La niña perdida- cuento

La niña perdida

Había una vez una niña, llamada Gytz, que siempre paseaba por la ciudad, conocía cada rincón de esta desde los lugares más bellos hasta los viejos y abandonados, para Gytz toda la ciudad era hermosa. Ella solía estar sola la mayoría de tiempo porque no le agradaba mucho tener compañía, prefería pasear sola. En ocasiones cuando iba a los parques se ponía a jugar con los demás niños, pero al final se terminaba aburriendo de su compañía y se iba.

Un día en el que Gytz salió a explorar llego a una parte de la ciudad la cual desconocía, las casas que habían eran exactamente iguales, no había algo que las diferenciara, siguió recorriendo los caminos por pura curiosidad. Conforme avanzaba sentía que las calles eran como laberintos, ya no sabía dónde estaba, se había perdido. Gytz pensó en pedir ayuda para volver porque se estaba haciendo tarde y era peligroso andar sola de noche, pero no sabía quién podía ayudarla ya que no había nadie cerca, miraba hacia todos lados tratando de buscar a alguien, en eso vio algo que llamo su atención, era una de las casas que tenía algo diferente a las demás, era un pequeño jardín con diversas flores muy bellas. La niña decidió acercarse a la casa, al tocar la puerta la recibió una linda anciana, esta se sorprendió de que una linda niña estuviera sola fuera de su casa y estando a punto de oscurecer, Gytz le explico que estaba perdida y necesitaba ayuda para volver a casa.

La anciana de buen corazón le dijo a la niña que la ayudaría pero que sería hasta el día siguiente que la llevaría a casa porque de noche era muy peligroso y que por ahora debía pasar la noche ahí, la niña dudosa acepto dándole la razón a la anciana. Después de que Gytz llamara a casa para avisar que estaba bien y de que la anciana de ofreciera una ligera pero rica cena la anciana le empezó a contar historias a la niña, esta maravillada escuchaba todo con mucha atención todas las experiencias que vivió la anciana, hasta que con tristeza escucho que la anciana vivía sola y no había nadie que la visitara y se fue a dormir pensando en eso.

A la mañana siguiente como prometió la anciana la llevo a casa y antes de que se fuera, Gytz le dijo que estaba muy agradecida con ella por ayudarla y prometió visitarla siempre que pudiera.

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