“EL corazón delator” de Edgar Allan Poe

Bárbara Astete Valdivia

Sociología.

• “EL corazón delator” de Edgar Allan Poe, referencia a la anomia de Durkheim

A raíz este debilitamiento identificado como anomia, en donde los individuos han dejado de tener clara diferencias entre lo justo y lo injusto, lo legitimo y le ilegitimo, diferenciar lo bueno con lo malo de esta sociedad.

Como podemos ver en el cuento de Poe, se nos narra la como un hombre de aparente edad mediana, que cierta forma le conflictúa de gran manera el ojo de “buitre” de un anciano (donde destaco que, a él solo le molestaba su ojo, ya que menciona su aprecia al anciano), donde el mismo narrador nos menciona repetidamente que él no está loco, y que esto se debe solo a su nerviosismo excesivo. Esa obsesión que el narrador tiene con el ojo, a tal punto de planear por cerca de 7 noches su muerte, ese sentimiento irracional de tomar la vida de otro por sus manos con la sola intención de satisfacer su inquietud.

Podemos representar al anciano como la mente racional, y al narrador como un representante de lo irracional. Una parte de la historia logra con alevosía su cometido, sin dejar muestra de culpabilidad, sin embargo, un ruido logra llamar la atención de un vecino que llama a la policía, quienes investigan los gritos nocturnos que provenían de su casa. Llegando la policía en su casa, vigilan el perímetro sin encontrar índices de que hubiese algún asesinato en ese lugar. El narrador tiene una lucha constante consigo mismo, donde lo real y lo ficticio se hacen uno solo, en donde los latidos del difunto estremecen en su subconsciente, donde a lo mejor sus propios latidos con quien lo delatan, culminando en un grito donde acepta su culpabilidad.

A la anomia de Durkheim, podemos señalar que, en este contexto, el individuo (en este caso el narrador), se encuentra en una situación complicada debido a que sus deseos y pasiones se ven desaforadas al perder todo punto de referencia, esto genera en el narrador un sentimiento constante de frustración y malestar, ya que todo lo que logra le parece poco, pues querer asesinar al anciano le generaría un mayor place.

Podemos ver que la ausencia de reglas representa un grave problema (al no existir limites que los individuos supongan que puede alcanzar cualquier cosa que deseen), en el caso del narrador del cuento, paso lo ya señalado, su falta de juicio y concepto de la realidad, hacen que llegue a cometer un crimen de muerte.

El narrador con notable anomia, que para Durkheim lo trata como un mal crónico que se caracteriza por la falta de límites a las acciones individuales, ya sea porque el narrador carece de normas propias, que regulan su actuar, o más bien no hay fuerzas colectivas que sean capaces de sostenerlas como tales.

• Los tres ermitaños, de Tolstoi, referencia al concepto de “racionalización de la vida” en Max Weber.

 Con respecto al cuento de Tolstoi sobre los tres ermitaños, lo podemos ver contextualizados a lo que Weber llama “racionalización de la vida”. Viendo como el arzobispo (en este caso racionalizador), y los ermitaños (vida de comunidad), lo llevaremos a verlo como el arzobispo de cierta manera, de mayor o menos medida, quiere inculcar en los ermitaños una seria de ordenamiento o sistematización. En este caso cuando el arzobispo le dice que su plegaria está mal e introduce la que para él es la correcta, los ermitaños solo intentan aprenderse esa plegaria, y dejar de lado aquella que tenían como suya.

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