La Interpretación Social del Concepto “Narcotráfico” y la “Narco-Cultura” en México.
Enviado por gabydiazi • 7 de Noviembre de 2015 • Tesina • 3.534 Palabras (15 Páginas) • 139 Visitas
La Interpretación Social del Concepto “Narcotráfico” y la “Narco-Cultura” en México.
Ernesto Diaz Infante S.
Aarón Schabes C.
Resumen
El narcotráfico en el mundo ha sido un tema latente desde el siglo XIX. La definición exacta del concepto se obtiene al descomponer la palabra en dos, “narcóticos” y “tráfico”, que nos arrojan un resultado obvio; “el comercio de drogas tóxicas en grandes cantidades[1]”. Sin embargo, en la mayoría de los países latinoamericanos el narcotráfico no se limita únicamente a ser un concepto fácilmente definible sino que se ha vuelto algo más complejo y adherido a la estructura social de los países. El narcotráfico, al menos en México, ha pasado de ser una propuesta delictiva a un estilo de vida y a ocupar un lugar importante en los temas de seguridad, política y economía[2]. Esta nueva “Narco-Cultura” ha llegado a extenderse no solo a quienes están vinculados a la actividad ilegal sino también a quienes desean imitar la vestimenta y comportamiento de dichos delincuentes. El propósito de este estudio es analizar porque muchos mexicanos, de todos los estratos sociales, han decidido aceptar y adoptar el problema, incluso sentirse orgullosos, en vez de rechazarlo y sentirse disgustados por él. ¿Se ha infiltrado la admiración por la narco-cultura en la mentalidad de los jóvenes? ¿Qué proyecciones sobre la transformación o extinción de dicha cultura existen?
Palabras clave: Narcotráfico, México, drogas, gobierno, política, economía, narco-cultura.
Abstract
Drug trafficking has been a major global topic since the 19th century. The exact definition is obtained by merging the two concepts of “drugs” and “traffic” by which the following is obtained: “the massive commerce of toxic drugs”. However, in most countries of Latin America, drug trafficking is not limited to being only an easily defined concept for it has become something more complex with stablished roots in the social structure of the countries. At least in México, it has transformed from only an illegal activity to a formal life-style and to occupy an important position in subjects such as national safety, politics and economy. This new “culture” has also extended not only to those who are involved in said illegal activity but also to those who admire and want to imitate the gangsters, from their fashion style to their manners. The purpose of this study is to analyze why is it that many Mexicans, from all social classes, have decided to accept and adopt the problem, even feel proud of it, instead of rejecting it and feeling disgusted by it. Has the admiration for this “culture” made roots in the ideology of young Mexicans? What is the future of this culture?
Key words: Drugs, drug trafficking, Mexico, politics, economy, national safety
Introducción
A principios de los años 20 del siglo XIX, el narcotráfico empezaba a establecerse como un concepto serio al que los países latinoamericanos, en especial Colombia y México, prestarían cada vez más atención debido a la expansión del mismo. Es difícil hacer una cronología exacta de la evolución del narcotráfico y son pocos los estudios académicos que se han hecho con respecto al tema, sin embargo, está documentado que fue en el periodo de 1926 a 1940 cuando la producción y distribución de drogas empezaba a crecer en Latinoamérica debido a la demanda en Estados Unidos de América[3]. El periodo entre 1940 y 1980 fue clave para el desarrollo del narcotráfico en México pues fue en este tiempo cuando el país pasó de ser un simple puente de drogas entre Colombia y Estados Unidos a un productor masivo de marihuana y cocaína. Durante estos años también tuvo lugar la disputa territorial por la distribución de heroína a los Estados Unidos entre los narcotraficantes mexicanos y los chinos. Fue en la década de los 80 cuando México ya había establecido el narcotráfico como una actividad en la que participaban como protagonistas y no solo como asistentes. Durante este periodo nace la principal organización criminal de México en la época denominada Cártel de Guadalajara que articulaba a múltiples organizaciones regionales de manera estable. La fragmentación del Cártel de Guadalajara funcionó hasta que estos mismos se empezaron a enfrentar entre sí para obtener el control de más territorio o de la organización en general. Otro punto clave en el desarrollo del narcotráfico durante este periodo fue la introducción de la cocaína a México por parte de cárteles colombianos pues sabían que al asociarse con los mexicanos, tendrían mayor acceso a rutas estratégicas para comercializar en Estados Unidos de América. En 1985, Rafael Caro Quintero, líder del Cartel de Guadalajara, torturó y asesinó a Enrique Camarena, agente encubierto de la Agencia contra las drogas (DEA por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos y fue entonces cuando se desató la persecución gubernamental de dicho Cártel que culminó con su fragmentación en al menos 7 organizaciones diferentes[4]. Tras el asesinato del agente estadounidense la CIA y la DEA llevarían a cabo investigaciones que no solo expusieron la estructura de las organizaciones criminales en México sino también los vínculos que estas tenían con secretarias de gobierno y la corrupción institucional, especialmente al interior de la Policía Judicial Federal (PJF) y de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) dentro de la Secretaria de Gobernación (SEGOB) [5]. Desde entonces han sido cientos, sino miles, los casos de corrupción gubernamental, nexos de organizaciones criminales con instituciones de seguridad pública, arrestos a grandes capos, nuevos cárteles y en fin, una continua evolución del narcotráfico dentro del país; envolviendo al mismo en un entorno de violencia y desestabilidad social que se ha vuelto el día a día de millones de mexicanos. Desde 1990 hasta la actualidad el narcotráfico se ha vuelto parte de la cultura mexicana, implementando su propia rama a la cual se refiere informalmente como “narco-cultura”. Los narcotraficantes mexicanos han adoptado formas y estilos de vida tan excéntricos con proyecciones de “poder” y “autoridad” que hasta los individuos no relacionados con las actividades ilícitas han decidido admirar e incluso imitar. Políticos, empresarios, jóvenes, funcionarios públicos… gente de clase baja, media y alta que parecen haber adoptado una filosofía maquiavélica de “el fin justifica los medios” sin pensar que la narco-cultura que admiran carece completamente de valores fundamentales y los remplaza con violencia y actos del hombre primitivo tomando en cuenta la época en la que vivimos. La finalidad de este artículo es entender la razón por la que la sociedad mexicana admira la supuesta imagen de los narcotraficantes aun cuando es de conocimiento general que estos frenan el desarrollo y progreso íntegro del país
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