Esos extraños vecinos
Enviado por Xavi Ruiz Martínez • 7 de Enero de 2019 • Tarea • 418 Palabras (2 Páginas) • 139 Visitas
Esos extraños vecinos
Si pensamos en gente extraña es muy probable que se nos vengan a la mente nuestros vecinos. Esto puede ocurrir por diversos motivos, al vivir cerca podemos ser testigos de sus costumbres más excéntricas a nuestro parecer o escuchar sus discusiones de vez en cuando. También se puede agravar esta idea debido probablemente a la literatura o el cine que se han aprovechado de la sensación de proximidad con el espectador que crea hablar sobre esta gente que continuamente se encuentra cerca de ti para desarrollar tramas escalofriantes.
Mi relato se sitúa en un barrio obrero de Barcelona donde yo comparto piso desde que me independicé. Últimamente mucha gente se marchaba debido a la subida de los alquileres y estos pisos se fueron quedando vacíos. Solo un piso se consiguió alquilar por una pareja con pintas modernas. Justo el día en que llegaron se presentaron, parecían una pareja muy extrovertida y alegre por lo que acordamos quedar alguna vez para tomar algo junto a los demás compañeros de piso.
No soy una persona cotilla ni nada por el estilo pero al llegar de trabajar los había visto salir de casa cargados de mochilas y bolsas, cosa que me parecía extraña porque no tenían coche. Imaginé que iban a trabajar y no le di mucha importancia. Sin embargo, unas semanas después comprando en un supermercado al dirigirme a pagar me di cuenta que la cajera era ella, mi vecina, eso me dejó paralizado pero al salir de esa situación, volviendo a casa, mi cabeza no podía parar de darle vueltas. Encima unos días después un compañero de piso me dijo que el vecino trabajaba en una tienda de ropa. Entonces mi pregunta reflotó: ¿a qué se dedicaban por las noches?. Llegué a la conclusión que en la comida que habíamos acordado lo preguntaría a pesar de que podría meter la pata, pero ese día nunca llegó y cada vez pensaba más en ello.
Finalmente por pura curiosidad me decidía a seguirlos una noche para quitarme esos pensamientos de la cabeza. Para no levantar sospechas no cogí el coche y andaba siguiendo los desde una distancia prudencial. Mi sorpresa fue tremenda al darme cuenta que se paraban constantemente a ayudar los vagabundos por las diferentes calles, sacando mantas, comida y ropa de las mochilas. Fue entonces cuando lo comprendí todo y me sentí mal por dentro ya que mis pensamientos, basados en prejuicios, no eran tan buenos como esa acción. Así fue como me uní a esta asociación.
...