El principito. Reseña

EL PRINCIPITO

Cuando éramos niños, seguramente todos teníamos muchas preguntas y dudas sobre cada cosa que observábamos, y constantemente queríamos obtener respuesta alguna a nuestras dudas, sin duda la mejor forma era preguntar a las personas que lo sabían, los adultos, sin embargo, probablemente ellos no comprendían nuestra curiosidad por las cosas, y en ocasiones contestaban nuestros cuestionamientos sin mucho interés, solo para librase de nosotros; es probable que los niños puedan comprender cosas muy sencillas, que quizá para los adultos serian muy complejas y hasta incluso un enigma, y eso es simplemente por el hecho de que los niños son seres inocentes, puros y bondadosos, que tienen una visión más simple de todo, y obviamente no piensan como los adultos.

Con eso en mente, el autor Antoine de  Saint – Exupéry escribió su libro “el principito”, que a mi parecer, es un cuento que te deja muchas enseñanzas y valores acerca de la vida. En este libro se cuenta la vida de una persona que de niño, comenzó a dibujar, pero las personas mayores al no comprender su arte, lo desalentaron de seguir pintando y le surgieron hacer algo más intelectual, por ello este niño siempre pensó que los adultos eran muy extraños e incluso algo fastidiosos, cosa que creo todos lo hemos llegado a pensar alguna vez en nuestra vida, incluso las personas mayores lo creen así, solo que ellos por su orgullo no lo admiten.

De esa manera comienza a narrar este niño, que ya se hizo adulto y piloto, sus experiencias a través del mundo, dejando en claro que su opinión sobre la gente mayor sigue siendo igual que antes, para mí el observa que a las personas mayores, solo les interesa los temas aburridos como política, golf, corbatas, entre otros, y que sus mentes eran tan extrañas que no podían notar la diferencian entre un sombrero y una boa que ha comido un elefante.

Pero cuando este piloto tuvo una avería de su avión en el desierto del Sahara, donde por cierto estaba solo, a mil millas de distancia del lugar habitado más próximo y con agua que alcanzaba para no más de 8 días, en ese lugar donde se supone no debería de haber nadie, él conoció al principito, un encantador niño de cabellos dorados con una urgencia por que le dibujaran un cordero. En esa parte se puede notar que sin duda los niños poseen una mente muy sencilla e imaginativa, ya que el principito le pidió al piloto que le dibujara un cordero y aunque se negó un poco al final cedió, y tras varios intentos fallidos de dibujar un cordero, el piloto simplemente dibujo una caja diciéndole al principito que ahí estaba el cordero, y como era de esperase de un niño, este quedo fascinado por el dibujo ¿de una caja? bueno realmente debía tener mucha imaginación para pensar que dentro estaba un cordero y sobretodo que estaba dormido.

El principito no era del planeta tierra, si no de un planeta muy, muy pequeño, en donde solo vivía el, 3 pequeños volcanes de los cuales uno estaba inactivo y una hermosa flor; realmente me gustaba la personalidad del principito, puesto que era un niño que se cuestionaba todo y al hacer preguntas siempre esperaba respuestas, e insistía para obtenerlas, era alguien muy terco y me identifique con eso. Durante todo el cuento se pueden observar las pequeñas enseñanzas ocultas que quizá no todos logren entender, o quizá sí pero no de la misma forma.

Como la de los baobabs, aquí el principito cuenta que en su pequeño planeta llegan semillas de diferentes plantas, tanto buenas como malas y las semillas de baobabs son terribles, ya que si las dejan crecer se convierten en grandes árboles que podrían cubrir todo su planeta, por ello era necesario que cada día se arrancaran los baobabs (razón por la cual quería el cordero, para que le ayudara a comer las plantas malas) digno de admiración, al menos eso creo yo, ya que se requiere mucha disciplina, paciencia y sobre todo ser constante, puesto que el retraso puede ser fatal, eso se puede aplicar a muchos ámbitos de la vida, el postergar las cosas es un peligroso habito que debemos evitar a toda costa.

También creo que la lectura demuestra que en realidad no hay preguntas absurdas o inútiles, ya que solo con preguntar ¿Por qué las flores tienen espinas? Se puede argumentar miles de respuestas, debemos tomar los cuestionamientos seriamente, incluso si pensamos que no son tan importantes, ya que nos podríamos sorprender con alguna que otra respuesta que comenten.

Así el principito continuo hablando de la vida que llevaba en su planeta, donde su única compañía era una hermosa flor, algo vanidoso y coqueta, además de poco modesta y bastante parlanchina, pero aun así ella perfumaba su planeta con su aroma, y se da un claro ejemplo que las acciones valen más que mil palabra; aunque el principito no creía del todo lo que le decía su flor (le decía que ella era la única en su especie) y en ocasiones podría considerarla algo fastidiosa, simplemente por el hecho de estar con él, hablándole y regalándole su aroma la hacía especial, sin embargo no pudo notar eso el principito de inmediato, si no que se dio cuenta de aquello, luego de emprender su viaje en busca de un amigo.

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