos, políticos y sociales que requieren respuestas por la globalización.

Para ampliar un poco más, diremos que la década de los ochenta proporcionó al G7 una influencia inesperada: la crisis de endeudamiento de 1982-1983, la cual tuvo como consecuencia que los países del sur dependieran de las instituciones financieras internacionales, donde el G7 tenía gran influencia. Debido a su afán de imponer un modelo de liberalización del mercado de capitales y sin otra opción, estos países tuvieron que apegarse a las medidas del ajuste estructural del Banco Mundial y el FMI.

Por otro lado, el derrumbamiento del bloque socialista a finales de los ochenta representó una pauta importante en el G7, marcó un antes y un después. Durante los años anteriores, la agenda de la cumbre fue constantemente ampliada, junto a los temas económicos estaban ahora entre otros el terrorismo, el SIDA, el clima y el desarrollo en la orden del día. Las cumbres y las declaraciones finales se habían vuelto cada vez más extravagantes.

A la caída del muro en 1989 aparecieron nuevas “reglas de juego”. Ahora todo era global, concernía a todo el mundo, y el estruendo general de la reunión en la cumbre permitió que el G7 tomase rápidamente una nueva posición. La ONU estaba demasiado desmembrada para tomar un puesto de dirección en el nuevo orden mundial, en cambio el G7 pudo establecerse como un foro eficiente y competente para las cuestiones globales. Sin embargo, la celebración del poder que rodeó la cumbre, no pudo impedir que los estados participantes y el G8 como unidad, perdiesen en los últimos años cada vez más poder de influencia.

 Véase en: http://www.adital.com.br/site/noticia2.asp?lang=ES&cod=25731

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