El nuevo Nocturno a Rosario por Manuel Acuña

Nocturno a Rosario por Manuel Acuña

Daniel García Ultreras

La razón por la que se eligió este tema fue porque hubo interés en saber la historia completa después de haber leído los últimos versos de este autor y de saber que el poeta se suicidó por causa de un amor imposible, también por saber que probablemente ésta fue la última obra que pudo haber escrito Manuel Acuña, lo cual se explicará más delante.

El siguiente ensayo está basado en el poema que se hizo muy famoso en el siglo XIX, por el recitador Manuel Acuña Narro, dicho soneto fue compuesto para su musa Rosario de la Peña, pero ésta señorita sólo le correspondía con su amor a Manuel María Flores uno de los mejores amigos de Manuel Acuña, éste poema se hizo muy famoso porque detrás de el mismo había toda una historia de romance.

        Muchos se preguntarán, quién era Manuel Acuña, fue un poeta mexicano que se dio a conocer en la época del romanticismo, nació el 27 de agosto de 1849 en Saltillo y falleció el 6 de diciembre de 1873 en la Ciudad de México, sus padres fueron el señor Francisco Acuña y la señora Refugio Narro.

        Se dice que detrás de éste poema hay una gran historia de romance porque Manuel Acuña amaba a la musa Rosario de la Peña, quien nació el 24 de abril de 1847 en la Ciudad de México, hija del señor Juan de la Peña quien era un rico hacendado y de la señora Margarita Llerena, el problema fue cuando el poeta se empezó a dar cuenta de que el amor de su musa era correspondido a su gran amigo Manuel M. Flores, dicho literato nació en Puebla en 1840 y falleció en la Ciudad de México en 1885.

        Ésta historia de un amor imposible tuvo lugar en el siglo XIX, Manuel Acuña pretendía un romance con la señorita Rosario de la Peña, a quien le escribía cartas y poemas, pero ya estaba cansado de que todo quedara solamente en una simple amistad por lo que un 6 de diciembre de 1873, citó a la querida Rosario en su habitación, pero lo que realmente pasaba era que él estaba poniéndola a prueba y ya había planeado todo lo que sucedió, Manuel pensó en dos opciones, la primera era que llegara Rosario a su habitación y él le podría dedicar esa última composición, pero como él ya tenía un presentimiento de que Rosario no le correspondería, la segunda opción que el había tomado en cuenta era el suicidio.

La Diosa Rosario nunca llegó a su habitación por lo que después de un tiempo determinado Manuel tomó la decisión de suicidarse, para esto el poeta ingirió una dosis de cianuro de potasio, y fue hallado muerto ese 6 de diciembre junto al último poema que habría escrito.

El autor murió de tan solo 24 años cuando acababa de publicar dos obras de teatro y poemas famosos como: Ante un cadáver.

Según el libro El verdadero Manuel Acuña  de Caffarel Peralta dice que antes de ingerir la dosis de cianuro de potasio que acabaría con su vida, Manuel Acuña había escrito seis cartas, entre ellas una que estaba dedicada para su madre y otra que fue para el doctor  Manuel Domínguez, en ésta última para el doctor, era en la cual pedía que su cuerpo no fuera mutilado en la necropsia y terminaba describiendo la sustancia mortal que acababa de ingerir.

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