El Resumen Comunicación Escrita y Procesos Lectores
Enviado por dayan walter • 5 de Noviembre de 2017 • Trabajo • 2.218 Palabras (9 Páginas) • 306 Visitas
Corporación Universitaria Minuto de Dios
Facultad de Ciencias Empresariales
Administración de salud ocupacional
El Resumen
Comunicación Escrita y Procesos Lectores
Presenta
Docente
Marco Fidel Puentes Cortes
NRC 157
Bogotá D.C., Octubre 22 de 2017
Tabla de Contenido
INTRODUCCIÓN 3
OBJETIVOS 4
Objetivo General 4
Objetivos Específicos: 4
Nuevos hábitos, medidas urgentes 5
TEXTO DOS 8
TEXTO TRES 9
Dos amigos 9
TEXTO CUATRO 11
Cómo operar un cajero automático 11
RESPUESTAS DEL EJERCICIO TIPOLOGÍA TEXTUAL 12
Referencias 15
INTRODUCCIÓN
La tipología textual, no son más que distintos tipos de textos, los cuales sirven para utilizarlos en determinados contextos de manera que puedas comunicar cualquier tipo de conocimiento que quieras producir; vale la pena tener claro cada uno de ellos pues lo utilizamos en nuestra vida cotidiana en el habla verbal y escrito. Cuando se redacta un texto siempre se tiene la idea de la clase de texto con la cual se expone la idea, por el contrario cuando se lee un texto se tiene que identificar en el que tipo de texto es, dentro de ellos también se puede ver la conexión entre sus palabras coherencia y cohesión.
En los escritos modernos aun es difícil identificar su clase o la forma del mensaje que el mismo quiere trasmitir. Algunos textos buscan guiar la acción del lector o receptor, estos en mención son prescriptivos, otros facilitan conocimientos a los receptores emiten información llamados así informativos, algunos cuentan hechos de la vida real o de la ficción, a los que llaman narrativos, también algunos donde la idea principal tiene una justificación la cual se defiende razonablemente a estos se le llaman argumentativos, así como los anteriores hay muchos más.
Ya una vez conocida la tipología textual se puede identificar a qué tipo de texto se está enfrentando el lector, de esta manera la compresión del texto va a tener un mayor resultado y con el énfasis de la clasificación las dudas e inquietudes se irán con el pasar de la lectura, por eso es importante tener una visualización más amplia en este tema de lectura y de la escritura también por supuesto. En algunas ocasiones los textos pueden tener más de una clase en uno solo, es decir que pueden llegar a ser informativos pero a la vez argumentan la idea principal, por eso una de las finalidades de este trabajo es identificar los tipos de texto justificando por qué dando ejemplos entre sí.
OBJETIVOS
Objetivo General
El presente trabajo pretende dar a conocer las diferentes tipologías textuales y como aplicarlas en los diferentes ambientes de la vida cotidiana.
Objetivos Específicos:
- Comprender textos y poder utilizar su estructura textual para la construcción de otro
- Facilitar el conocimiento de la lengua mediante el comentario de textos.
- Incidir en la comprensión y en la expresión.
- Estimular la creación de textos propios a partir de aspectos que se han trabajado.
TEXTO UNO
Nuevos hábitos, medidas urgentes
Editorial del diario El Tiempo (6 de julio de 2014).
El consumo ‘recreativo’ de medicamentos tranquilizantes en el país es mayor que el de éxtasis y casi igual al de la cocaína. Esta fue una de las alarmas que encendió el ‘Estudio nacional de consumo de sustancias psicoactivas en Colombia 2013’, la más completa radiografía sobre el tema hecha hasta ahora, revelada la semana pasada.
La muestra, que representa a 23 millones de colombianos –la mitad de la población nacional–, puso de manifiesto que, mientras 123.645 colombianos usaron en el último año medicinas de control para drogarse, 43.700 lo hicieron con éxtasis, 49.756 con bazuco y otros 162.575 con cocaína, lo que evidencia una tendencia que crece peligrosamente entre los jóvenes.
De hecho, estas medicinas (que incluyen las benzodiacepinas y los analgésicos derivados del opio), junto con el alcohol, el cigarrillo, la marihuana y la cocaína, son las cinco sustancias con capacidad adictiva que más usan los colombianos. Las cifras son claras: hay al menos 3 millones de fumadores, 8 millones de consumidores de bebidas alcohólicas y 2,9 millones de consumidores de alguna droga ilícita, la más común, la marihuana.
Aunque la ingesta de tranquilizantes, estimulantes y opioides –que están en el ‘botiquín’ de los médicos para tratar dolores y ansiedades– está lejos de los niveles internacionales, la encuesta reveló una grave disminución de la edad en que comienzan a ser usados sin receta médica. En el 2008, el promedio era de 22 años, y de 20 en el 2013, con el agravante de que entre los 18 y los 30 se concentra el mayor consumo y de que 12.453 menores entre los 12 y 17 años dijeron haber ingerido con fines no médicos alguna de estas medicinas. Asimismo, 246.100 personas afirmaron haber recurrido alguna vez a analgésicos derivados del opio sin una prescripción.
En síntesis, la encuesta, liderada por los ministerios de Justicia y Salud, con el acompañamiento de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC) y la OEA, prueba cambios importantes en algunos hábitos de consumo: descenso continuo del tabaco, así como del bazuco; aumento de los tranquilizantes, que igualaron a la cocaína, y crecimiento de 400 por ciento de los opioides.
Los datos son esenciales, pero no producen automáticamente respuestas a los problemas. Los expertos insisten en que hay que asumir a fondo las implicaciones derivadas de la Ley 1566, que promueve, respecto a las drogas, un enfoque de salud pública. Esto no solo significa abandonar la persecución de los consumidores, sino dejar la tendencia a ejecutar acciones aisladas, que terminan siendo gotas de agua en el desierto, y asumir el problema integralmente.
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