EL MITO DE LAS ILLAS Y LA CAMPANA ENCANTADA: LA EVANGELIZACIÒN EN ÑAUPALLACTA- VINCHOS
Enviado por Ronaldo Blanco • 12 de Agosto de 2020 • Documentos de Investigación • 2.477 Palabras (10 Páginas) • 218 Visitas
EL MITO DE LAS ILLAS Y LA CAMPANA ENCANTADA: LA EVANGELIZACIÒN EN ÑAUPALLACTA- VINCHOS
LALESKA MAREY GUILLEN GODOY
EPAS, UNSCH
Siempre recomiendo explicitar qué preguntas pretende resolver el trabajo. Esto permite hacer una conclusión cohernte.
Ñaupallacta es conocida por su colorida y célebre fiesta llamada “Niño reyes” que se desarrolla en los primeros días del mes de enero. Este Centro Poblado está ubicado en el distrito de Vinchos, Provincia de Huamanga, en la región de Ayacucho.
El año 2015, cuando iniciaba mis estudios universitarios viajé al mencionado centro poblado a ser partícipe de la fiesta a la que los lugareños llaman “Reyes” y a donde acuden desde la ciudad de Lima. Para mi sorpresa encontré más gente de lo que se acostumbra por esos rumbos. El desarrollo de la misma es un acontecimiento interesante para una investigación; sin embargo, me enfocaré en dos mitos que aquella vez me narraron en una de las noches de preparación para el día festivo central.
El primero narra la historia de dos piedras que impedían el asentamiento de varones en este lugar, hasta que las mujeres tomaron la decisión de retirarlas. El segundo, trata de una campana que llegó con la evangelización, se decía que era hermana de “La Angola” y que al caer fue enterrándose y sonaba cada noche.
Los mitos constituyen un aspecto importante de la memoria colectiva de un pueblo, gracias a ellos se dan ciertos ritos que representan pasajes de su historia que se transmiten de generación en generación. Poseen significados simbólicos, pautas de conducta, comportamientos, etc. Existen mitos cosmo-antropogónicos, que refieren a la creación del mundo y el hombre, y los mitos de origen que narran la modificación del mundo, cuentan un fragmento de la realidad natural, social o cultural; dan origen a los héroes culturales gracias a quienes el mundo actual se ha formado. En el caso de los mitos a ser estudiados se encuentran dentro de la categoría de mitos de origen, pues ya se cuenta con la presencia del hombre y el mundo fuera del caos.
En la comunidad persiste y se transmite a través de generaciones la historia de por qué hasta hace un tiempo se tenía prohibido el ingreso a ciertas áreas de la localidad y el por qué algunas noches se oye las campanadas cerca al río. Considero de importancia el estudio de estos pues no existen estudios previos y tampoco antecedentes escritos de este poblado lleno de imaginarios y que demuestra un sincretismo evidente.
La importancia del estudio de estos mitos se remite a explicar las funciones ideológicas que cumplen, el simbolismo que existe en ellas. En este caso encaminaré mi investigación a la interpretación simbólica.
- Sobre los mitos y su estudio en la región de Ayacucho
En los antecedentes existe un gran número de investigadores que estudia el simbolismo en los mitos andinos, desde N. Taipe en “El mito en el debate interdisciplinario” (2019)desde donde desarrolla las coincidencias y las diferencias en los ámbitos teórico- metodológicos con respecto a esta categoría. La ciudad de Ayacucho es rica en mitos, creencias y cosmovisiones.
Para el análisis del simbolismo tomaré primero las narraciones de José María Arguedas y Francisco Izquierdo Ríos (2013), quienes recopilan mitos, leyendas y cuentos peruanos. Por otra parte, Manuel Marzal (Marzal, 1978) dedica todo un seminario al estudio de la mitología, autores que opino servirán para este análisis.
Para analizar la función religiosa del mito, es necesario considerar a la teoría de C. Geertz (1973) sobre la religión como sistema cultural. Para Geertz, la religión es una perspectiva o una manera peculiar de ver la vida y de construir el mundo. Tal perspectiva se construye por medio de un sistema de símbolos, sirve para dar sentido a la vida, se acepta por la autoridad que nace de alguna forma de "re-velación" y se genera por la actividad ritual. Uno de los elementos de sistema de símbolos es el mito; por medio del mito se expresa y se fundamenta lo que se cree. El sentido de la vida que se encuentra en la perspectiva religiosa es más profundo que el que se encuentra en la perspectiva del sentido común o la científica; por la perspectiva religiosa el hombre trata de encontrar la explicación última de las cosas y de situarse en lo "realmente real".
El mito es un producto social, carece de autor, es anónimo, no se presentan con una autoría, viven en la tradición oral colectiva. También es un complejo de creencias (mito-creencia), como una forma de captar y expresar un tipo específico de realidad, como un sistema lógico o como una forma de discurso. Las creencias míticas pueden ofrecer un abanico de respuestas posibles: prohibiendo, prescribiendo, previniendo o augurando las prácticas y las consecuencias sociales (Taipe, 2019).
- El mito de las illas
Lógicamente tuve que pasar días conviviendo en la fiesta, años de concurrencia y, debo admitirlo, pertenecer a una de las familias más reconocidas en el pueblo para poder obtener la narración de más de una fuente sobre este mito. La noche de preparación, aquella a la que llaman “noche del novenante”, una de las ayudantes que resulta ser comadre del anfitrión de esa velada empezó a narrar un mito para hacer más amena la oscuridad frente al fuego.
Ñawpallaqta era un lugar que pertenecía a Titu Yupanqui, allí tenía sus tierras, no conocía sus límites, pero su principal centro de administración se encontraba donde hoy se ubica el centro poblado, tiempo después la gente empezó a distribuirse las tierras. En la época colonial, se convirtió en un paso obligado para los arrieros que sacaban sal de San Pedro de Cachi, su recorrido pasaba por la ribera del río Cachi y luego Vinchos, subían hasta Huancavelica y demás ciudades. Llegaban los arrieros, a veces tarde, y buscaban un lugar donde poder pasar la noche. Algunos quedaban encantados por la belleza de sus mujeres y optaban por quedarse a residir en aquel lugar.
Sin embargo, según la población, la presencia de dos “illas” impedía la permanencia de los varones, quienes se enfermaban o se accidentaban.
“No podían quedarse a vivir los varones, se morían, como sea, lo que sea pasaba. Se caían al huayco [wayqu], se caían y se golpeaban la cabeza, se enfermaban, se morían pues.
Entonces dos mujeres, no recuerdo ni sus nombres, pero decidieron botar a las illas, ya estaban cansadas de no poder producir sus tierras. Faltaban varones, ellas con sus hijos no podían, solitas cuidaban todo. Y estas señoras reunieron a las demás de la chacra y les dijo que le ayuden a botarlas al río para que sus esposos puedan vivir ahí.
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