La lluvia, Arturo Uslar Pietri

Universidad Central de Venezuela

Facultad de Humanidades y Educación

Escuela de Letras

Taller de investigación

Castillo, María Lucía CI. 26825935

La lluvia, Arturo Uslar Pietri

Al leer el título del cuento se percibe de qué va la historia, un fenómeno natural que en su mayoría beneficia al planeta tierra, y mucho más a los sectores agrarios. En este caso, se presenta una pareja de adultos mayores que viven de la siembra, por lo que la lluvia es un factor de suma importancia para su estabilidad económica y para su vida en general.

La manera de describir el paisaje dentro de la obra es muy particular. Contiene una propuesta estítica que incorpora varios elementos de diferentes corrientes artísticas. En principio, la obra se desarrolla en un ambiente rural y campestre, apegándose al realismo del entorno; los conucos, la siembra de maíz o la hamaca, y es aquí donde se aprecia un toque de realismo.  Por otra parte, hay una adjetivación que resalta los objetos y los dota de emocionalidad, es decir, el entorno es un reflejo de las personalidades de la pareja: “La tierra estaba seca como una piel áspera, seca hasta en el extremo de las raíces, ya como huesos;” (Pietri, (2003) p.03). Posee un lenguaje cargado de metáforas que enlazan cada elemento: el trato de la pareja, su situación económica y el ambiente que los rodea. Las comparaciones entre la tierra y la casa dan a entender que viven sumidos en la miseria.

La situación que presentan solo tiene una salida, y es la lluvia. Se produce un giro dentro de la historia con la aparición de un niñito sin identidad ni pasado; al ser encontrado por

Jesuso se abre un nuevo capítulo para ellos. Esta figura inocente y blanca se convierte en un símbolo de esperanza para el porvenir. A tal punto que su presencia es capaz de cambiar la perspectiva. El anonimato del niño bautizado como Cacique indica que no importa su procedencia sino su estadía en el lugar. Bastó menos de medio día para que esta presencia regenerara un matrimonio reseco.

Este cambio se ve reflejado en la conversación que mantienen entre los tres. El niño es muy rapaz a la hora de responder, pero al mismo tiempo, lleva esa ternura infantil que ablanda el corazón de los viejos, como la lluvia con la tierra árida.

La narración de la historia tiene diferentes ritmos. El narrador inicia pausadamente, deteniéndose en detalles, texturas y olores. Realiza un recorrido para que los sentidos se despierten. Después de la aparición de Cacique, la narrativa adquiere un poco más de dinamismo y hasta alegría, se nota el cariño de los esposos, y una convivencia más armoniosa. Puede que sea de manera inconsciente, pero intercambian el ambiente hostil por uno más hogareño.

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