El Intelectual que mora en la sombra
Enviado por Anunz • 19 de Noviembre de 2019 • Ensayo • 1.323 Palabras (6 Páginas) • 178 Visitas
Universidad Central de Venezuela Facultad de Humanidades y Educación Escuela de Letras
Taller de expresión oral y escrita, sección A Alumna: Laura Mendible
Octubre, 2019
EL INTELECTUAL QUE MORA EN LA SOMBRA: LA ELEGANCIA DEL ERIZO, DE MURIEL BARBERY
No vine a decir mentiras: en primera instancia, hice trampa. Vi la película antes de leer el libro. Estaba un día pasando los canales casi a la media noche, haciendo acrobacias entre filmes para adultos y películas de acción repetidas, cuando me topé con “La elegancia del erizo”, de Mona Achache. No recuerdo exactamente el canal pero sí la sensación que me dió en cuanto la atrapé: la escena donde comencé tenía un efecto extraño como de cinta de VHS y una niña hablaba en francés a la cámara. Parecía muy seria, y mientras el sueño se iba de mi, comencé a entender que hablaba de suicidio.
La dicotomía de la inocencia infantil frente a hablar directamente al espectador sobre algo tan profundamente miserable como la idea de quitarse la vida, me llamó la atención de inmediato y antes de darme cuenta había estado cien minutos (menos comerciales) viendo la historia ocurrir ante mi. Fue luego de terminar que me enteré que estaba basado en una novela y supe de inmediato que tenía que poner mis manos sobre ella. Y para el mayor de mis placeres, cuando por fin pude obtenerla, la dulzura de darme cuenta que el material escrito era incluso más sublime que la película, me hizo genuinamente feliz.
“La elegancia del erizo” es una novela de Muriel Barbery, que transcurre en un vecindario adinerado de Francia. Las protagonistas son Paloma y Renée, ambas muy distintas pero muy parecidas: Renée es la conserje de un edificio de apartamentos de lujo, y lo ha sido por casi treinta años. Es fea, bajita y gorda, como ella misma se describe, y se limita a ser eficiente pero mordaz con sus empleadores. Por otro lado, Paloma es una niña superdotada de
doce años que vive en uno de los departamentos, y es la hija más pequeña de una de las familias ricas.
El libro comienza con fuerza cuando se nos revela como audiencia que Paloma planea suicidarse. Lo que la hizo tomar esta decisión fue sencillamente observar a su familia y darse cuenta de que crecerá rodeada por gente vacía que se jacta de ser intelectual pero que realmente no tiene nada sustancial en lo que invertir su tiempo y energía. Su plan es sencillo: el día de su cumpleaños, cuando esté sola en casa, se tomará de golpe un puñado de los antidepresivos de su madre y prenderá fuego a la casa antes de morir, de modo que pueda librarse de su destino a la vez que castiga a su familia por vivir de esa forma.
Luego de un tiempo se nos revela que Renée es una persona humilde que a pesar de la cubierta que pone ante los demás, es una amante del arte, y en silencio en la privacidad de la consejería, se entrega amorosamente a las películas de Ozu y a las letras de Tolstói.
Paloma es la única persona que por azares de la vida empieza a darse cuenta de quién es Renée realmente y entre ellas comienza a surgir una amistad que va más allá de la edad y la clase social.
La diferencia entre la vida del supuesto intelectual adinerado y de la humilde Renée es enternecedora y admirable. En el libro relata muy hermosamente lo que se siente conectar con una novela, con una película, con una pieza de arte en general; la manera en la que uno es atrapado con violencia por aquello que constriñe el corazón y agudiza los sentidos. Puede sonar empalagoso, pero me sentí identificada en algún nivel. Era como si me describiera las sensaciones exactas de un recuerdo querido de la infancia, algo que no tiene cuerpo y que es difícil hablar de ello, pero que sé con certeza como que el sol sale por el este.
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