Córtazar. Hay que ser realmente idiota para. En La vuelta al día en ochenta mundos. México: Siglo XXI Editores
Enviado por Diego Vargas ^.^ • 25 de Julio de 2016 • Reseña • 422 Palabras (2 Páginas) • 2.475 Visitas
Cortázar, J. (1967). Hay que ser realmente idiota para. En La vuelta al día en ochenta mundos. México: Siglo XXI Editores
Una idea de qué es idiotez, es lo que expresa el escritor argentino, nacido en Bruselas y fallecido en París, Julio Cortázar en su texto, hay que ser realmente idiota para…; el cual es tomado del libro la vuelta al día en ochenta mundos que fue publicado en México en 1967. El libro más importante de Cortázar es Rayuela de 1963.
Cortázar en el texto a reseñar, expone su pensamiento y su sentir con respecto al hecho de ser idiota, para ello emplea vivencias de su cotidianidad y logra exponer, ejemplificar y aclarar este aspecto. Además lo coloca dentro de las singularidades más importantes de la vida del ser humano, pues se debe ser sentimental, vivir y sentir cada simple cosa de la vida y la naturaleza, olvidándose de ser racional, crítico y comparativo.
Una muy buena e interesante reflexión es la que propone el autor en su texto, pues invita a despojarnos de todos aquellos prejuiciosos fríos y calculadores que tendemos a realizar, sin percatarnos de que podemos sentir y maravillarnos con cosas simples, sin importar que sea una pintura de Da Vinci, una composición musical de Beethoven, una obra teatral de Shakespeare o una simple gota de agua, una invitación a ser realmente estúpidos, a olvidarse de la razón y entregarse enteramente a los sentimientos. Pero debemos ser conscientes también de que las emociones en ocasiones no son confiables y pueden volverse en contra, tanto que pueden enceguecer a la persona y distorsionar su realidad, al igual que sucede con quienes solo hacen uso de la razón e ignoran sus sentimientos. La crítica constructiva y la opinión son las que han hecho al ser humano cada vez mejor, pues incita a su auto superación y perfección, por lo que no sería conveniente suprimirla.
Se puede concluir entonces, que aunque considero que el texto presenta un punto de vista muy válido e interesante, no hay llegar al extremo de dejarse llevar solamente por los sentimientos y dejar de lado la razón, pues es ella, la que en parte nos hace ser distintos (no superiores) a los demás animales.
“Me gusta la gente sentipensante, que no separa la razón del corazón. Que siente y piensa a la vez. Sin divorciar la cabeza del cuerpo, ni la emoción de la razón” Eduardo Galeano.
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