Cadáver Exquisito.
Enviado por Ana Palmera • 20 de Marzo de 2017 • Trabajo • 569 Palabras (3 Páginas) • 178 Visitas
Salió un tomate Morado.
Aún no existía nada, era todo un vacío; solo existía el amor, la muerte y unos cuantos destellos de luz que a través de los cabellos de la nada creaba ligeros colores. La muerte se limitaba a tapar los destellos de luz para que el amor se entristeciera por la desaparición de los hermosos colores. Parecía u juego sin fin; la luz llegaba, el amor gritaba exaltado la buena nueva – no tan nueva – de los colores y la muerte corría a generar sobra, el amor lloraba, mientras la muerte se mofaba e iba a dormir. Amanecía y la rutina diaria de nuevo comenzaba: amor feliz, muerte malvada, amor triste, muerte contenta, anochecer, amanecer, otra vez. Pero bajo esta vida rutinaria nació de la nada margen de contagio, una dualidad pintada con los colores de lo lúgubre y llenó de la alegría de la vida.
Llamado a veces como el arriba es abajo; un tomate morado llegó a la huerta de la vida, dejando en claro que la muerte y la vida pueden convivir en un mismo espacio, he igualmente ser parte del ciclo natural de las cosas. Pero para el resto de los tomates no era entendible un suceso de tal magnitud y lo único que le ofrecían al nuevo vecino de la huerta era desprecio y rechazo, dándole a la vida un nuevo motivo para seguir adelante.
Ya que el tomate morado sabía en el corazón que tarde o temprano lo iban a aceptar, porque dentro del fondo de la huerta todos eran especiales y su única diferencia con los otros era el color, ¿O eso creía él? Ya que un día durante el proceso de cuidado y regado de agua por parte del granjero, este preguntó a su esposa: “Querida, ¿Por qué hay una berenjena en los cultivos de tomates?, a lo que ella respondió: “¿Cuál berenjena viejo loco?”; entonces el granjero como máximo exponente del patriarcado agarró un tomate morado que vio en el cultivo y se lo tiró a su mujer y la regañó y la mandó a traer comida, pero la mujer como activista Feminazi agarró la berenjena – El tomate morado, sino que la vieja esa está como ciega – y se la tiró a su marido indicando que era una mujer independiente guerrera.
Este escenario se ve a diario en Medellín, en muchos vecindarios. Violencia intra familiar, pequeños niños a la deriva no encuentran una guía, pensamientos vacíos en guaridas desconocidas, contaminación mental parece oxigenada. No sé si solo pasa en el hemisferio occidental y en el oriental, pura contaminación para no pensar o no sé si piensan en progresar, si se piensa solo en sexo y en comida en mi bella ciudad… No sé qué pensar es la realidad.
Pobre tomate morado, du vida está siendo algo desafortunada; rechazado por sus compañeros rojos y jugosos, estropeado por quien no lo sabe apreciar. ¿Resultará este el final?, ¿La vida distinta no florecerá?...Preguntas y más preguntas.
Así pues, comenzando desde el gobierno de la nada con los juegos de la muerte y el amor, pasando por un tomate soñador inaceptado e incomprendido por sus iguales y sus mayores, hasta la encrucijada situación de una ciudad lejana llamada Medellín; la cuarta convención anual interdimensional, abre sus puertas a todos aquellos quienes, deseosos de abrir sus horizontes, compartan historias de sus mundos y escriban en conjunto el telar de la memoria universal.
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