Cancer de Seno se desarrolla con un tumor maligno que se origina en las células del seno

Cáncer de Seno

        El Cáncer de Seno se desarrolla con un tumor maligno  que se origina en las células del seno. Un tumor maligno es un grupo de células cancerosas, es decir, que pueden crecer penetrando los tejidos circundantes y/o se propagan a diferentes áreas del cuerpo.  La mayoría de los cánceres de seno comienzan en las células que recubren  los conductos. Pero, algunos se originan en las células que recubren los lobulillos, mientras que un pequeño número se origina en otros tejidos. Regularmente se presenta solo en mujeres, pero no, también afecta al hombre.  Esta enfermedad afecta a una de cada ocho mujeres durante sus vidas y específicamente, es el factor más alto de muerte en mujeres de Estados Unidos. El Cáncer de Seno, o cualquier otro tipo de cáncer, causan daños físicos, internos y/o mentales en la persona enferma, y a todo lo que la rodea.

        El signo más común del Cáncer de Seno es la aparición de una masa o protuberancia en el seno. Una masa no dolorosa, dura y con bordes irregulares tiene más probabilidad de ser cáncer, aunque los tumores cancerosos pueden ser palpables, blandos y redondos. Incluso, pueden causar dolor. Por esto, es importante examinar cualquier masa o protuberancia nueva. Algunos de los síntomas del cáncer de seno incluyen, la hinchazón de parte o todo el seno, irritación o hendiduras en la piel, dolor en el seno o pezón, contracción de los pezones, enrojecimiento, descamación o engrosamiento de la piel del seno o pezón, entre otros. Los efectos físicos, emocionales y sociales de la enfermedad pueden resultar estresantes, hay quienes tratan de controlar el estrés adoptando comportamientos de riesgo como fumar o tomar alcohol. Por el contrario, se ha demostrado que la mayoría responden a la enfermedad con procesos de relajación y manejo del estrés.

        El apoyo social y emocional ayuda al paciente al sobrellevar el estrés. Dicho apoyo ayuda a reducir los niveles de depresión, ansiedad y los síntomas relacionados a la enfermedad.  La familia es el principal apoyo del paciente, ellos no están enfermos, no toman tratamientos, pero sin embargo soportan una gran carga emocional. Su trabajo es brindar esperanza al paciente aunque dentro de sí haya miedo, impotencia e incertidumbre sobre el estado del paciente. Por eso, a su vez también requieren de apoyo y comprensión de quienes les rodean. Es importante saber que cada familiar reacciona diferente, dependerá de la relación con el paciente, ya que no es lo mismo ver enfermo a un padre o a una madre, que a un hijo.

        La sinceridad es la mejor arma para ofrecer lo que no podemos dar. El decir “Estoy aquí, se feliz, no estás solo”, es una de las cosas que el paciente necesita oír y lo nos resume como cuidadores. Es crucial ser conscientes de la situación y no obviar la situación, sino ser responsables. Es evidente que esta enfermedad no es un juego, sino una lucha. Una lucha larga, difícil, que puede acabar bien como puede acabar mal. Pero, está en ti, sobrevivir o no a la enfermedad. Después de todo, Dios no da una cruz con la que no puedas.

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