Capítulo 8- Movimientos del cuerpo y ademanes
Enviado por exso • 16 de Abril de 2017 • Trabajo • 736 Palabras (3 Páginas) • 298 Visitas
Capítulo 8- Movimientos del cuerpo y ademanes…
El capitulo 8 habla acerca de los movimientos y correctos ademanes que un expositor debe de tener, tal vez el caminar no sea lo correcto, ya que expresaras nerviosismo, entonces para evitar eso, es mejor solo dar unos cuantos pasos, cuidando los movimientos que hacemos, y también cuidando el NO dar la espalda al foro, ya que es de mala educación y poco profesional.
También nos habla de la importancia de los ademanes, nos dice que estos san tan importantes como la voz, ya que con ellos llamaremos la atención de las personas reforzando el mensaje que les queremos transmitir.
Los ademanes son una herramienta muy útil y fuerte, ya que expresan confianza y seguridad en el expositor, y por lo tanto captara más rápido la atención del foro, pero también hay que tomar en cuenta que así como son una herramienta muy útil y fuerte, el mal uso de ellos también puede ser un factor muy peligroso, ya que también pueden provocar la distracción y confusión del foro.
Es por eso que todos los movimientos de los expositores deben de ser intencional, congruente, y estos no deben de cortar o romper el contacto visual además de que debemos de saber o persuadir en que momento es correcto el uso de ademanes y en qué momentos no, y por último y más importante, deben de ser NATURALES estos movimientos.
Capítulo 9 – improvisación-
En lo personal, este capítulo y esta lección en especial me sirvió demasiado, ya que yo confundía demasiado este término.
El rector lidias nos dice que el improvisar es una de las oportunidades para hablar en público, que más se presentan en nuestra vida cotidiana, un ejemplo muy claro que nos da el rector es el de una boda, entonces de la nada dicen, invitamos a Juan bar a decir unas palabras, entonces lo que tiendes a hacer es quedarte paralizado, o muchas veces no sabes ni que decir, entonces caemos en un gran error, y en ocasiones suele pasar que rompemos la regla de oro, que como ya sabemos, nos dice que no hay que hablar de lo que no sabemos o conocemos.
A lo que primero que debemos de recurrir es a analizar que todo discurso por lo general siempre va a tener una parte intelectual y otra emocional. La combinación ideal se da cuando dominamos previamente la parte intelectual, formada por la construcción y práctica del mensaje, para que, resuelta esa parte, en la tribuna demos paso a la emoción, gracias a la libertad que nos ofrece una buena preparación.
Desgraciadamente el tiempo para prepararnos al tener que improvisar es muy limitado, por lo tanto lo mejor que podemos hacer en estos casos es hablar de forma sencilla, con naturalidad, sin preocuparnos si somos elocuentes o no, y tocando los aspectos sentimentales del tema.
Según el rector Lidias al improvisar, el tiempo ideal para hablar es el mismo tiempo que tarda un huevo tibio en cocerse, no conviene excederse, ya que tu preparación
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