Ensayo Descriptivo
Enviado por IDMENDEZ • 27 de Julio de 2015 • Ensayo • 422 Palabras (2 Páginas) • 599 Visitas
Sistema Universitario Ana G. Méndez
Escuela de Estudios Profesionales-Programa Ahora
Universidad Metropolitana, Cupey
Ensayo Descriptivo
Cabecita de manzana
Iraida Delgado Méndez
lunes, 2 de febrero de 2015
Prof. Yazmín Díaz Torres
Español Básico I
SPAN 101
Cabecita de manzana
Cuando mi esposo me dijo que le iban a regalar un chihuahua, puse el grito en el cielo. Dije: ¡¡¡Dios, no!!!. ¡¡¡Otra mascota más, no ¡Hasta que lo vi! En primer lugar, me lo entregaron tan pequeñito que cabía en la palma de mi mano. Por otra parte, nunca habíamos tenido un perrito tan pequeño así que, necesitábamos saber todo acerca de la raza. En fin, llegó un nuevo integrante a la familia y sobre todo a nuestras vidas.
Para empezar a familiarizarnos con él, lo llamamos Draco, “un gran nombre para un gran perro”. Tenía apenas seis semanas de nacido. Su color crema casi blanco, su nariz, húmeda y fría, sus ojitos, como dos canicas color marrón claro y esa manchita blanca, perfectamente formada, que parece como si una gota de blanqueador hubiera caído sobre su cabecita; lo hacen parecer la obra perfecta creada por Dios. Igualmente, su cabecita grande como una manzana lo hace alarde a su raza.
Inmediatamente, en uno de los cuartos, le pusimos una cama grande, bien acojinada con su sabanita. Además, de sus platos de comida y agua; y una gran cantidad de juguetes de todos los colores. Aunque, se pasaba gran parte del tiempo durmiendo, ya comenzaba a demostrarnos su afecto. Al igual que, se estaba haciendo sentir por la casa.
Sí…llegó un nuevo integrante a nuestras vidas. ¡Cómo jugaba con sus juguetes y lo que no eran sus juguetes! Se metía dentro de los “closets” y cargaba con los zapatos por toda la casa. Claro que empezaron los regaños. El entrenamiento para que hiciera sus necesidades en un pañal, fue cuesta arriba. Le dejábamos el pañal y cuando regresábamos lo había destrozado. La lucha valía la pena, porque eran mas las cosas buenas que las no tan buenas.
En definitiva, vino a cambiar nuestras vidas. Las perras acogieron a Draco inmediatamente como parte de la familia. La Cabecita de Manzana ya duerme con nosotros, y no nos pierde de vista cuando estamos en la casa. Ha sido el mejor regalo que hemos recibido. Ya tiene un año y nunca nos deja de sorprender. Todos los días tenemos una razón por la cual reírnos por sus travesuras.
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