Destino
Enviado por ahly okita • 24 de Agosto de 2019 • Trabajo • 1.399 Palabras (6 Páginas) • 251 Visitas
La decisión había sido tomada, ya no podíamos dar marcha atrás. Esta era una guerra, nuestra guerra y por primera vez era nuestra decisión, enfrentarnos a nuestros amos, a nuestras creencias era algo que jamás pensamos hacer pero que sabíamos era inevitable.
Mis manos ya estaban manchadas de sangre, tan pura e inocente, y ahora era momento de acabar con ello incluso si el color carmesí se grababa en mi con una fuerza no deseada.
Nunca imagine ni nadie lo hizo que todo cambiaria tan solo por algo tan pequeño, nadie pensó que el arma más letal que tenían nuestros amos al final resultaría ser tan solo una persona común que era capaz de cambiar tan solo con algo tan simple.
Pero para mí no fue algo simple o pequeño, para mí fue la gota que derramo el vaso, fue el destino que marco el camino de la verdad y también fue el comienzo de todo.
Hace ya mucho que esto había iniciado, ni siquiera quiero recordar cundo fue, pero desgraciadamente eso era algo imposible pues fue un día que jamás olvidare.
Recuerdo que era temprano y que había amanecido con una extraña nubla, recuerdo también haberme sentido agotada, pero en si no era nada extraño, más bien era algo común para un día de clases.
Como cualquier día me levante y me cambie cerca de las diez de la mañana, yo estudiaba en turno tarde, y luego con gran apuro cerca de la una de la tarde salí corriendo a la universidad, ya que vivía tan solo a unos pocos minutos y por mala suerte mi moto se había quedado sin gasolina, una verdadera desgracia.
Recuerdo que al entrar en la universidad vi a unos hombres de comportamiento algo extraño, después de todo era estudiante de comunicaciones el ser curiosa era mi gran talento, pero así como los vi también los olvide, a veces me pregunto si eso marco mi camino.
Mi aula quedaba en el tercer piso y al ser un poco tarde ya había algunos de mis compañeros en ella. La clase no comenzó mucho después, algunos alumnos aún seguían llegando y entre ellos también mis queridas amigas, ellas eran cuatro y siempre llegaban juntas, normalmente yo también hubiera venido con ellas pero eso no sucedió ese día.
La clase prosiguió con normalidad durante toda la hora del profesor o eso quisiera decir, no fue así y si hubiera sabido que no lo seria nunca más, tal vez tan solo tal vez hubiera logrado hacer algo.
De repente los ruidos comunes en la facultad ya no se oían más, pero nadie parecía notarlo, nadie lo noto, no lo hicieron hasta que se escuchó un estrepitoso ruido que provoco el miedo en todos.
De un momento a otro unos hombres con pistolas irrumpieron en nuestra aula, todos retrocedieron asustados, era algo normal, todo parecía una película tan solo un mal sueño, pero no era así porque no lo era.
Ellos nos apuntaban con las armas y aunque nos decían muchas cosas creo que nunca seré capaz de recordarlo, solo reaccionaba por instinto y este lo único que me decía era que cuidara de mis amigas, solo eso.
Yo siempre me sentaba delante y tres de mis amigas también siempre lo hacían, mi otra amiga se sentaba en la parte trasera del lado de las ventanas, nosotras estábamos junto a la puerta. Me pregunto ahora si fue lo correcto alejarme tanto de mi amiga, me pregunto si ese error tuvo algo que ver con lo que sucedió en ese momento.
Yo cubría con mi cuerpo a mis tres amigas, ellas se veían tan aterradas, pero también pensaba en qué hacer para cambiar la situación y así salir de ahí sin ningún problema, pero por más que lo pensaba nada pasaba por mi mente, no había salida.
Uno de esos hombres se acercó con su arma hacia el lado contrario de nosotras y empezó a andar hacia atrás. Recuerdo estar muy asustada, mi amiga estaba ahí, que se supone que debía hacer, aun ahora no lo sé.
Él tomo su brazo y halo con fuerza de ella, prácticamente la arrastraba, ella no podía hacer nada pero aun así se resistía con todas sus fuerzas, ese fue un gran error. Aquel hombre enfureció y tiro hacia el suelo con fuerza, su cuerpo pareció rebotar en el duro suelo, perdí el sentido.
Todo lo que paso después de eso es un gran borrón para mí, no recuerdo nada hasta el momento en que me vi acorralada y pude entrar en razón de nuevo.
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