DIARIO DE LA ANTÍTESIS DE MERSAULT.
Enviado por Juan Diego Lahidalga • 10 de Mayo de 2016 • Informe • 1.525 Palabras (7 Páginas) • 273 Visitas
The Victoria School
Diario de la antítesis de Meursault
Trabajo de literatura mundial 2
Juan Diego Lahidalga Correal
Lengua A1: NS
Código del colegio: 2373
Código personal: dhk290
Código del candidato: 002373 - 007
Número de palabras: 1,454
Introducción
Considero que la forma de actuar de Meursault, la falta de sentimientos y el poco interés por la vida corresponden a la época vivida por el autor (Albert Camus) y su personaje principal de El Extranjero. La época transcurre luego de la Segunda Guerra Mundial, donde Francia fue afectada de varias maneras causando bajas esperanzas para los ciudadanos Franceses, por tal razón la actitud de Meursault es pesimista. Si la vida de Albert Camus hubiera sido a principios del siglo XXI el pensamiento del personaje principal podría ser distinto y con sentimientos más positivos hacia la vida. El objetivo del siguiente trabajo es mostrar a Meursault viviendo en otro contexto, con situaciones menos conflictivas, de manera que su comportamiento podría ser diferente al que conocemos en la obra de Albert Camus. A partir de esta idea, voy a recrear el pensamiento de Meursault, que se transmitirá en forma de diario, para que el lector pueda conocer la visión que Meursault tiene sobre el mundo, pero que no lo puede expresar en El Extranjero porque Camus lo creó como un ser muy parco en el uso de la palabra y con una fría sensibilidad que le impedía expresar lo que sentía. El hecho que Meursault tenga sentimientos podría causar acontecimientos y un final distinto al que ya se conoce, en este trabajo se va a observar una sociedad más justa, un mundo ficticio en una Francia democrática.
10 / Marzo / 2000
Hoy recibí una carta diciendo que mi madre había muerto. Para mí fue fatal esa noticia, hace mucho no la veía, sabía que ella se aburría conmigo porque no teníamos tema de conversación, pero yo trataba de ser lo mejor posible con ella porque me importaba mucho. Tomé un bus a las dos, fue un viaje largo pero finalmente llegue al asilo en Marengo donde se hospedaba.
Estuve hablando con el portero de los ancianos que compartían tiempo con mi madre y como fueron los últimos días de ella, luego me ofreció un cigarrillo, pero lo negué, pues no tenía ganas de fumar y me parecía incorrecto para esta ocasión.
Todo el tiempo quise estar cerca del féretro, seguía sin creer la muerte de mamá, lo que me parece más duro es el no haber pasado mucho tiempo con ella al final, para decirle todo lo que la amaba. Vi a una anciana que no dejaba de llorar, el portero se me acercó y me dijo que mi madre era la única amiga que tenía esa señora y que le dio muy duro su muerte. Traté de ser lo más fuerte posible para no llorar, pero me fue imposible resistirme, dejé escapar unas cuantas lágrimas y finalmente solté el llanto. Al final ya nos pesaban los parpados a todos, y aquí estoy, escribiendo, mientras van cayendo del sueño uno por uno.
11 / Marzo / 2000
Hoy, al despertar en el salón, vi a todos los ancianos dormidos; yo me sentía muy cansado, entonces el portero me llevó a su habitación para arreglarme. El director me llamó, fui a hablar con él para firmar papeles y me preguntó que si quería ver por última vez a mi madre ya que iban a cerrar el féretro. Sin pensarlo respondí que sí, madre solo hay una, tenía que verla.
Fui al féretro, vi a mi madre, tierna, hermosa y sentía dolor por ella. Luego le coloqué un collar con mi foto en sus manos, caían gotas de lágrimas sobre su cara mientras la veía inerte. Le dije – “Te amo, madre hermosa”, le di un beso en la frente y me alejé con un nudo en la garganta.
Luego el director me pidió el favor de ir junto a él, mientras otros cuatro cargaban el féretro de mi madre. Yo dije – “NO, quiero estar todo el tiempo lo más cerca posible a mi mamá, así que lo que quiero es cargar el féretro también”.
Luego ya estábamos preparados y listos para caminar con el féretro hacia la iglesia, el director iba atrás de nosotros. Pero hacía mucho calor, me sentía como en un infierno, pero por mi madre hacía lo que fuera.
16 / Mayo / 2000
Hoy, cuando estaba en mi trabajo, llegó María. Salimos a caminar para hablar de algo que ella al parecer me quería decir hace mucho tiempo. Luego me dijo: “¿Te gustaría casarte conmigo?” – Yo ya lo había pensado. Pero la verdad es que yo nunca me vi casado y no me llama mucho la atención, pero sí le dije que como me agradaba estar con ella podíamos vivir juntos.
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