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El Columpio de Madame Brochet


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2022  •  Resumen  •  2.236 Palabras (9 Páginas)  •  141 Visitas

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EL COLUMPIO DE MADAME BROCHET

Madame Brochet (una mujer de noventa años) no quería morir y lo tenía muy en claro, no quería morir porque como ya era tradición, tenía que comprar un pastel de chocolate negro y nata para su cumpleaños en la pastelería Chocolat Noir, a la que iba desde niña. Entonces se alisto, se puso un moño, se acomodó los lentes, se puso un abrigo rojo que solo usaba en ocasiones especiales y se dispuso a irse. Cuando llegó a la pastelería el señor Claudet la recibió y le deseo un feliz cumpleaños, la animó diciendo le que parecía una niña a lo que ella se ruborizo ya que ese habría sido su deseo si hubiese podido apagar las velas de su pastel. Monsieur Claudet le puso un nueve y un cero para no tener que poner noventa velitas y le menciono que no olvidara pedir su deseo, a lo cual ella dijo que no lo olvidaría ya que llevaba tiempo pidiendo el mismo deseo imposible.

Cuando Madame Brochet estaba a medio camino de regreso a casa apareció algo espantoso, su nombre era Gilbert Roux y su risa sonaba como hiena podrida. Gilbert detuvo a Madame Brochet, la insultó y comió un trozo gigantesco de su pastel para después decir que prefería los de limón e irse.

Madame Brochet se quedó en medio de la calle con un poco de pastel en los lentes y un pedazo resbalaba por su mejilla como si fuese una lágrima de chocolate. Se limpió lo mejor que pudo con un pañuelo de tela y al volver a casa se encontró con la mala noticia de que su única sobrina no podría ir a visitarla. Madame Brochet nunca tuvo hijos (aunque le hubiese gustado, y tampoco tuvo buena suerte en el amor.

Ahí estaba Madame Brochet, sola, sin su sobrina, sin su pastel, sin un gato e incluso sin un perico. Observo sus libros y guías de viaje con lugares que le hubiera gustado visitar, si pudiese volver en el tiempo viajaría por todo el mundo, estudiaría, haría amigos, tocaría el piano, comería helados, saltaría entre los prados, andaría en bicicleta y se columpiaría hasta el atardecer. Recordó las palabras del pastelero ´´ ¡Estas como una niña! ´´ y sonrió con nostalgia, por la ventana observo su patio en el que estaba aquel columpio en el que alguna vez se subió y pensó ´´¿Qué podría pasar´´ mientras se dirigía al columpio con su abrigo rojo y su bufanda, cuidadosamente se subió al columpio que había perdido su color verde y ahora se veía gris y un tanto oxidado.

El viento soplaba, Madame Brochet se balanceaba a una velocidad impresionante y Gilbert Roux observaba la escena pensando que aquella anciana estaba loca, pero en ese momento ninguno de los dos imaginaba lo que estaba por ocurrir. Por el impulso del columpio y el fuerte viento Madame Brochet salió despedida por los cielos y cruzo la barda que separaba su casa del parque público, Gibert Roux estaba impactado por el gran salto, pero para su mala suerte desde el balcón de su casa no podría ver que Madame Brochet había caído en unos arbustos del parque que amortiguaron su caída, aunque quedó inconsciente por un rato. Despertó con las primeras gotas de lluvia, pero se sentía diferente, su ropa era mucho más grande, no encontraba sus pies y al ver su cabello ¡no encontró ni una cana!.

Observó sus manos diminutas, no tenía arrugas ni la cicatriz en el pulgar que se hizo a los veinte años, todo parecía un sueño, pero cuando la lluvia alcanzo su cabello se sentía muy real, regresó a casa y afortunadamente nadie la vio, ni Gibert Roux ya que se había alejado del balcón.

Cuando entro a la casa fue directamente al baño para ver su nuevo rostro, pero era demasiado pequeña para alcanzar el espejo así que fue a la cocina y regreso con una banca para alcanzar el espejo. Al verse no ocultó su alegría ya que, por fin, a la edad de noventa años su deseo se había cumplido, volvió a ser una niña. Noto que tenía el cabello demasiado largo así que saco sus tijeras y se dio un buen corte.

Después regreso a la sala, buscó su computadora y se dispuso a teclear ´´ MODA INFANTIL´´, encontró una tienda online que entregaba ropa a domicilio con una gran velocidad y ordenó lo que le parecía necesario para esa emergencia. Igualmente pidió una pizza a domicilio ya que era su cumpleaños y no quería cocinar. Al llegar Dauret (el repartidor de pizzas) se sorprendió al encontrar a una niña en lugar de Madame Brochet, pues claro, con ochenta y dos años menos no la reconoció. Marie dijo que era bisnieta de Madame Brochet y que ese día era su cumpleaños, Dauret le menciono que no los aparentaba y se fue. Un poco después el empleado del servicio express de la tienda de ropa llegó, le entregó la ropa y también se fue. Por fin podría salir y pasar desapercibida, se vistió con una sudadera naranja, pantalones marrones, botas y un impermeable fucsia.

Tomó algo de dinero, lo guardó en una bolsa y antes de ir a la calle observo el columpio, y escondió sus lentes, dentadura, y bufanda detrás de unos matorrales, sin embargo, las muletas habían desaparecido, al final decidió resolver ese misterio después. Marie se dirigió a la pastelería de Monsieur Claudet cuando Gilbert Roux la vio pasar a su ´´nueva vecina´´ mientras se preguntaba que había sido de Madame Brochet. Marie llegó corriendo a la pastelería (justo antes de que cerraran), cuando llegó se disculpo por la impuntualidad diciéndole ´´Mi bisabuela dice que usted es el mejor pastelero de la ciudad´´ a lo que Claudet pregunta quien es su bisabuela y cuando Marie le responde, Claudet le menciona que se parece mucho a Madame Brochet y le regala un pastel de chocolate y fresas.

Cuando Marie iba de camino a casa se topo con Gilbert Roux el cual la persiguió para que le diera el pastel, pero no tuvo éxito, Marie llegó primero a su casa y le cerro la puerta en la cara, Gilbert, muy enojado golpeó su puerta y la amenazo para que saliera hasta que noto que un matrimonio lo estaba observando, se avergonzó y se fue.

Al llegar a casa Marie se dirigió a la cocina, abrió el pastel, le puso las velas, las encendió y agradeció

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