La Aña ñuca y el Zorro
Enviado por Mireya Arriagada • 17 de Abril de 2018 • Resumen • 635 Palabras (3 Páginas) • 188 Visitas
La Aña ñuca y el Zorro.
Dicen que el desierto de Atacama es más árido del mundo, pero hay que mirarlo bien y darse cuenta cuantos animales y plantas hay allí. Un día un zorrito salió a cazar como siempre, con su nariz olfateaba a su comida, a veces se demoraba horas en encontrar alimentos como ratones, liebres, etc. Pero ese día sí que tenía hambre, solo encontró a su paso una flor llamada Aña ñuca.
Tengo tanta hambre –dijo el zorrito-, y estoy tan cansado, descansare un momento al lado de esta flor.
Hola – dijo la aña ñuca-
El zorrito se sorprendió al escuchar a la flor.
Todos estos días te he visto pasar por aquí –dijo la aña ñuca- siempre te veo enojado y solo.
Yo soy un solitario-dijo el zorrito- me gusta estar solo, así no comparto lo cazo con nadie.
Qué pena que pienses así- dijo la aña ñuca- porque a mí me encanta estar acompañada y tener amigos.
Pero yo veo que tu estas sola- dijo el zorrito.
Si, este año ha caído poca agua y yo sola he podido florecer, mis hermanas todavía duermen, esperando la lluvia- dijo la aña ñuca.
Tienes razón, cuando pasaba por aquí, hace muchas lunas el desierto estaba lleno de muchas flores, y en ese tiempo sí que comí mucho, porque las liebres y ratones venían a comer aquí- dijo el zorrito- bueno me tengo que ir.
Nooo, no te vayas , por favor, no me quiero quedar sola- dijo la aña ñuca- porque no te quedas conmigo y me cuentas lo que has visto en tus recorridos.
Está bien, pero no por mucho tiempo. El zorrito le conto que una noche él estaba mirando el cielo y de repente vio como caía una lluvia de estrellas. Es lo más hermoso que he visto- dijo el zorrito- desde ese día siempre he soñado con estar en el cielo.
Yo, cada año estoy en un lugar diferente- dijo la aña ñuca- cuando se termina mi ciclo de vida, el viento lleva mis semillas a otros lugares, una vez caí en unas rocas frente al mar, era un lugar tan hermoso, se podía ver los pájaros volar, los animales marinos, la puesta de sol. Y ahora estoy aquí esperando que llueva para que mis hermanas puedan florecer.
Así, conversaron toda la noche el zorrito y la aña ñuca, hasta que se durmieron. Durante la noche el cielo se nublo, las nubes eran mantos negros, los relámpagos sonaban tan fuerte, que asustaron al zorrito.
Estoy asustada-dijo la aña ñuca-
No te preocupes –dijo el zorrito- me quedare contigo, hasta que termine la tormenta.
El lugar donde estaba la aña ñuca, estaba cerca de una quebrada, y como era tanta la lluvia, comenzó a bajar como un río.
Ayúdame zorrito- dijo la aña ñuca- el agua me sacara del suelo y moriré sin ver a mis hermanas.
No te preocupes, yo te protegeré- dijo el zorrito-. El zorrito se enrollo alrededor de la aña ñuca, soportando la fuerza del agua.
Al otro día cuando, la aña ñuca abrió sus pétalos y vio que el zorrito la cubría aún con su cuerpo. Miro al su alrededor y vio como sus hermanas ya estaban junto a ella, la lluvia las había despertado.
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