Análisis sobre la Tercera Carta del libro Resistencia de Ernesto Sábato
Enviado por pmejia28 • 17 de Julio de 2020 • Ensayo • 535 Palabras (3 Páginas) • 2.791 Visitas
Análisis sobre la Tercera Carta del libro Resistencia de Ernesto Sábato
“Entre el Bien y el Mal”
Por lo general el hombre cuando está pasando por dificultades y problemas, anda en una búsqueda, esa búsqueda siempre está intrínseca con los otros seres humanos, que hacen como un sostén, que lo mantiene, que lo nivela y que no lo deja caer.
Tristemente en la sociedad actual se menosprecia a las personas que ya no trabajan dada su edad, como los jubilados o los que no generan un aporte con su trabajo, son tratados como desechables, inservibles. En este momento, la sociedad solo se preocupa por producir cosas y como estas personas no producen, son excluidas y son mandadas a lugares de alojo para que no “estorben”.
Es muy interesante este capítulo ya que el autor nos ubica al ser humano desde el punto de vista materia, en su empeño por tener más, por conseguir, más, por anhelar lo que no tiene. Siempre pensamos en lo que tendremos en el futuro, estudiar, trabajar, y llegar a tener, tener y tener. Pensamiento egoísta que mira el individualismos de los seres desaprovechando las ventaja que tiene vivir, conocer y compartir con los otros experiencias y conocimientos.
A través de la historia los seres humanos se han preguntado ¿De dónde sale el bien y de dónde el mal? Y la verdad se puede concluir que de ahí cada quien debe tener la capacidad de entender lo que es bueno y lo que es malo, y de acuerdo con su criterio. Elige cual es el camino a seguir.
Desafortunadamente cada acción individual dada en nuestros pueblos perjudica en gran manera el bienestar común, esta es la tendencia actual, pensar en el bienestar propio, es la raíz de los conflictos sociales.
Educar en el amor por los demás, y enseñar que si trabajo y vivo en compañía, que ubique los que van a beneficiar a todos los demás dentro de los objetivos comunes, tendrá un resultado exitoso donde todos estaremos bien y contentos. La educación se brinda como bien, la cultura forma a los niños, pero cuando se intenta transformar a los niños es equivalente a matar la vida, porque cuando se cambia a alguien es como cambiarle su forma de vivir y de pensar, ósea que no es el.
Escuchar y conocer las ocurrencias de los niños y los jóvenes, valorar la experiencia de los ancianos sería el punto de partida de una sociedad que busca la participación de todos para vivir del bienestar de todos.
Hay que enseñar a valorar, cuidar y prevenir las guerras, de ellas viene dolor y muerte. “qué horror y qué tristeza, la mirada del niño que perdimos”. Porque cuando perdemos esta mirada significa que ya no estamos sacando lo bueno a las cosas, la creatividad del niño queda extinguida y el individualismo y la busca del bien propio comienza.
Llega un momento donde este individualismo nos lleva a la perdición, y nuestro único respaldo es Dios aunque él está encadenado, porque no se percibe entonces el mal se evidencia sin demostración. El alma del hombre anhela el bien (amor) y el mal nos seduce sin saber el sufrimiento que le hacemos a los demás.
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