El nuevo mundo

Era el año 2253, la raza humana ya había sobrepasado muchos obstáculos, pero ninguno como el que tuvimos que enfrentar en ese momento. Poco a poco los recursos naturales se estaban acabando. Unos científicos profesionales dijeron, que ya para el 2260 había una escasez de recursos y que para el 2270 estaríamos extintos por completo. Luego de esta noticia todas las estaciones espaciales decidieron unirse y formar un grupo de astronautas profesionales para que viajen a otro planeta a investigar si había algún lugar habitable para los humanos. Luego de muchas reuniones y discusiones, lograron llegar al acuerdo que iríamos al planeta de Júpiter.

La preparación del viaje nos tomó más o menos dos años. Éramos un grupo de astronautas bastante bueno, todos teníamos experiencias en viajes espaciales individuales. El grupo estaba compuesto de seis astronautas, tres hombres y tres mujeres, cada uno de diferentes lugares del mundo. María tenía veinticinco años y era de Brasil. Era una astronauta muy talentosa, había viajado a Marte anteriormente con solo veinte años. La española, Raquel, tenía veintiséis años y tuvo una misión en la luna antes de esta misión. Había un estadounidense llamado Luis, tenía treinta años y era un ingeniero muy reconocido en su área. Rubén era un científico que a sus veintidós años de edad encontró la cura para el cáncer. Sarah era una cirujana conocida por todo el mundo debido a sus trabajos de investigación que hizo cuando estuvo en la universidad. Yo, Eduardo, tenía veintinueve años al momento de partir para Júpiter. Ya había tenido experiencia viajando al espacio, pero ninguna como la que me tocaba vivir en ese momento.

Ese día que íbamos a viajar fue muy difícil para todos ya que nos tuvimos que despedir de nuestras familias y amigos sin saber si los volveríamos a ver. Pero, finalmente, partimos para Júpiter con esperanzas de que halla posibilidad de que los humanos pudiésemos vivir allá. El viaje duró dos meses y cuando llegamos nos dimos cuenta que la naturaleza de Júpiter era muy parecida a la del Planeta Tierra. Lo primero que hicimos al bajarnos de las naves fue hacer pruebas para saber si podíamos respirar el aire del planeta. Luego de varias pruebas, hechas por Rubén, nos dimos cuenta que el aire era de los más puros que existía. Al ver que podíamos respirar el aire de allá, empezamos con nuestras misiones. Poco a poco comenzamos a cultivar y construir para que cuando el resto del planeta tenga que mudarse ya tengan algunas cosas para sobrevivir.

Después de seis meses, decidimos comenzar a explorar el planeta. Íbamos en grupos de dos y estábamos todo el día explorando para ver si nos encontrábamos algo que nos pudiera servir de uso. Algunas veces que salíamos encontrábamos plantas, frutas, vegetales o algo muy parecido, pero nunca llegamos a probarlos porque pensábamos que nos podía envenenar. Pero lo más importante que encontramos

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